Papas con choco de Karlos Arguiñano: ricas y sanas
Este guiso constituye un clásico de la cocina tradicional andaluza y se toma como tapa en cazuelas calientes
Papas con choco. | Unsplash
Las papas con choco es un guiso que constituye un clásico de la cocina tradicional de Andalucía. Es muy consumido como tapa en cazuelas pequeñas o en el menú de cualquier bar. Además, a pesar de ser un guiso se toma tanto en verano como en invierno. Se trata de un plato muy económico, ya que sus dos ingredientes principales son las patatas y la sepia o choco, muy abundantes en la tierra y las costas andaluzas.
Además, de ser un plato único muy completo, es una receta muy saludable. Por eso, el reconocido chef Karlos Arguiñano presenta esta receta como un plato completo de elaboración sencilla y que es ideal para los meses más fríos del año, donde el cuerpo necesita de platos más reconfortantes.
Receta de las papas con choco
Ingredientes
Los ingredientes que debes reunir para cocinar este guiso siguiendo la receta de Karlos Arguiñano son: 800 gramos de choco o sepia, cuatro patatas medianas, un pimiento verde, una cebolla, dos dientes de ajo, un tomate maduro, una hoja de laurel, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, pimentón dulce, caldo de pescado y agua.
Preparación del guiso
La elaboración de las papas con choco no tiene demasiada dificultad, pero hay que estar atentos al tiempo de cocción para que las patatas no deshagan.
Empezamos pelando y picando la cebolla, los dientes de ajo, el pimiento verde y el tomate. Las patatas tendremos que pelarlas y cortarlas en trozos medianos. A continuación, comenzaremos con el sofrito, para ello en una cazuela grande, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y ponlo a calentar. Cuando el aceite esté caliente, incorpora la cebolla, el pimiento y el ajo. Y rehoga a fuego medio hasta que las verduras estén pochadas, es decir, blandas y ligeramente doradas.
Una vez que las verduras estén bien pochadas, incorpora el tomate picado y remueve bien. Cocina todo junto durante unos minutos hasta que el tomate se haya deshecho y formado una especie de salsa. Mientras se hace el sofrito, hay que lavar bien el choco y córtalo en trozos. Después, añádelo a la cazuela con las verduras, remueve y cocina a fuego medio durante 5 ó 10 minutos para que el choco empiece a liberar su sabor.
Cuando el choco haya cogido color incorpora las papas troceadas y una hoja de laurel. Mezcla bien con una cuchara de madera y añade una cucharadita de pimentón dulce, una pizca de sal y un poco de pimienta al gusto. Para la cocción final, hay que cubrir la cacerola con caldo de pescado (o en su defecto una pastilla de pescado para dar sabor) o agua suficiente para que las papas y el choco queden bien sumergidos.
El guiso tiene que cocer durante unos 25 ó 30 minutos, o hasta que las papas estén tiernas. Si es necesario, puedes añadir un poco más de caldo a medida que se va evaporando. Si el caldo ha reducido, ya podemos retirar del fuego nuestro guiso. Es recomendable dejar reposar las papas con choco durante unos minutos antes de servir, ya que esto permitirá que los sabores se asienten.
El choco
Entre las propiedades del choco o sepia se encuentran una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el mantenimiento y reparación de los tejidos corporales. Además, el choco tiene un contenido muy bajo en grasas. También es una fuente natural de minerales como el yodo, el fósforo y el selenio. El yodo es fundamental para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, mientras que el fósforo es crucial para la salud ósea.
El choco también es rico en vitaminas del grupo B, especialmente en vitamina B12, esencial para la formación de glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso. También aporta vitamina B3 (niacina), que ayuda a convertir los alimentos en energía. Y contiene colina, un nutriente clave para la salud cerebral y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
