Muere Muhammad Ali, el 'rey del mundo' y del boxeo
La muerte de Ali supone la desaparición de uno de los grandes iconos deportivos de Estados Unidos. Fue tres veces campeón del mundo de los pesos pesados y campeón olímpico a los 18 años. A principios de los 80 se retiró y poco después le fue diagnósticado el parkinson. Se bajó del ring ostentado el récord de 56 victorias y cinco derrotas. Fue sin duda el mejor de todos los tiempos. Su estilo inconfundible y letal para pelear era también su estilo de vida. Fue un gran luchador de la opresión racista y sólo se negó a pelear una vez, cuando rechazó el reclutamiento obligatorio para ir a la guerra de Vietnam con el ejército estadounidense. «El cong (los combatientes vietnamitas) no me llaman nigger», haciendo referencia al odio racial que infligía buena parte de la sociedad norteamericana en aquella época. Fue un hombre hecho a sí mismo que se convirtió al Islam y abandonó su nombre de nacimiento, Cassius Marcellus Clay, para adoptar el de Muhammad Ali. «No quiero ser lo que vostros queréis que sea», decía desafiante. Picaba como una abeja y volaba como una mariposa. El Rey del mundo ha ascendido a los cielos para permanecer en la tierra como una gran leyenda.
Ha muerto uno de los mayores deportistas de siglo XX. El legendario ex campeón de los pesos pesados, el estadounidense Muhammad Ali ha fallecido este viernes en un hospital de Phoenix (Arizona) a los 74 años por complicaciones respiratorias. Estuvo durante 34 años luchando con un rival duro de abatir: el parkinson.
La muerte de Ali supone la desaparición de uno de los grandes iconos deportivos de Estados Unidos. Fue tres veces campeón del mundo de los pesos pesados y campeón olímpico a los 18 años. A principios de los 80 se retiró y poco después le fue diagnósticado el parkinson. Se bajó del ring ostentado el récord de 56 victorias y cinco derrotas. Fue sin duda el mejor de todos los tiempos. Su estilo inconfundible y letal para pelear era también su estilo de vida. Fue un gran luchador de la opresión racista y sólo se negó a pelear una vez, cuando rechazó el reclutamiento obligatorio para ir a la guerra de Vietnam con el ejército estadounidense. «El cong (los combatientes vietnamitas) no me llaman nigger», haciendo referencia al odio racial que infligía buena parte de la sociedad norteamericana en aquella época.
Fue un hombre hecho a sí mismo que se convirtió al Islam y abandonó su nombre de nacimiento, Cassius Marcellus Clay, para adoptar el de Muhammad Ali. «No quiero ser lo que vostros queréis que sea», decía desafiante. Picaba como una abeja y volaba como una mariposa. El Rey del mundo ha ascendido a los cielos para permanecer en la tierra como una gran leyenda.