El chef Gordon Ramsay, «aterrado» al cocinar para Tony Blair y Vladimir Putin
El chef fue el invitado estrella del programa de Kelly Clarkson en Estados Unidos, donde contó su peculiar ‘pesadilla en la cocina’
Si en España tenemos a Alberto Chicote como ‘el terror’ de las cocinas amateurs, en Estados Unidos e Inglaterra comparten el saber, el carisma y el fuerte carácter del chef Gordon Ramsay. Todo un talento entre fogones, con 17 estrellas Michelín en su haber de las que conserva 7, y convertido en un showman en esto de los ‘talents’ culinarios.
Son muchos años en las cocinas ejerciendo tanto de ayudante como de chef principal, y de ahí que sean numerosas las anécdotas que tiene para contar. Algunas divertidas, otras no tanto, pero ninguna deja indiferente a su audiencia.
Así ocurrió recientemente durante su visita a la NBC, donde fue la estrella invitada en El show de Kelly Clarkson. Allí habló sobre su trayectoria profesional, desveló algunas de las anécdotas más divertidas que ha vivido entre fogones y además contó algunos aspectos de su vida personal, en los que sus hijos y su mujer son los encargados de mantenerle con los pies en la tierra.
Durante la conversación con la presentadora, Ramsay se vio en un aprieto cuando tuvo que contar el momento en el que bien podría haber sido uno de los protagonistas del mítico Pesadilla en la cocina. Para ello, el cocinero tuvo que remontarse a diez años atrás cuando se encargó de elaborar un menú en el mismísimo número 10 de Downing Street para Tony Blair y Vladimir Putin.
Así se enfrentó a hacerle en menú a Tony Blair y Vladimir Putin
«La realidad fue que me asusté», confesó entre risas el chef. Esa fue su reacción cuando supo para quiénes tendría que cocinar esa noche. Dos de los líderes mundiales que no solo iban a compartir mesa y mantel en la residencia del primer ministro británico, sino que además él había sido el elegido para cocinar para ellos.
Tras esto, lejos de aplacar los nervios, Ramsay explicó que en ese momento comenzó a rondarle una pregunta en la cabeza que no hizo más que elevar la tensión: «¿Te imaginas que intoxicas a estos dos con tu comida? ¿Te imaginas lo que te ocurriría si los elimino?», reconoció, afirmando además que el cocinado fue intimidatorio y una experiencia «aterradora» para él.
Y eso que la carta no parecía ser tan elaborada como la que propone cocinar a los aspirantes que concursan en la versión americana de MasterChef que él mismo presenta. El polifacético cocinero diseñó un menú de tres platos compuesto por un entrante de sopa de tomate acompañada de caviar dorado, un plato principal de lubina al horno sobre patata triturada y espárragos blancos, y como postre, una tarta.
Aunque fue un honor que le eligieran para darles de comer, Ramsay se quejó del equipamiento de la cocina de la residencia de Tony Blair. Todo porque la falta de menaje le obligó a llevar sus propios utensilios. El resultado final fue del gusto de los comensales, que llegaron a interesarse por los ingredientes del plato principal. «Yo solo pensaba en que me sacaran de ahí y que terminara todo».
Cocinando para la realeza
No todo lo que le contó el presentador de La cocina del infierno a Kelly Clarkson fue ‘para olvidar’. Ramsay también explicó cuál había sido uno de los momentos más bonitos de su carrera profesional. Todo gracias a tener sentada en una de las mesas de su restaurante a la mismísima Lady Di: «Tenía un pequeño restaurante en Chelsea y, durante un servicio, uno de mis ayudantes vino a buscarme diciendo que había una dama impresionante preguntando por mí en el comedor».
«Era incapaz de articular más palabras. Fui a la carrera para saludar a esa persona y descubrí que era Lady Di. Tenía 27 años y fue un momento maravilloso», relató el chef, que recordó además que la princesa «fue muy educada y amable conmigo».
Esta anécdota ya la contó en Daily Mail hace seis años. En aquel momento afinó aún más los detalles de aquel mediodía cuando Diana entró a comer en su restaurante. «Tuve la suerte de cocinar para ella en Aubergine –uno de sus primeros restaurantes, con el que ganó 3 estrellas Michelín- . Era una persona normal, sin aires de grandeza».
A pesar de que el establecimiento gozaba del favor de la crítica gastronómica internacional, la madre de Guillermo y Harry de Inglaterra se decantó por el menú del día y no por la suculenta oferta incluida en la carta: «Creo que era una terrina de puerro prensada como entrante, y de plato principal, una lubina».