Cómo hacer la leche condensada en casa
Preparar tu propia leche condensada en casa es muy sencillo, así podrás disfrutar de tartas más saludables
La leche condensada es empleada en el mundo de la repostería para la elaboración de multitud de pasteles, pero a la hora de tomar las tartas y bizcochos preparados con este ingrediente, muchos de nosotros pensamos que es mejor optar por una porción de otro dulce que no esté hecho con leche condensada.
Esto se debe a que consideramos que al tener un sabor tan dulce, su contenido en azúcar es muy elevado. Sin embargo si en vez de comprarla, cada vez que hagas una tarta con leche condensada, te atreves a preparar tú mismo la leche condensada en casa, tus postres caseros serán mucho más saludables.
Receta de leche condensada casera
La leche condensada es un ingrediente versátil y delicioso que se utiliza en una gran variedad de postres. Aunque es fácil encontrarla en las tiendas, hacerla en casa te permite controlar mejor los ingredientes que utilizas, puesto que las de bote suelen llevar una gran cantidad de azúcares y conservantes. Para hacer tu propia leche condensada en casa, solo necesitas tres ingredientes básicos que probablemente ya tienes en tu cocina: una taza de leche en polvo, dos terceras partes de una taza de azúcar y la mitad de una taza de agua caliente. Además, puedes añadir una pizca de sal y una cucharadita de esencia de vainilla para mejorar el sabor, aunque estos ingredientes son opcionales.
En primer lugar, hay que comenzar mezclando los ingredientes secos. Para ello, hazte con un tazón grande, añade la leche en polvo y el azúcar. Y mezcla bien hasta que los dos ingredientes estén completamente integrados. A continuación, hay que añadir el agua caliente, agrega lentamente el agua caliente a la mezcla de leche en polvo y azúcar, revolviendo constantemente.
Es importante añadir el agua gradualmente para evitar la formación de grumos. Sigue revolviendo hasta que la mezcla esté suave y homogénea. Si decides usar esencia de vainilla, añádela a la mezcla y revuelve bien para incorporarla. Esto le dará a tu leche condensada un toque de sabor extra que la hará aún más deliciosa.
Una vez preparada, deja reposar la mezcla durante unos minutos para que los sabores se integren bien. La leche condensada casera estará lista para usar una vez que se haya enfriado a temperatura ambiente. Te recomendamos, guardar la leche condensada en un frasco o recipiente hermético y refrigerarla. Puede durar hasta una semana en el frigorífico. Si quieres conservarla durante más tiempo, puedes congelarla en frascos más pequeños.
Postres con leche condensada
La leche condensada es un ingrediente clave en muchos postres. Algunos de los más ricos y fáciles de preparar son: el flan de leche condensada, la tarta de leche condensada y limón y el helado de leche condensada.
1. Flan de Leche Condensada
El flan es un postre clásico que se hace aún más delicioso con leche condensada. Necesitarás: una lata de leche condensada (o la cantidad equivalente de tu leche condensada casera), una lata de leche evaporada, cuatro huevos, una taza de azúcar (para el caramelo casero).
Para preparar el flan, primero haz un caramelo calentando el azúcar en una sartén hasta que se derrita y adquiera un color dorado. Vierte el caramelo en un molde para flan. Luego, mezcla la leche condensada, la leche evaporada y los huevos hasta obtener una mezcla homogénea. Vierte esta mezcla en el molde sobre el caramelo y hornea al baño maría a 180°C durante aproximadamente 50 minutos. Deja enfriar y desmolda antes de servir.
3. Tarta leche condensada y limón
Para hacer una tarta de leche condensada y limón rápida y fácil, necesitarás: una base de galletas trituradas y mezcladas con mantequilla, lo equivalente a una lata de las de supermercado de tu leche condensada casera, media taza de zumo de limón, ralladura de limón y tres yemas de huevo.
Prepara la base de galletas presionándola en un molde para tarta y hornea durante 10 minutos a 180°C. Mezcla la leche condensada, el zumo de limón, la ralladura de limón y las yemas de huevo hasta obtener una mezcla suave. Vierte la mezcla sobre la base de galletas y hornea durante 15 minutos. Deja enfriar y refrigera durante 48 horas antes de servir.
4. Helado de leche condensada
El helado casero con leche condensada es muy fácil de hacer. Necesitarás: lo equivalente a una lata de leche condensada de supermercado de tu leche condensada casera, dos tazas de crema para batir y extracto de vainilla al gusto. Tan sólo tendrás que batir la crema hasta que forme picos suaves. Incorpora la leche condensada y el extracto de vainilla. Vierte la mezcla en un recipiente y congela durante al menos cuatro horas, removiendo cada hora para evitar que se formen cristales de hielo.