La nueva ‘herencia envenenada’ de los Pantoja y común a otras celebrities
Kiko Rivera acaba de ser diagnosticado de esta enfermedad que padecen otros rostros conocidos
La salud le está jugando una mala pasada a Kiko Rivera que ahora tiene diabetes. Todavía se está recuperando de su depresión y de sus problemas de adicciones, sigue sufriendo de gota y recientemente ha añadido una patología más a su cartilla sanitaria. Hace unos días él mismo se encargó de comunicar el diagnóstico a través de sus redes sociales.
Allí les contó a sus seguidores que, tras una revisión médica, se le había diagnosticado esta complicada enfermedad que ya conocía. En un storie, el DJ publicó sus índices de glucosa aclarando que es algo heredado de su madre y de su tío Bernardo. «Estoy asimilándolo todavía. (…) Toca cuidarse chicos, toca tomarse la vida de otra manera. Toca vivir», escribió en Instagram.
De inmediato surgieron las críticas. Al consultar la hemeroteca, hace unos años que ya contó que padecía esta esta enfermedad. Lo confesó en 2016 cuando tuvo que cancelar un viaje de trabajo a México. En el comunicado enviado por la discográfica se desveló el motivo de la cancelación: «Kiko Rivera presenta un cuadro de debut diabético, según el parte médico que se adjunta, al que además se añade la no recomendación de viajar al extranjero. Kiko se encuentra bien, descansando en su domicilio, aunque en observación».
Kiko, Isabel y Bernando Pantoja, unidos por la diabetes
Isabel Pantoja, discreta a este respecto, también la sufre. Aunque no suele hablar de este aspecto de su vida, en 2006 una fuerte subida de azúcar la obligó a cancelar un concierto en el Palau de la Música. En el 2015, cuando se encontraba cumpliendo condena en prisión tuvo un problema con el azúcar muy comentado. Horas antes de que expirase el permiso de fin de semana del que estaba disfrutando, fue ingresada en un centro médico donde permaneció 20 días.
Se especuló con un supuesto trato de favor y desde Instituciones Penitenciarias desmintieron cualquier favoritismo hacia ella. El parte médico del centro hospitalario fue claro y conciso: «Una patología renal, la nefropatía diabética, secundaria a su patología de base, la diabetes. Y presenta variaciones con irregularidades tanto en los valores de glucemia como de creatina». A pesar de eso, en el año 2019 su enfermedad no fue un impedimento para que la tonadillera se convirtiera en el fichaje estrella de la edición de ese año de Supervivientes.
Su hermano Bernardo es el que más complicaciones ha tenido a lo largo de su vida debido a la diabetes. En el año 2017 sufrió una operación en la que se realizó la amputación de un pie, al parecer, a consecuencia de esta patología. Y hace solo unas semanas fue ingresado de urgencia en un hospital de Sevilla por problemas derivados de la diabetes que incluso llegaron a hacer temer por su vida como se llegó a decir en Sálvame.
Belén Esteban, una celeb que da visibilidad a la enfermedad
Además de los miembros del clan Pantoja, son numerosos los rostros conocidos que han desvelado que son diabéticos o que han padecido esta enfermedad en un momento puntual en su vida como durante un embarazo -la llamada diabetes gestacional-. Si hay una famosa que ha dado visibilidad a la enfermedad a lo largo de los años ha sido Belén Esteban. La colaboradora de televisión está diagnosticada de diabetes tipo 1 y durante sus años más convulsos fueron numerosos los ingresos y los problemas que sufrió debido a la enfermedad y a su estilo de vida.
Diabética desde los 10 años, ‘gracias’ a su enfermedad conoció al que hoy es su marido, su Miguel. Ha sido él quien más le ha ayudado a tener a raya su patología. «Miguel me habló de la bomba de insulina y yo no estaba muy convencida, pero al final me la puse y me cambió la vida», desveló en 2018 meses antes de su boda.
«La bomba te avisa de la dosis que te tienes que poner y te regula, así que si un día quiero pasarme puedo hacerlo luego compensando con la que me indique la bomba. La llevo siempre y tan feliz», reconoció, abogando por el trato dispensado en la sanidad pública. «La bomba es muy cara y la verdad es que en eso hay que reconocerle el mérito a la seguridad social».
Carlos Sobera, el encargado de conciencia sobre la diabetes
El presentador vasco ha conocido la peor cara de la diabetes 2 que padece. Convive con la diabetes desde que en el año 2012 se le descubrió durante un chequeo rutinario. «El destino llamó a mi puerta, tuve que hacerme una analítica y a los cuatro días me dijeron que tenía el azúcar en 300, una barbaridad. Me puse a régimen estricto ese día, y por la noche me fui a urgencias. Me confirmaron que era diabético tipo 2 y a partir de ahí comencé a actuar en consecuencia», desveló hace unos años.
Hace tres años lo pasó realmente mal por este problema de salud que a punto estuvo de costarle la vida: «Tuve un principio de gangrena y pude morir, fue un susto terrible porque una fístula se me infectó y se me complicó todo por mi diabetes. Si la bacteria entraba en la sangre podía morir. A mi mujer le dijeron que estuviera preparada para todo».
Meses después protagonizó una campaña para concienciar sobre la diabetes y recordó lo que había vivido. «Hay un momento en el que te da la impresión de que tú controlas la enfermedad y de que va todo más o menos bien mientras te tomes la medicación. Pero un buen día te pasa algo. Entonces te das cuenta de que la diabetes es un enemigo silencioso que hay que combatir siempre».
Nacho Fernández o la diabetes en el deporte de élite
La diabetes no hace distinción. Hay quien tiene más o menos predisposición, pero le puede tocar a cualquiera. Y si no que lo digan a Nacho Fernández, defensa del Real Madrid, que fue diagnosticado de diabetes con solo 12 años. Aunque nunca lo ocultó, fue hace tres años cuando quiso hablar de la enfermedad de una manera natural. Fue en un acto organizado por el Día Mundial de la Diabetes de hace dos años cuando hablo largo y tendido sobre su vida con esta patología.
Algo que no le ha impedido cumplir sus sueños, más allá de lo que había imaginado. Pero los comienzos no fueron fáciles. Empezando porque el diagnóstico llegó de un día para otro cuando solo llevaba un año jugando en los Alevines del equipo blanco. El primer especialista que le trató le dijo que tenía que dejar el fútbol de manera radical, pero el endocrino que le trató entonces le recomendó todo lo contrario. Pero fue un varapalo para toda la familia, aunque poco a poco se fueron habituando a convivir con ella.
«La enfermedad te hace aprender a ser responsable. Con el tiempo ya conozco m cuerpo perfectamente, sé qué puedo comer, cuánto tengo que comer, cuándo tengo que empezar a hacer la actividad física», indicó el futbolista que ha llegado a lo más alto del fútbol profesional. Nacho desveló que se cuida el triple que el resto de sus compañeros, pero que lleva una vida normal. «Es una enfermedad con la que puedes lograr todo lo que te propongas. Yo soy un ejemplo, he cumplido más sueños que los que tenía cuando era niño».