De España a Inglaterra: los divorcios que han asolado las Casas Reales europeas
La Corona belga es la única que aún no se ha enfrentado a un divorcio
Por el momento, de todas las Casas Reales europeas, la casa belga es la única que parece librarse de tener un divorcio en su historia. Y eso que los rumores apuntaron hace meses a una inminente ruptura del matrimonio de Laurent y Claire de Bélgica, pero el príncipe no tardó en negar que algo pasara en su pareja.
Lo mismo les ha ocurrido a Alberto y Charlene de Mónaco. Las especulaciones sobre una posible separación entre ellos les ha perseguido casi desde el principio de anunciar su relación. Algo que aumentó cuando la princesa pasó seis meses en su país natal. Ella misma se encargó de disipar los rumores, contando que no podía viajar hasta el Principado por encontrarse enferma.
Una vez que regresó a Mónaco, y ante la falta de explicaciones oficiales, se volvió a hablar de una crisis además de una inminente separación del matrimonio. Fue entonces el turno del príncipe Alberto. Explicó, sin entrar en detalles, que su mujer no se encontraba bien anímicamente y que por eso se había tomado la determinación de que prosiguiera su recuperación fuera de palacio, en un centro especializado. Negó categóricamente que se hubieran planteado su ruptura, al igual que negó que el problema de Charlene se debiera a una operación de estética.
Pero no han corrido la misma suerte otros miembros de la realeza europea que han pasado por una separación y, por tanto, por el correspondiente escándalo que, a la vista está, han terminado superando. Hoy en día todos los ojos están centrados en España, tras las polémicas imágenes de Iñaki Urdangarin paseando de la mano con una compañera de trabajo. Y la infanta aún no se ha pronunciado.
La infanta Elena y Jaime de Marichalar
Todo fue diferente el 13 de noviembre de 2007. España vivió aquel día el primer divorcio de un miembro de la Familia Real, el de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Después de meses de rumores, Zarzuela emitió un comunicado en el que anunció «el cese temporal de la convivencia» de los duques de Lugo.
Dos años después, firmaron el divorcio. Nunca trascendió el motivo que desencadenó su ruptura matrimonial, pero lo cierto es que la hija mayor del rey emérito y el aristócrata, siempre han mantenido una relación cordial. Algo extensible al resto de la familia.
Tras 12 años de matrimonio, dos hijos en común y una etapa complicada derivada del accidente cerebrovascular que sufrió Marichalar, la ruptura fue un hecho. Coincidieron en acontecimientos familiares importantes como la comunión de Victoria Federica. Y además, doña Elena estuvo al lado de su exmarido cuando, en el año 2014, perdió a su madre, Concepción Sáenz de Tejada.
Tres de los cuatro hijos de la reina Isabel de Inglaterra
La que es toda una experta en divorcios y en capear el temporal es la reina de Inglaterra. Tres de sus cuatro hijos han pasado por una separación, y solo dos-Carlos y Ana-, han rehecho su vida. Pero sin duda la más sonada fue la de Carlos y Lady Di. Se casaron en 1981 y solo unos años después el matrimonio ya estaba roto, aunque siguieron juntos hasta 1992, cuando oficializaron su ruptura.
La polémica estuvo servida con unas conversaciones secretas entre el heredero al trono y su amante por aquel entonces, Camilla Parker. A esto se sumó el escándalo provocado por Lady Di contando, en un programa de máxima audiencia, que en su matrimonio eran tres. Firmaron el divorcio en 1996.
Pero antes que Carlos, aunque en el mismo fatídico 1992, sus hermanos Ana y Andrés ya habían pasado por ese trance. La princesa Ana se separó del capitán Mark Phillips, su marido desde 1973 y padre de sus dos hijos. La separación era evidente desde hacía tiempo, por eso no sorprendió que la única hija de la soberana británica se casara en Escocia en diciembre del 92 con Timothy Lawrence.
Carlos vivió una ruptura casi paralela a la de su hermano Andrés. Los duques de York también anunciaron su separación en 1992 y firmaron su divorcio en 1996. A pesar de la ruptura y de lo mucho que se habló en aquel momento de la pareja, siempre han mantenido una excelente relación. Hasta el punto de que Sarah Ferguson es ahora mismo el mejor apoyo de su exmarido, acusado de supuestos abusos sexuales a menores.
Carolina y Estefanía de Mónaco
Alberto de Mónaco no se divorcia. En eso le llevan la delantera sus dos hermanas, Carolina y Estefanía. La mayor de los tres hijos del príncipe Rainiero y Grace Kelly dio la campana cuando, con solo 20 años y en contra de la opinión de su padre, se casó con Philippe Junot -un francés mucho mayor que ella y con fama de playboy-. Poco les duró el matrimonio y dos años después firmaron el divorcio, aunque fueron diez los años que tardó Carolina en obtener la nulidad eclesiástica.
Años después de enviudar de Stefano Casiraghi, su segundo marido y padre de sus tres hijos mayores, la princesa contrajo matrimonio con Ernesto de Hannover. Lo hizo embarazada de su hija Alexandra. Estuvieron juntos dos décadas, y a pesar de los años que han pasado desde que se separaron, aún no han firmado el divorcio. Según los expertos, porque Carolina pretende seguir manteniendo su título de Alteza Real princesa de Hannover, con más solera que el de princesa de Mónaco.
Su hermana Estefanía también protagonizó un matrimonio polémico. Se casó con uno de sus guardaespaldas, Daniel Ducruet. Y lo hizo después de que ya les hubieran dado la bienvenida a sus dos hijos. Pasado un año se divorciaron tras la divulgación de un vídeo en el que su marido aparecía en actitud más que cariñosa con una modelo de striptease en una piscina.
Otro miembro de su equipo de seguridad ocupó su corazón. Tuvo a su tercera hija y, después de vivir en un circo, contrajo matrimonio con el acróbata de origen español, Adans Peres. Parecían muy felices, pero lo suyo solo duró diez meses.
Marta Luisa de Noruega y Ari Behn
Marta Luisa de Noruega estuvo catorce años casada con el escrito Ari Behn. Su amor pudo con todo y la princesa se vio obligada a renunciar a sus derechos dinásticos para poder casarse con el hombre al que quería. Su relación no estuvo exenta de numerosos escándalos y de ella nacieron tres hijas. Se separaron en el verano de 2016 de manera amistosa.
«La vida no va siempre sobre ruedas, tanto Ari como yo lo hemos vivido. Nos separamos, terminamos nuestro matrimonio, pero mantenemos la custodia compartida de nuestras hijas. Nuestros caminos no siguen juntos del modo en que lo hacían. Es horrible ver que no hay nada más que hacer, que lo hemos intentado todo durante mucho tiempo», dijo la hija mayor de los reyes de Noruega en un comunicado.
Solo tres años después, el 25 de diciembre de 2019, Ari Behn se quitó la vida. Una trágica muerte que dejó muy tocadas a sus hijas y también a Marta Luisa, que por aquel entonces ya había rehecho su vida con el chamán Durek Verett.
Joaquín de Dinamarca y Alexandra Manley
Si hubo una historia romántica en la realeza europea esa fue la de Joaquin de Dinamarca y Alexandra Manley. Se casaron en 1995, tuvieron dos hijos y firmaron el divorcio en el año 2005. Su ruptura fue una gran sorpresa para la sociedad danesa que no esperaba ese final para el hermano pequeño del heredero al trono. No hubo rumores de crisis, ni escándalos, tan solo se especuló, una vez notificada la separación, con la existencia de una tercera persona por parte del príncipe.
Tras la firma del divorcio, Alexandra se convirtió en condesa de Frederiksborg y recibió una tiara de su exsuegra, además de una gran cantidad de dinero. Se casó con el fotógrafo Martin Jørgensen, de quien se separó también hace unos años.
Por su parte, Joaquin de Dinamarca también rehízo su vida casándose con Marie Cavallier. Con ella ha formado una nueva familia junto a los dos hijos que tienen, Henrik y Athenea. A pesar de su separación tanto el príncipe como Alexandra mantienen también una correcta relación y se les ha podido ver, como una gran familia, en fechas señaladas como el 18 cumpleaños de su hijo mayor.