La extraña ausencia del exmarido de Verónica Forqué, Manuel Iborra: ¿dónde está?
El exmarido de Verónica Forqué y padre de su hija María no ha acudido ni al tanatorio ni a la capilla ardiente
La familia de Verónica Forqué se reducía a su hija, María, y al padre de ésta, el director de cine Manuel Iborra. La actriz, que se quitó la vida este lunes en su domicilio, sufrió en 2014 y en 2018 dos grandes pérdidas que la sumirían en una profunda depresión: su hermano, Álvaro Forqué, y su madre, Carmen Vázquez Vigo.
Tras la muerte de estos dos pilares y después de separarse del que fue su amor durante 35 años, a Verónica Forqué sólo le quedaba su hija y algunas de sus amistades, aunque, poco, también iban falleciendo, como ella misma dijo.
La familia tan reducida de la actriz quedó patente en el tanatorio y en el homenaje que se le hizo este miércoles en el Teatro Español. Al primero sí que acudió su hija, pero al segundo apenas estuvo unos minutos, ya que no se encontraba con fuerzas, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
Quien no acudió ni a un sitio ni a otro para darle el último adiós a la artista fue su exmarido, Manuel Iborra, a pesar de que su hija estaba rota de dolor y a pesar de todos los años que estuvieron juntos. ¿A qué se debió esta ausencia?
¿Por qué Manuel Iborra, exmarido de Verónica Forqué, no acudió ni al tanatorio ni a la capilla ardiente?
Como te contábamos, la ausencia de Manuel Iborra, tanto en el tanatorio como en la capilla ardiente instalada en el Teatro Español, llamaron mucho la atención, sobre todo porque su hija sí que estuvo presente en uno de estos actos. Es cierto que ambos no se hablaban desde que cortaron su relación, pero también lo es que María estaba sola y que ambos vivieron muchos años juntos, por lo que muchos no se explican esta ausencia.
Verónica Forqué y Manuel Iborra comenzaron a salir en 1981 y nueve años después nació su única hija, María. En 2014 se separaron y perdieron todo tipo de contacto. «Nunca jamás me ha vuelto a hablar, nunca. Se acabó porque él quiso que se acabara, porque yo le amaba, pero no le podía soportar, era un aburrimiento de vida, parecía una vieja de 80 años. Ahora estoy muy zen, tengo que encontrar el equilibrio», dijo ella.
En aquella época, la actriz tuvo una fuerte depresión, y parece que no pudo salir del todo. «La superé [la depresión] con medicamentos y psicoanálisis, pero luego murió mi hermano [Álvaro Forqué] y fue otro mazazo. Y a los cuatro años, en 2018, falleció mi madre [Carmen Vázquez Vigo]», contó ella misma en septiembre de 2020.
Tras estas pérdidas, a Verónica sólo le quedaba su hija y su exmarido, quien, suponemos, estará apoyando a María en la intimidad, mientras se mantiene alejado de toda exposición pública.
María Iborra Forqué no estuvo en la capilla ardiente
Tres días después del fallecimiento de Verónica Forqué, sus amigos y fans le dieron el último adiós en el Teatro Español. Hasta allí se desplazaron este miércoles decenas de personas, que acudieron a despedirse de la actriz de las 11 de la mañana hasta las 16 horas.
En principio, la familia de Forqué había decidido incinerar el cuerpo el martes por la noche, tras el tanatorio, pero finalmente decidieron retrasarlo un día para que todo el que quisiera pudiera despedirse de ella en la capilla ardiente instalada en la capital. Fue así este miércoles a última hora cuando finalmente el cuerpo de la actriz se incineró.
María, la única hija de Verónica Forqué, estuvo este martes en el tanatorio, donde recibió a todos los asistentes. Los allí presentes confirmaron que la joven, de 31 años, se encontraba «tranquila», pero este miércoles, sin embargo, las fuerzas le faltaron para acercarse al teatro.
Su hija no quiso ver el cuerpo
Poco después de que la noticia de la muerte de Verónica Forqué se filtrara a la prensa, María Iborra Forqué fue vista entrando en casa de su madre, donde, según Informalia, había estado esa misma mañana.
En concreto, la hija de la actriz había estado en casa de su madre durante la mañana del lunes, pero la abandonó antes de las 11 de la mañana. Fue sobre las 12:45 horas cuando la cuidadora de Verónica Forqué encontró el cuerpo sin vida.
También ha trascendido que María no fue capaz de entrar en la casa de su madre ni ver el cuerpo. La joven decía, nerviosa y gritando, siempre según el citado medio, que no quería ver a su madre. Posteriormente, y acompañada de su novio, María abandonó el domicilio de su progenitora junto al perro que ésta tenía.
Madre e hija eran uña y carne. «Te quiero un montón, mami, ya sólo por lo que te esfuerzas por todo el trabajo y el entusiasmo que le pones a las cosas para mí eres ganadora siempre. Has llegado super lejos en el programa, lo estás haciendo increíble, eres una guerrera y una estrella y te amo. Mi corazón para ti para siempre», aseguró María en un vídeo en Masterchef.
«La quiero mucho, hablamos mucho, siempre hemos hablado mucho, ella es más observadora, no intima tanto, no quiere a todo el mundo ni le cuenta a todo el mundo todo a la primera como yo. ¡Es lista y muy valiente!», dijo la madre.
DEP.