La (muy) mala racha de Fernando Verdasco, el yerno favorito de Isabel Preysler
El cuñado de Tamara Falcó ha visto últimamente cómo varios de sus negocios y de su familia se venían abajo. ¿Su reacción? Despreocupación absoluta
Fernando Verdasco ha conseguido hacerse hueco como personaje de actualidad en un momento en el que su familia política es un constante ventilador de noticias. La nueva situación sentimental de Isabel Preysler o la montaña rusa que es la relación sentimental entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva acaban por eclipsarlo, lógicamente.
Más allá del deporte, el marido de Ana Boyer procede de una estirpe de empresarios hosteleros. El padre del tenista, José Manuel Verdasco del Hoyo, fundó junto a sus hermanos algunos de los restaurantes más emblemáticos de Madrid. Los negocios de este sector han sido durante años uno de los motores de la economía de la familia Verdasco. Pero, a juzgar por los últimos acontecimientos, esa suerte ha cambiado.
Un negocio en ruinas
Ha sido El Español quien ha informado de la demolición de La Cañada, el restaurante ubicado en Boadilla del Monte. Este establecimiento estaba regentado por el progenitor de Fernando Verdasco (y su tío) primero, pero después pasó a mano de sus primos. Durante años fue un negocio próspero, de hecho allí se casaron la hermana del tenista, Sara Verdasco, y Juan Carmona.
Este templo de la gastronomía cerró sus puertas el pasado 15 de enero, tras cuatro décadas en funcionamiento. Fue traspasado a una empresa privada encargada de la construcción de un gran centro sociosanitario. Actualmente, solo quedan las grúas encargadas de tirar abajo la estructura.
Curiosamente, no son las únicas clausuras que han llevado a cabo Fernando Verdasco y su familia. En marzo de 2021 bajaban la persiana para siempre de El café de Chinitas. Posteriormente, hacían lo propio con Casa Patas y Villa Rosa. El cierre más sorprendente fue el de La Rayúa, el restaurante de Majadahonda homenaje a la matriarca del clan, cuatro años después de inaugurarlo.
El paso a paso del declive de Fernando Verdasco
El adiós a varios negocios no hace sino seguir la tendencia que el propio tenista inició al dar de baja la empresa que gestionaba su imagen, Ferek Imagen SL, hace tan solo unos meses. Un movimiento que fue sorprendente puesto que se trataba de una sociedad «encargada de la representación comercial, la explotación de los derechos y asesoramiento técnico y administrativo de varios deportistas y artistas», según se lee en el Registro Mercantil.
Fernando Verdasco llevaba con ella desde el inicio de su carrera deportiva, allá por 2004. El detonante fueron los resultados cosechados. La empresa cerró el 2020 con pérdidas cifradas en 415.000 euros, aproximadamente. En 2021 se confió en revertir la situación, aunque siguió la caída en picado. El balance arrojaba números rojos, aunque se logró frenar la sangría para detenerse en 30.000 euros, pero con signo negativo delante.
Si las cosas en los negocios no le van demasiado bien, qué decir del apartado profesional. Fernando Verdasco lleva años muy lejos de la élite del tenis nacional. Actualmente, ocupa un discretísimo ranking 154 en la lista de la ATP y su público se ha acostumbrado a verlo caer en las primeras rondas de los torneos. A pesar de su mal rendimiento y de sus 39 años, el cuñado de Tamara Falcó descarta retirarse, de momento.
El patrimonio inmobiliario como tabla de salvación
Esta inercia de ver caer negocios podría tener varias lecturas y quizá la mayoría negativas porque dar de baja un negocio se interpreta como un síntoma inequívoco de que algo no va bien. Sin embargo, hay que apuntar que Fernando Verdasco goza de una salud financiera robusta.
Esto es así, en gran parte, por su patrimonio inmobiliario. El madrileño tiene una vivienda de 600 m2 que tiene en Pozuelo de Alarcón (Madrid), y que está valorada en 2,2 millones de euros. Sin olvidar el pequeño piso de 40 m2 que adquirió en el barrio de Salamanca en 2015. Fuera de la capital española cuenta con un apartamento en El Rompido (Huelva).
Uno de los movimientos más destacados lo llevó a cabo el año de la pandemia. En 2020, el tenista se deshizo del chalé de 914 metros cuadrados con 1.800 de parcela, situado en El Bosque, dentro del municipio madrileño de Villaviciosa de Odón. A cambio recibió 1.650.000 euros.
Por más que no corran buenos tiempos en las apuestas empresariales, Fernando Verdasco no transmite preocupación alguna en cuanto a su futuro y al de su familia, o al menos eso dice su tren de vida. Ana Boyer y él viven a caballo entre Doha y Madrid, sin dar atisbo alguno de cambio o inquietud por la caída en picado de varios negocios.