El futuro incierto de Liz Truss tras su polémica dimisión: la vida sigue... pero no está sola
Liz Truss ha presentado este jueves su dimisión como primera ministra de Reino Unido. Ahora, se abre paso una nueva etapa en su vida
Liz Truss ha presentado este jueves su dimisión como primera ministra de Reino Unido tras días de presión y duras críticas en el seno de la formación y tras haber ostentado el cargo poco más de un mes. Según los últimos sondeos, solo recibía el apoyo del 10% de los británicos tras sus últimos giros políticos en materia fiscal.
Truss se ha convertido así en la primera ministra de la Historia de Reino Unido que menos tiempo ha pasado en el cargo, exactamente 45 días. El segundo fue George Canning, que estuvo 119 días al frente de Downing Street hasta su muerte.
Ya ha notificado su dimisión al rey Carlos III, aunque permanecerá al frente del Gobierno hasta que se elija a un sustituto. «Es la mejor decisión para mantener a Reino Unido en una condición económica estable», ha dicho en una breve declaración ante Downing Street, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
Ahora, se abre paso una nueva etapa en la vida de la ex primera ministra, pero no estará sola.
La nueva vida de Liz Truss
Si bien ahora enfrenta un futuro incierto, sin duda contará con el apoyo de su esposo, a quien ha descrito como el «amor de su vida».
Liz Truss lleva casada con Hugh O’Leary desde el año 2000. Ambos se conocieron en una conferencia del Partido Conservador en 1997 y tienen dos hijas, Florence, de 16 años, y Liberty, de 13.
La historia de amor entre ambos comenzó en el suelo, literalmente, y ha sobrevivido a una fuerte crisis. Lo primero lo decimos porque en la primera cita de ambos, O’Leary se hizo un esguince de tobillo tras caerse patinando sobre hielo. Y lo segundo, porque en el año 2006 se hizo público el romance de la política con Mark Field, un parlamentario conservador a quien conoció en el año 2000, cuando ella tenía solo 25 años y él era su mentor.
Ambos mantuvieron una relación extramatrimonial durante, al menos, un año y medio. Al salir a la luz por la prensa rosa británica, Field se quedó sin mujer, ya que esta le pidió el divorcio tras 12 años de relación. En cambio, el matrimonio de Truss sobrevivió.
«Lamento mucho este asunto. Es un error que cometí y en lo que a mí y a mi esposo se refiere, es agua pasada», dijo ella misma cuando salió el escándalo. En 2019, añadió que toda la polémica que se formó la hizo más fuerte en el trabajo y que estaba «felizmente casada», tras negarse a decir si esta infidelidad había afectado o no a su relación.
Lo que es evidente es que, al margen de si les vino bien o mal, el matrimonio sigue junto. Y tanto O’Leary como las dos adolescentes serán ahora los pilares que sustenten a Liz Truss, que se enfrenta a un periodo convulso en su vida.
Además, tiene derecho a una cuantiosa pensión de 131.00 0 euros anuales
A todo esto se suma que Liz Truss tiene derecho por haber vivido en Downing Street a reclamar una pensión de 115.000 libras, que se corresponderían a unos 131.000 euros, al año. La oposición ya ha pedido que renuncie a esta concesión por la brevedad de su estancia en el poder, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
Este pago anual surgió en 1991 y se le llama la Asignación para el Coste de los Servicios Públicos (PDCA, por sus siglas en inglés). Nació a raíz de la dimisión de Margaret Thatcher, para que las arcas públicas se hiciesen cargo de los gastos asociados a las actividades oficiales de antiguos mandatarios.
La pensión es, en realidad, un reembolso por gastos vinculados a oficina o secretaría. El Gobierno estipula en su página web que «todos los ex primeros ministros» tienen derecho a esta ayuda, sin importar por tanto el tiempo que han estado en el cargo o las circunstancias de su salida. Actualmente, se establece un límite de 115.000 libras, congelado desde 2011 y autorizado de nuevo para el periodo 2022-2023. Si el beneficiario aceptase otro cargo público, la norma establece que la cuantía a la que tiene derecho se revisará.
Los últimos datos disponibles, correspondientes al periodo 2020-2021, muestran que tanto John Major como Tony Blair reclamaron al Estado la cantidad completa. Gordon Brown solicitó algo menos de 115.000 libras, David Cameron unos 113.000 y Theresa May, que sigue siendo diputada, unas 57.000. Veremos si Liz Truss también pide su parte, a pesar de su breve mandato.