El beso de Alberto y Charlene de Mónaco: cuando una imagen vale más que mil palabras
El cariñoso gesto del matrimonio ha tenido lugar durante su primera visita oficial fuera del Principado, que les ha llevado a Noruega
El beso de Alberto y Charlene de Mónaco que ha sorprendido en su viaje a Oslo | Gtres
Tras meses de informaciones y rumores sobre la situación del matrimonio formado por Alberto y Charlene de Mónaco, la pareja ha disipado todas las dudas a ese respecto con un cariñoso y sorprendente beso en público. Un gesto que han tenido en Oslo, durante un viaje oficial que les ha llevado a Noruega y al que también han llevado a sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella.
Alberto y Charlene de Mónaco han viajado a Noruega para presidir a la inauguración de la exposición ‘Navegando en el mar de la ciencia, científico y explorador. El príncipe Alberto I y la exploración noruega temprana de Svalbard’, en el Museo Fram de la capital noruega. Una de las actividades que forma parte de la celebración del centenario de la muerte del príncipe Alberto I de Mónaco, bisabuelo del actual soberano.
Se trata del primer viaje oficial de Charlene de Mónaco fuera del Principado, después de un año complicado debido a sus problemas de salud. Un imprevisto que surgió precisamente hace doce meses durante un viaje a Sudáfrica, que se alargó más de lo previsto y que hizo saltar todas las alarmas.
Un gesto que termina con las especulaciones
Se habló de un mal resultado de una operación de estética, se llegó a decir que la princesa podría haber sido diagnosticada de cáncer e incluso se insinuó que el matrimonio real estaba atravesando una fortísima crisis. El propio Alberto viajó en agosto al país natal de su mujer en compañía de sus hijos. Compartieron varias imágenes de su reencuentro, pero en su regreso a Mónaco no les acompañó Charlene.
Las informaciones que hablaban de la posibilidad de que se produjera una ruptura en la pareja formada por Alberto y Charlene cobraron más fuerza el pasado mes de mayo. A pesar de los esfuerzos del palacio real de desmentir que hubiera problemas en el matrimonio, hace poco más de un mes que la revista gala Voici destapó la supuesta existencia de un acuerdo al que habría llegado la pareja.
A través de la firma del mismo, Alberto y Charlene de Mónaco habrían pactado vivir de manera independiente, aunque realizando apariciones oficiales durante las que la princesa ejercería de primera dama. Además, en el documento también se habría estipulado que la exnadadora seguiría manteniendo contacto habitual con sus hijos, aunque ella seguiría residiendo en Ginebra. Todo a cambio de 12 millones de euros anuales.
Desde palacio no hubo reacción. Ni confirmación ni desmentido. Pero viendo el beso entre el matrimonio en Oslo, todo ha quedado en agua de borrajas. La pareja sigue enamorada y remando juntos en la recuperación de la princesa, que sigue según los planes médicos.
El primer viaje oficial de Charlene de Mónaco en meses
Aunque durante sus últimas apariciones públicas Alberto de Mónaco ha estado muy pendiente de su mujer, no ha sido hasta este viaje a Oslo cuando han sorprendido con este beso en los labios, que no es habitual en ellos (al menos en público). Parece que estos meses tan complicados para ellos no ha hecho más que afianzar su relación, aunque ya han sido varias las ocasiones en las que han aparecido para cumplir con sus compromisos.
El miércoles aterrizaban en Oslo y allí les recibieron los reyes Harald y Sonia de Noruega. La cita tuvo lugar en la residencia estival de los monarcas, donde también estuvieron Hakoon y Mette-Marit, así como la princesa Marta Luisa, esta vez sin su prometido. Ambas familias reales compartieron un distendido almuerzo para coger fuerzas y continuar con el plan previsto.
Desde el palacio real de los Grimaldi se han compartido una serie de fotografías con las que muestran algunos de los momentos de esta visita oficial de Alberto y Charlene de Mónaco junto a sus hijos. Los pequeños también han tenido su protagonismo, especialmente durante la visita al Museo Fram. Allí se les vio caminar de la mano de sus padres mientras observaban las instantáneas y las explicaciones que relatan el viaje del príncipe Alberto I.
