Isabel Preysler cumple 72 años: todos los detalles de su día y el motivo de su felicidad

Isabel Preysler ha celebrado un 72 cumpleaños de lo más agridulce. Aunque se encuentra centrada completamente en la felicidad de su hija Tamara, que pronto pasará por el altar, la socialite también tiene el corazón partido después de haber puesto punto final a su historia de amor con Mario Vargas Llosa. Un revés sentimental que no ha empañado su día más especial.

Después de varias semanas alejada del foco mediático, Preysler reaparecía frente a las cámaras con un dos piezas en color rojo pasión y una sonrisa de oreja a oreja. «Perdonad, es que voy con el tiempo justo», decía a la prensa que esperaba su llegada al Teatro Real. Y, aunque no quiso responder a las cuestiones acerca del Premio Nobel, sí que desveló cuál era su plan de cumpleaños: «Lo pasaremos en casa en familia».

Un regalo muy especial 

Una celebración a la que no faltó la marquesa de Griñón ni su prometido, Íñigo Onieva. Pese a no haber trascendido imágenes del momento, sí que se ha podido saber el regalo especial que la socialite le hizo a su madre por su nueva vuelta al sol. Tal y como ha comunicado Vanitatis, Falcó le obsequió con una noche de estreno de ópera en la capital. En concreto, la obra Aquiles en Esciros, una de las obras más tops de la ciudad.

Pero este no fue el único regalo que Preysler recibió. A su salida del teatro, en la víspera de su cumpleaños, la socialite recibió los primeros regalos: un ramo de flores y una caja de bombones. Una sorpresa que agradeció de todo corazón.

Un invitado más 

No era ningún secreto que Isabel Preysler iba a pasar su cumpleaños rodeada de sus seres queridos, pero sí se desconocía si en esta celebración habría sitio para Onieva. Pues, cabe recordar que desde que salió a la luz la infidelidad en el Burning Man y la posterior ruptura, la socialite ha sido muy crítica con el hombre que había roto el corazón a su hija.

Ahora, parece que poco a poco el empresario se está volviendo a ganar la confianza de su suegra. Prueba de ello era su aparición en la mansión de Puerta del Hierro para acompañar a ‘la reina de corazones’ en su cumpleaños; una fiesta que se alargó hasta las ocho de la tarde y en la que pudieron tomar café, tarta y compartir confidencias. Con este movimiento, queda claro que Isabel Preysler e Íñigo Onieva han enterrado el hacha de guerra.

El motivo de su felicidad 

Pero, sin duda, el mejor regalo de Isabel tendrá lugar el próximo 8 de julio, cuando Tamara e Íñigo sellen para siempre su amor en el palacio El Rincón. Y es que, aunque desde que ‘la reina de corazones’ rompiese su relación con Vargas Llosa han sido muchos los hombres con los que se le ha vinculado, lo cierto es que ella solo tiene una ilusión: la felicidad de la marquesa de Griñón.

«Mi hija es feliz y eso es lo importante, que ella sea muy feliz», dijo a las cámaras al ser preguntada por esta reconciliación de Falcó y el empresario. Una segunda oportunidad que pondrá el broche de oro con la boda del año, enlace en el que se reunirán los rostros más conocidos de la jet set y en el que, una vez más, la marquesa de Griñón dejará claro que su vida solo la elige ella.

Mientras tanto, Isabel Preysler ha decidido hacer caso omiso a la nueva vida de Vargas Llosa y centrarse en este acontecimiento social que tanto revuelo sigue causando. Pues, aunque no va a ser quien acompañe a su hija hasta el altar, sí que se espera que adquiera un papel relevante en el día más feliz de su hija.