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Gastronomía

El postre de Arguiñano que querrás repetir: fresas asadas con crema de nata y queso

La nueva versión de las clásicas fresas con nata combina el dulzor natural de la fruta con una textura aterciopelada

El postre de Arguiñano que querrás repetir: fresas asadas con crema de nata y queso

Fresas asadas con crema de nata y queso. | (Canva)

Karlos Arguiñano lo ha vuelto a hacer, ha reinventado un postre clásico, con ingredientes al alcance de todos, pero con un resultado digno de restaurante. En su programa, ha presentado una receta que combina la dulzura natural de las fresas asadas con la suavidad de una crema elaborada con nata y queso, logrando un contraste de sabores y texturas que conquista desde la primera cucharada. Este postre es la prueba de que no hace falta complicarse para sorprender.

La clave del éxito de esta receta está en el equilibrio entre lo dulce, lo ácido y lo cremoso. Las fresas, al hornearse con azúcar y un toque de vinagre balsámico, intensifican su sabor y su aroma, mientras que la crema fría de nata y queso aporta la suavidad perfecta para acompañarlas. Además, este postre se puede preparar con antelación, lo que lo convierte en una opción práctica para cenas con amigos o comidas especiales en familia.

Receta de las fresas asadas con crema de nata y queso

Brenda Alonso
Esta receta de Arguiñano es una nueva versión de las clásicas fresas con nata
Tiempo de preparación 15 minutos
Tiempo de cocción 15 minutos
Tiempo total 30 minutos
Plato Postre
Cocina Mediterránea
Raciones 4 personas
Calorías 89 kcal

Ingredientes
  

  • 500 gramos de fresas
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 1 cucharada de vinagre balsámico
  • pimienta negra
  • 200 mililitros de nata líquida
  • 150 gramos de queso mascarpone
  • 2 cucharadas de azúcar glas
  • esencia de vainilla

Elaboración paso a paso
 

  • Aliñar las fresas con el vinagre balsámico y la pimienta negra.
  • Añadir el azúcar moreno.
  • Asar durante 15 minutos.
  • Meter en la nevera.
  • Batir el queso, la nata, el azúcar glas y la esencia de vainilla.
  • Verter la salsa por encima.
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Aliña las fresas antes de asarlas

  • Comienza lavando las fresas con cuidado y retirando el rabito.
  • Después, coloca las fresas en una fuente de horno.
  • Añade el azúcar moreno, el vinagre balsámico y, si te animas, una pizca de pimienta negra molida.
  • Precalienta el horno a 180°C y hornea durante 15 minutos. Recuerda que las fresas deben ablandarse ligeramente y soltar su jugo, pero sin deshacerse.
  • Una vez fuera del horno, deja que las fresas se templen. Puedes reservarlas en la nevera si vas a servir el postre más tarde.
  • A continuación, vamos a preparar una crema para cubrir las fresas. Bate el queso mascarpone junto a la nata líquida, el azúcar glas y la esencia de vainilla.
  • Finalmente, añade la crema sobre las fresas frías y decorar con una hoja de menta.

Se puede preparar con antelación

Una de las grandes ventajas de esta receta es que se puede dejar preparada con horas de antelación, incluso desde el día anterior. Y es que las fresas asadas se conservan muy bien en un recipiente hermético en la nevera. Lo mismo ocurre con la crema, que necesita frío para mantener su textura perfecta.

Esto la convierte en una receta ideal para quienes buscan organizarse mejor en la cocina, sin renunciar al sabor ni a la presentación. También es perfecta para preparar a última hora.

Cómo conseguir que la crema mantenga su textura

Para que la crema de nata y queso quede firme y no se baje, hay algunos trucos infalibles. El primero es usar nata con un alto contenido en grasa, de al menos un 35%, ya que es la única que monta correctamente. También es importante que tanto la nata como el bol y las varillas estén bien fríos antes de empezar a batir.

En otro recipiente, mezcla el queso crema con el azúcar glas y la vainilla hasta obtener una mezcla suave. Luego, incorpora la nata montada con movimientos envolventes para que no pierda volumen. Y guarda la crema en la nevera hasta el momento de servir.

Otra opción, es añadir una hoja de gelatina hidratada y disuelta (una vez fría) a la mezcla de queso antes de incorporar la nata. Esto da estabilidad sin alterar el sabor.

Presentación de las fresas asadas

A la hora de emplatar, puedes optar por copas individuales. Coloca una base de fresas asadas con su jugo, añade una o dos cucharadas generosas de la crema de nata y queso por encima, y decora con hojas de menta fresca o unas virutas de chocolate negro si deseas un contraste más intenso.

Ideal para aprovechar la temporada de fresas, esta receta es una invitación a disfrutar de los pequeños placeres de la cocina casera, con ese toque especial que Karlos Arguiñano sabe aportar en cada plato. Un postre que, sin duda, querrás repetir una y otra vez.

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