El juez Santiago Pedraz reniega de Esther Doña después de confirmarse su gran engaño
La exclusiva en la que ambos anunciaban su compromiso llegó a ser una mentira, y ahora tanto ‘¡Hola!’ como Santiago Pedraz y Esther Doña dan explicaciones
Esther Doña y Santiago Pedraz han roto definitivamente su relación, que ha sido polémica hasta el final, en especial porque ella dio vía libre a la revista ¡Hola! para publicar un reportaje, hecho hace semanas, en el que anunciaban su compromiso cuando ya habían roto su relación.
La pareja había emprendido caminos separados semanas antes, pero a pesar de todo la viuda de Carlos Falcó decidió seguir adelante con la exclusiva y no informar a su revista de cabecera la realidad sobre su relación.
No obstante, poco después, el propio entorno del juez de la Audiencia Nacional confirmó que Santiago Pedraz había tomado la decisión de romper con su prometida mucho antes, tras una fuerte discusión en la que se dio cuenta que Esther «no era la mujer que él creía que era».
«Estaba ciego de amor pero ahora está descubriendo cosas que no le gustan», ha revelado una persona muy cercana al magistrado a Esradio, asegurando además que el juez no piensa pronunciarse públicamente sobre su separación porque nunca ha hablado de su vida privada.
Sin embargo, ahora sabemos qué dijo cuando vio la polémica portada de su compromiso fallido con su ya exnovia.
Santiago Pedraz reniega de Esther Doña: «No voy a volver con ella»
El mismo día que salió la portada, el pasado miércoles, el juez llamó a la revista para contar que todo era mentira y que no podía dar crédito de lo que estaba viendo, pues no comprendía por qué no se había paralizado la publicación, puesto que hacía semanas que habían roto.
«Rompí la relación el pasado 12 de agosto. Desde entonces, absoluta distancia», dijo Santiago Pedraz a ¡Hola!, tal y como revela ahora la publicación.
No voy a volver con Esther. No quiero hablar con ella. Hay líneas rojas que no se pueden pasar y ella las pasó, por eso me planté y rompí y por eso no me voy a mover
«No voy a volver con Esther. No quiero hablar con ella», añadió, tras decir que no quiere hablar mal de ella para «perjudicarla de ninguna manera, (…) pero hay líneas rojas que no se pueden pasar y ella las pasó, por eso me planté y rompí y por eso no me voy a mover». Esto pareció ser el motivo principal de su ruptura.
Esther Doña no le dijo la verdad a la revista, que da su versión
La mencionada revista ha dado su versión sobre los hechos, y asegura que el pasado lunes, 22 de agosto, se iba a mandar la entrevista a imprenta para que saliera el miércoles 24 (como finalmente sucedió). Ese lunes, ¡Hola! se puso en contacto con Esther Doña, quien les «expresó su felicidad al confirmarle que el anuncio de su boda con Santiago estaba a punto de salir a la luz. Ni sombra de crisis, ni atisbo de duda y, por supuesto, ninguna comunicación de que nada hubiera cambiado entre ellos».
La revista no informó a Santiago Pedraz sobre la publicación porque él «nunca participó en ninguna negociación. No cobró, ni ahora ni nunca, por ningún reportaje y su único propósito fue el de acompañar a Esther. El reportaje se acordó con ella y es a ella, por tanto, a la que le correspondía comunicarse con nosotros para, eventualmente, parar o posponer la publicación, si la reconciliación fuera, en algún caso, posible».
El propio Santiago Pedraz le cuenta a la revista que él le dijo a Doña que, por favor, llamase a la publicación para «que no salieran esas fotos ni esa entrevista, ya que ya no había lugar».
Sin embargo, Esther Doña decidió seguir adelante, ya que creía que era un enfado tonto: «El sábado 20 de agosto recibí un mensaje por WhatsApp de Santiago diciéndome que la relación se había terminado, pero no me lo tomé en serio». Una fecha que no concuerda con la que da el juez, pues fecha su ruptura en el 12 de agosto.
Y ¿por qué mintió entonces? No se sabe, ya que «Esther Doña no había cobrado ningún dinero por la entrevista». Quizá pensó que todo se arreglaría. Ahora, sin embargo, ya parece haberse dado cuenta de que no, pues le ha dejado de seguir en sus redes sociales, un gesto que, en pleno siglo XXI, es muy revelador.