Tamara Falcó e Íñigo Onieva: una reconciliación que se gestó tras acudir juntos a misa
La marquesa acudió este jueves a ‘El hormiguero’, y contó cómo ha sido la reconciliación con Íñigo Onieva, que comenzó en la iglesia
Tamara Falcó acudió este jueves a El hormiguero, y contó cómo ha sido la reconciliación con Íñigo Onieva. Un regreso que está siendo muy convulso de cara a la opinión pública, pues muchos no entienden que la marquesa de Griñón le haya perdonado después de todo.
Sin embargo, Tamara Falcó está «muy feliz», tal y como dijo en el mencionado programa de Antena 3. «Decidimos enterrar el hacha de guerra la semana de Navidad, no nos mandábamos mensajes porque no tenía mi móvil, pero escribió a una amiga mía y le dijo ‘dile a Tamara que vamos a hacer las paces’», comenzó contando la colaboradora.
Una idea que a la marquesa le pareció bien, así que el día 24 de diciembre pensó que podían quedar para ir a misa: «A las siete de la tarde le mandé un mensaje preguntándole si me quería acompañar a la Misa del Gallo, me dijo que tenía lío, pero que lo iba a intentar».
Quedaron para ir a misa e hicieron las paces
Ese mismo día, Íñigo fue hasta casa de Isabel Preysler y se encontró con que ninguno de los familiares de Tamara sabía que iba a aparecer de la nada: «En casa somos muy civilizados y confiaba mucho en ellos. (…) Mi primo, cuando abrió la puerta, pensó ‘¿se ha equivocado?’. Pero estuvimos muy bien».
Tamara Falcó también ha explicado que no quiso contarle a nadie de su familia que Íñigo iría a casa porque sabía que no les iba a parecer una buena idea: «¿Para qué? (…) Saludó y a mi hermana le dio un ataque de risa». En cuanto a su madre: «Le dije: ‘Mami, alguien ha venido a saludarte’. Y me dijo: ‘¿Quién?’. Y le contesté: ‘Me voy a misa’».
Tras esa afirmación, se entiende que Isabel Preysler no se reencontró con Íñigo ese mismo día porque los dos tortolitos se fueron «a la misa, con la mala suerte de que justo estaba la amiga del dueño de la revista ¡Hola! en el banco de al lado, enseguida me llamó Eduardo a preguntarme».
Ese día, el joven dejó a Tamara Falcó en casa, pero antes estuvieron hablando largo y tendido en su vehículo, una conversación que estuvo «muy bien», pero en la que «no» hubo nada más que palabras. Como la marquesa cambió de teléfono, le dio su número y «a partir de ahí nos empezamos a mensajear».
El 31 de diciembre, fecha clave en su regreso
El 31 de diciembre quiso empezar bien el año y pensó que la mejor manera sería cerrando la historia con Íñigo, pero recuerda que «el 28 pasa todo lo de mami y Mario, llama mi hermana desde EEUU y entonces mi madre hizo un comentario sobre tío Julio y pensé ‘¿y si nunca se han dado una segunda oportunidad?’».
En ese momento, empiezó a reflexionar sobre si retomar o no la relación con su expareja. Finalmente, en Nochevieja, Tamara Falcó escribió a Íñigo, en los cuartos, para preguntarle si iba a ir a verla luego. Y así fue, pues, tras las Campanadas, «cogió su moto y se vino, también estaba el ¡Hola! sacando una foto el 31 a las doce y cuarto en casa. Entonces ya se confirmaba otra vez… había foto».
Tamara Falcó confía en Íñigo: «La gente cambia»
Tamara Falcó ha explicado que su madre no quiere que sufra: «Lo que me dijo fue ‘la gente no cambia’, pero yo pensé… yo he cambiado. (…) Íñigo se ha dado cuenta de su error. (…) La bofetada ha sido monumental y creo que sí que ha visto que había cosas en su vida que tenía que depurar, no solo lo de los cuernos».
Así, pues, parece que la marquesa va a por todas, e incluso ya planea casarse este mismo 2023.