Dani Alves, «sin comer» en prisión mientras su mujer, Joana Sanz, saca fuerzas para seguir
Las primeras horas de Dani Alves en prisión están siendo muy complicadas, y no solo para él, pues su mujer lo está pasando francamente mal
Dani Alves se encuentra en prisión condicional sin fianza desde que el pasado viernes prestó declaración ante la jueza por su presunta agresión sexual a una joven de 23 años, fechada el pasado 30 de diciembre en una conocida discoteca de Barcelona.
A pesar de que niega los hechos, sus contradicciones durante su declaración —cambiando de versión hasta en tres ocasiones— y el alto riesgo de fuga al no haber tratado de extradición con su país natal, Brasil, han provocado que la magistrada haya decretado su entrada inmediata en la prisión de Brians 1, en Sant Esteve de Sesrovires, a la espera de juicio, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
Algo que el exjugador del Barça y el Sevilla, entre otros equipos, no esperaba y que le ha dejado literalmente «destrozado», según han revelado este fin de semana en el programa Fiesta, de Telecinco.
Dani Alves, «destrozado» y casi «sin comer» en sus primeros días en prisión
Según los funcionarios de prisiones con los que ha podido hablar el programa de Telecinco, las primeras horas de Alves, de 39 años, en la cárcel han sido complicadas. El brasileño, que ocupa una celda individual, se encontraría «en shock» y, mientras se replantea su estrategia legal y solicita volver a declarar ante la jueza, apenas está ingiriendo alimentos («más allá de algo de fruta») y tiene que ducharse en agua fría.
Además, estaría incomunicado, ya que en comisaría, adonde acudió voluntariamente el pasado viernes para dar su versión de los hechos, se le habría retirado el teléfono móvil y él no ha realizado ninguna llamada desde la cárcel porque no recuerda el número de ninguno de sus seres queridos.
Su mujer, Joana Sanz, abatida: «Corazón, aguanta tanto dolor»
Mientras tanto, la modelo Joana Sanz, mujer del futbolista Dani Alves, de 29 años, está pasando un auténtico calvario estos días. La decisión de enviar a la cárcel de su marido ha sido el segundo drama al que se enfrenta en pocos días, ya que ha ocurrido en pleno duelo por la muerte de su madre.
La progenitora de la joven falleció hace poco más de una semana por un cáncer de útero, tras detectarle un tumor de 18 centímetros, según explicó ella misma en un podcast. La mujer había sido ingresada en un centro de psiquiatría y la modelo denuncia que tenían «cero conocimiento de medicina». «Se desangraba cada vez que iba al baño y ni caso le hacían», asegura.
«Mi madre firmó para operarse el 29 de noviembre, no le dieron quirófano hasta el 17 de enero. Demasiado tarde», lamenta la modelo, que animó a su madre hasta el último momento.
Mientras pasa el duelo por el fallecimiento de su madre, Joana Sanz se enfrenta ahora a la prisión de su marido. La modelo no duda de la inocencia de Dani Alvez, a quien ha defendido públicamente: «Yo he visto muchas veces como mujeres se acercan en el reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia no me quiero imaginar cuando yo no estoy. Yo sé quién es mi marido, yo sé cómo le conocí, sé lo respetuoso que es porque ni cuando me estaba conociendo a mí me faltó al respeto».
Este lunes, a través de Instagram y tras pedir «un poco de empatía» a todos, ha publicado la siguiente, y reveladora, frase: «Corazón, aguanta tanto dolor, por favor», que revela lo mal lo que está pasando estos días. Y no es para menos.