Sara Carbonero y Nacho Taboada juegan al despiste en su cita secreta
La pareja disfrutó de una noche musical en un local del centro de Madrid en el que permanecieron cuatro horas
La periodista Sara Carbonero está ilusionada de nuevo. Hace un mes que saltó la noticia de esta nueva relación de la comunicadora, que ha vuelto a sonreír junto al músico Nacho Taboada tras su ruptura con Kiki Morente. La discreción es una máxima que siempre ha regido la vida de la toledana desde que saltó a los medios. Durante su relación con Iker Casillas no se escondieron, vivieron su amor con naturalidad con todo lo que eso conlleva.
Y parece que tras la presión mediática que vivió durante este tiempo conviviendo con el exportero del Real Madrid, Sara ha aprendido la lección. De ahí que cuide con mimo todo lo referente a su vida privada, pero sobre todo a todo lo que tiene que ver con su estado civil. Así ocurrió durante su breve relación con el hermano pequeño de Estrella Morente. Fueron contadas las veces que se les vio juntos. Coincidieron en conciertos, se les vio entrar en la misma vivienda de la capital, pero ninguno llegó a confirmar claramente que estaban enamorados.
Sara Carbonero y Nacho Taboada, pillados
A pesar del cuidado que pone Sara para no ser pillada, hace unos días se le pudo ver durante una cita nocturna secreta con Nacho Taboada en un céntrico bar de una las zonas de ocio de moda de la capital. La revista Diez Minutos publica este miércoles las imágenes en las que se les ve abandonando el lugar con una diferencia de varios minutos. No quieren que se les fotografíe juntos, pero parece que sus esfuerzos por no ser descubiertos no han surtido el efecto que quieren.
Según la publicación antes mencionada, los dos acudieron por separado al local sobre las diez de la noche. Allí permanecieron durante algo más de cuatro horas y, a las dos de la madrugada repitieron el mismo patrón que a su llegada.
El primero en salir del lugar fue el productor musical. Eso sí, según fuentes a la cabecera, Nacho se cercioró de que nadie se daba cuenta de sus pasos. Minutos después hizo lo mismo la periodista, que también intentó comprobar que nadie era testigo de su plan.
Los dos escogieron un look en el que el color negro fue el protagonista. Un tono que bien podría ayudarles a pasar desapercibidos en esta cita que pone de manifiesto que entre ellos hay algo más que una simple amistad. Sus allegados afirman que los dos están muy emocionados y que están viviendo a tope estos primeros días de relación, aunque prefieren ir poco a poco.
Nacho reaparece sin Sara
El músico se dejó ver la tarde del martes en un evento musical done se codeó con algunos grandes de la música como Pablo Alborán, Pastora Soler, Blas Cantó o Sharon Corr. Taboada acudió a la inauguración de The Music Station, el nuevo espacio creativo de la discográfica Warner Music situada en la antigua Estación del Norte de la capital.
El joven apareció solo y acaparó la atención de todos los medios de comunicación allí congregados, a pesar de las estrellas que también pisaron la alfombra roja. Aún así se limitó a posar con una tímida sonrisa, pero a la hora de atender a los periodistas prefirió no someterse a la batería de preguntas, evitando así tener que tocar todo lo referente a su relación con Sara Carbonero.
Así surgió el amor
A mediados de abril comenzaron los rumores. Sara Carbonero estaba de nuevo enamorada y el elegido era Nacho Taboada, vocalista del grupo Colectivo Panamera. En aquel momento se empezó a hablar de esta relación por unas fotos en los que se les veía agarrados y muy acaramelados disfrutando de la noche madrileña en un local de la calle Ferraz. «Ambos fueron al concierto de una amiga que tienen en común. Sara fue al camerino y allí coinciden. Ese día supuso un antes y un después para ellos», publicó Semana.
Según testigos de este primer encuentro, la de Corral de Almaguer fue la primera en lanzarse y le pidió a su amiga el teléfono del productor musical con el que parece que tiene muchas cosas en común. «Están muy contentos, pero él se empieza a ver superado por la presión mediática. Al final es un mundo nuevo para él».