Paz Padilla: entre la fecha del juicio con Mediaset y una deuda millonaria

Paz Padilla afronta su nueva etapa vital como solo ella sabe hacerlo, con humor. Aunque se muestra fuerte y con ganas de seguir adelante, parece que la historia no está de su parte. Hace unos días conocíamos su despido fulminante de Mediaset tras la última vez que se puso al frente de Sálvame, el 20 de enero. Fue una tarde polémica que terminó con la presentadora abandonando el plató tras un duro enfrentamiento con Belén Esteban que venía de lejos.

La gaditana se marchó enfadada y nunca más se la volvió a ver. Hasta que se supo que la cadena había decidido rescindir el contrato de larga duración que precisamente renovó el pasado verano. Se cerró una puerta que ha estado abierta los 13 años que ha durado su vida laboral con la empresa que lidera Paolo Vasile. Y ya no se ha vuelto a hacer referencia a ella.

El motivo para prescindir de sus servicios no fue otro que «el incumplimiento de su obligación como presentadora, al haber abandonado el programa Sálvame una hora y media antes de su finalización». Tras publicarse la información se estuvo especulando sobre si la humorista demandaría a sus exjefes. Y así ha sido. Ha sido la abogada Maica Vasco quien ha confirmado a la revista Semana que, efectivamente, Paz ha emprendido medidas legales.

Paz Padilla ya tiene fecha para el juicio contra Mediaset

La comunicadora presentó una demanda el pasado 9 de febrero contra «Mediaset, PubliEspaña y La Fábrica de la Tele» por su despido. Mediaset se apoya en el comunicado a través del que se hizo público el despido de la presentadora. Y según El Confidencial, ya hay fecha para el juicio: se celebrará el próximo 31 de mayo a las 9:10 horas de la mañana. Un juicio que tendrá lugar en el Juzgado de lo Social número 47 de Madrid.

La duda está en si se celebrará o no el proceso, ya que, minutos antes del mismo, ambas partes tendrán «el acto de conciliación que marca la ley» para ver si se llega a un acuerdo extrajudicial. Si no se diera tal acuerdo el juicio seguiría adelante, por lo que todo quedaría en manos del magistrado.

Paz Padilla se ha enterado de la fecha de la vista recién aterrizada en México. No está parada. Continúa trabajando y no ha dudado en cruzar el charco para tratar de llevar la obra El humor de mi vida al país azteca. Tras su despido se ha volcado en la obra de teatro que además tendrá su versión cinematográfica con la propia Paz como protagonista. «Solo voy a trabajar donde sea feliz», reconocía recientemente en un programa de la televisión catalana.

En este espacio dejó claro que se encuentra en un buen momento, e hizo hincapié en que es «una curranta». «Me da igual ser presentadora que coger una fregona y limpiar», dijo antes de reconocer que, a pesar de lo ocurrido, saca una lectura positiva y está muy agradecida por todo lo que ha aprendido. Tiene la conciencia tranquila y está «Open to work».

Su deuda millonaria y su gran patrimonio

Aun así, este revés laboral le ha puesto en una tesitura. Ha perdido uno de sus principales ingresos y ahora se enfrenta a una elevada deuda tras haber hecho una gran inversión. Algo que, según la revista Lecturas, se traduce en un endeudamiento de 860.000 euros. Nada más renovar su contrato con Mediaset, Paz pidió una hipoteca de 630.000 euros para comprar un espectacular ático en Cádiz.

Días antes de formalizar el préstamo que le permitió hacerse con esta nueva propiedad pidió otra hipoteca por 230.000 euros, poniendo como aval la vivienda unifamiliar que posee en Premià de Mar. Una casa que fue el hogar conyugal cuando se casó con el padre de su hija, Albert Ferrer.

Esta propiedad no es la única que forma parte del patrimonio inmobiliario de la humorista. A estas dos casas, el ático en Cádiz y la vivienda de Premià, hay que sumarle otras cuatro propiedades. En la ciudad gaditana posee un piso de algo más de 70 metros cuadrados. Tiene también una casa hotel en la localidad abulense de El Barraco, un terreno de 1.069 metros cuadrados también en Premià de Mar y un apartamento en Villaviciosa de Odón.

Además, es socia única de Polboart S.L., una sociedad con un activo de casi dos millones de euros y a cuyo nombre están cuatro de sus bienes más apreciados: su chalet en Villaviciosa de Odón, un apartamento en Zahara de los Atunes, un local comercial en Premiá de Mar y el hotel rural Can Miquelet en Vilademuls (Girona).

El día de lo cambió todo

El 20 de enero Paz Padilla se puso al frente de Sálvame, sin atisbar que ese sería su último día en el programa. Todo estaba preparado para que la presentadora y Belén Esteban protagonizaran un cara a cara muy esperado. Y es que la de Paracuellos había acusado a la gaditana de ser una «irresponsable» por su discurso durante un directo en Instagram con Anne Igartiburu y María del Monte.

Su intervención no pasó desapercibida para nadie. Ni para las anfitrionas, ni para el resto de internautas que, incrédulos, asistieron a la intervención de Paz Padilla. Entre otras cosas admitió que «las vacunas no sirven para nada», y trató de justificar su opinión con unos argumentos que la dejaron totalmente en evidencia. Ya en el espacio de Telecinco, la andaluza siguió justificando sus palabras afirmando que todo se había sacado de contexto.

Algo que no convenció ni un ápice a la Esteban que no dudó en indicarle, de manera directa, que no se creía nada de lo que estaba diciendo. «Me da igual que no te lo creas. Yo no soy antivacunas. Decir que miento… Si quieres vamos a un juzgado», respondió Paz visiblemente molesta. La tensión fue en aumento hasta que Paz Padilla decidió marcharse de su puesto de trabajo tras quitarse el micrófono de malas maneras.