Buñuelos de viento: el dulce catalán que Arguiñano prepara en noviembre
La masa de este postre típico tiene que quedar lisa homogénea y ser densa pero fluida sin grumos ni restos secos

El popular cocinero Karlos Arguiñano. | Gtres
Cuando llega el mes de noviembre, en el Día de Todos los Santos las vitrinas de las pastelerías lucen repletas de buñuelos de viento, unas bolitas de masa frita que se inflan al entrar en contacto con el aceite caliente. Pero la receta de los buñuelos de viento de Arguiñano es la más famosa si los quieres hacer en casa.
Puesto que, la versión de Arguiñano es rápida ya que, con pocos ingredientes, una técnica sencilla, y un truco para que queden muy esponjosos, crujientes y cremosos a la vez salen espectaculares.

Buñuelos de viento de Arguiñano
Ingredientes
- 65 gramos de harina de trigo tamizada
- 125 mililitros de agua
- 20 gramos de azúcar
- dos huevos
- ralladura de limón
- sal
- aceite de girasol
- azúcar glas
- 1/2 litro de natillas
- hojas de menta
Elaboración paso a paso
- Pon el agua en una cacerola y agrega la mantequilla, el azúcar, la sal y la ralladura de limón.
- Deja que hierva hasta que la mantequilla se haya derretido completamente.
- Entonces, retira la cacerola del fuego y añade la harina tamizada. Y mezcla con una varilla hasta que la masa se convierta en una bola homogénea.
- Pon la masa en otro bol. Y casca el primer huevo. Mezcla bien hasta que esté completamente integrado. Repite el proceso con el otro huevo.
- Tapa el bol con film transparente y deja reposar la masa a temperatura ambiente durante entre dos horas.
- Fríe los buñuelos a fuego suave hasta que se inflen, se den la vuelta y se doren por todos lados.
- Espolvoréalos con azúcar glas tras dejarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite tras la fritura.
- Para la presentación, sirve una base de natillas en cada plato, coloca los buñuelos encima y una hoja de menta a un lado.
El truco de Arguiñano
Los buñuelos de viento de Arguiñano tienen un exterior crujiente y dorado, con un interior aireado y ligero, casi como una nube suave que conserva algo de humedad. Para que queden así sigue sus trucos: dejar que la masa repose tapada durante una o dos horas ayuda a que tenga la consistencia adecuada para inflarse al entrar en contacto con el aceite hirviendo.
Si el aceite está demasiado frío, los buñuelos se hundirán y no subirán. Y si está demasiado caliente, la capa exterior se endurecerá rápidamente, lo que impedirá que los buñuelos se inflen. Por eso, Arguiñano los fríe a temperatura moderada. De modo que, se inflen y doren de forma homogénea.
Conservación de este dulce
Los buñuelos de viento aguantan en buen estado cerca de uno o dos días si están bien protegidos. Por lo que, consumirlos frescos es la mejor opción. Aunque, también se pueden consumir:
- A temperatura ambiente: en un recipiente hermético y bien aislado del aire, pueden estar sin que fermenten un día aproximadamente.
- Refrigerados: en la nevera aguantan hasta dos días, aunque su textura se endurecerá algo más al enfriarse.
- Recalentados: para recuperar parte de la textura, puedes meter los buñuelos de viento de Arguiñano unos segundos al horno. Evita el microondas porque ablandará la corteza.
- Congelación: no es recomendable congelarlos, porque la capa exterior crujiente se perdería al descongelarse.
Buñuelos de viento con:
Natillas como base es la propuesta que Arguiñano sugiere para la presentación de este postre. Pero con salsa de chocolate caliente o caramelo, que contrasta con el relleno esponjoso están de muerte. También acompañados de una taza de chocolate caliente, café o un vaso de leche en días fríos.
@ladulcepedia BUÑUELOS DE VIENTO | receta extra fácil Ingredientes Para unos 30-35 buñuelos • 250ml Agua • 150 gramos harina • 4 huevos • 50 gramos mantequilla • 10 gramos de polvos para hornear • 1 cucharadita de sal • azúcar para rebozarlos al final • aceite para freírlos #buñuelosdeviento #buñuelos #recetafacil #recetatradicional #recetadelaabuela #ladulcepedia ♬ sonido original – ladulcepedia
Origen de la receta
El origen de los buñuelos de viento está rodeado de diversas teorías:
- La palabra buñuelo podría tener raíces en la gastronomía romana (el puñuelo, pequeña bola) o en la repostería francesa beignet.
- Algunos autores apuntan a una influencia de los árabes en la Península Ibérica. Con sus versiones de masas fritas en aceite, que pudieron evolucionar hacia los buñuelos que conocemos hoy.
- En textos culinarios del siglo XVII y XVIII ya aparecen recetas de buñuelos en la cocina española.
- Los buñuelos de viento comenzaron a asociarse con la festividad de Todos los Santos y otras fechas de otoño, probablemente por su facilidad de preparación.
- En Cataluña se les conoce como brunyols de vent y forman parte de la repostería clásica, con versiones locales que incluyen rellenos variados.
Servidos sobre natillas, con chocolate caliente o simplemente espolvoreados con azúcar glas, estos buñuelos encajan como postre o merienda.