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La mujer de Pablo Echenique habla por primera vez: «Intentamos tener hijos, pero no se dio»

La mujer del integrante de Podemos, María Nelo, concede su primera entrevista y elige THE OBJECTIVE para hacerlo

La mujer de Pablo Echenique habla por primera vez: «Intentamos tener hijos, pero no se dio»

María Nelo y Pablo Echenique en el Parlamento Europeo | Cedida

Pablo Echenique es conocido por su faceta profesional, en concreto, por su trabajo como político en Podemos, pero apenas se sabe nada de su vida privada. Nacido en Argentina hace 45 años, el actual secretario de Programa del partido morado guarda con recelo su faceta más íntima, en concreto, qué hace y cómo es cuando solo le ve su esposa, María Alejandra Nelo Bazán, cuatro años joven más que él.

Echenique, con más de un 88% de discapacidad, ha encontrado en María Nelo a la compañera perfecta de vida, y viceversa. Al menos eso cuenta ella en exclusiva para THE OBJECTIVE, con el que la venezolana se ha abierto en canal para revelar datos desconocidos de su vida, y de la de ambos.

Nos citamos con la esposa de Pablo Echenique en su pueblo, donde residen, Nuevo Baztán, a unos 45 minutos de Madrid en coche. Al llegar nos encontramos a una mujer tímida pero confiada, de mirada amable, que nos guía hasta una cafetería a la que suele acudir a desayunar. «El pueblo ahora está vacío, pero los fines de semana se llena, hay mucha gente», nos comenta, mientras se refugia en su bufanda, que no se quita durante toda la entrevista. Tras pedir un café con leche, llega la primera pregunta obligada: por qué hablar ahora y por qué con THE OBJECTIVE.

Responde clara: «Llámalo intuición, me lo propusiste hace años y te dije que no, porque teníamos a la prensa muy encima, pero ahora me he animado. Creo que las secciones de Sociedad de los periódicos son un espacio protagonizado por los políticos de derecha, y es necesario que la gente también conozca esta parte de nosotros, para acercarnos a ellos, para que nos entiendan. Por eso creo que hacen falta medios que se interesen por la vida de los políticos de izquierdas, porque la gente les ve en la tele y no tienen ni idea de cómo son realmente».

María Nelo y Pablo Echenique
María Nelo y Pablo Echenique. Cedida

PREGUNTA. ¿Y nadie te ha dicho que no hables con THE OBJECTIVE? Podemos es muy crítico con este periódico…

RESPUESTA. Sí, claro. Muchos me han dicho: «No lo hagas, estás loca». Pero aquí estoy.

P.- ¿Y Pablo Echenique? ¿Sabe que estás aquí dando una entrevista?

R.- Sí, claro, pero él nunca se mete en mis asuntos. Al salir le he dicho: «Deséame suerte», y me he ido.

María Nelo, enamorada como el primer día de Pablo Echenique: «Intentamos tener hijos, pero no se pudo»

María Nelo no está atravesando su mejor momento, pero quiere salir del bache. Prueba de ello es que se encuentra en búsqueda activa de empleo mientras se forma en casa en diversos campos. Todo ello mientras acude a su terapia, debido a sus problemas de salud mental y, en especial, a la fobia social que padece. Una condición de la que no teme hablar en público, precisamente para normalizar los trastornos mentales, porque considera que en España aún falta mucho por avanzar en este campo.

La fobia social la tuvo un tiempo apartada del mundo, sobre todo del laboral, y Pablo Echenique fue y sigue siendo su principal apoyo, y viceversa, ya que juntos han formado el tándem perfecto. De hecho, nos confiesa, no han tenido ningún bache en su relación desde que se conocieron, en 2009.

P.- ¿Cómo conociste a Pablo Echenique?

R.- Pues estábamos los dos en Zaragoza, trabajando en la universidad, y yo le veía pasar por una calle céntrica de la ciudad, con su silla de ruedas, de un lado a otro, corriendo, y siempre nos saludábamos. Y luego abrieron un campus, en otro lado, y todos nos tuvimos que trasladar allí. Entonces, un día, yo estaba saliendo del laboratorio y me encontré con él; me preguntó que dónde estaba su despacho, ya que nunca había ido a esta parte nueva del campus. Y yo le dije: «No sé dónde está, pero te ayudo a buscarlo». Y ahí fue el primer contacto más cercano. Luego, en Facebook, me salió sugerido como amigo, porque tenemos a una conocida en común. Y le empecé a escribir.

P.- ¿Y ahí ya surgió el amor?

R.- ¡No! Siempre decíamos de quedar para tomar un café, poníamos fechas… pero, al final, por unas cosas u otras, acabábamos anulando. Y no se daba, no se daba, hasta que finalmente se dio. Llegado el momento, como habíamos tardado tanto en concretar una cita, yo le dije: «¡Pongámonos bonitos!». Y fuimos a un concierto benéfico, de piano, que a mí me encanta. Y después de eso, volvimos a quedar y… él se acuerda mejor que yo de esto [sonríe]. Más tarde empezamos a quedar más en su casa, sobre todo para escuchar música (me encanta la música latina, aunque tiene letras machistas).

P.- ¿Y escuchabais reguetón?

R.- ¡No! Me acuerdo que poníamos la Sinfónica de Venezuela, de Dudamel, que a Pablo le gusta mucho. Nos veíamos mucho, casi todo el tiempo, y yo me quedada mucho en su casa. Entonces le propuse irme a vivir con él, porque prácticamente no pisaba mi otro piso y seguía pagando alquiler. Y fue rápido lo de irnos a vivir juntos. Desde entonces, estamos muy bien. Nos casamos el 9 de agosto de 2013.

P.- ¿Cómo fue vuestra boda?

R.- No queríamos hacer una boda como las que se hacen aquí… con grandes banquetes y muchísimos invitados. Queríamos hacer algo diferente, así que nos fugamos a Tenerife y allí nos casamos. Con dos testigos, un amigo suyo y una amiga mía.

P.- Os casasteis por lo civil, imagino, porque tú no eres creyente, ¿o sí?

R.- Mi familia es católica, pero yo entré en conflicto cuando tuve un novio musulmán. Yo creo en la existencia de algo superior, me imagino una diosa, no un dios… algo que trasciende, una energía superior.

P.- ¿Estuviste con un musulmán?

R.- Sí, solo he tenido dos grandes amores en mi vida, serios, me refiero. Yo inicié mis relaciones tarde, a los 28 años, cuando vine en 2008 a España. Entonces conocí a un musulmán, y me enamoré perdidamente de él. Y hasta que no llegó Pablo no me olvidé de él.

Solo he tenido dos grandes amores en mi vida: un musulmán y Pablo Echenique

P.- ¿Le dejaste por Pablo Echenique?

R.- No, no. Te cuento: nos conocimos porque yo estaba haciendo la maestría y él también; él era genetista de plantas, y yo, de humana. Y nos conocimos y hubo feeling. Llegué a ir a Marruecos, a la mezquita. Y estábamos muy enamorados. Pero nos tuvimos que separar porque ninguno se pudo quedar en España. En 2008 yo me tuve que regresar a Venezuela a acabar mi maestría y él se tenía que ir a su país. Lo último que supe de él es que se fue a Canadá.

P.- ¿Salisteis mucho tiempo?

R.- No, fue cuestión de unos meses…

P.- Bueno, el amor a veces es así, en cuestión de meses te toca en lo más hondo. Volviendo a Pablo, vivís los dos con vuestros dos perros. ¿No habéis pensado en tener hijos?

R.- Lo hemos intentado, pero no se ha dado.

P.- ¿Y adoptar?

R.- Alguna vez pensé en ello, pero no sé con el tema de salud mental, no tengo ni idea de cómo funciona aquí en España.

P.- ¿Vivís de alquiler?

R.- Estamos hipotecados, pero es nuestra, sí. Decidimos dar ese paso porque después de tantos años juntos… aunque no tiene piscina [ríe].

«Nunca me importó que Pablo estuviera en silla de ruedas; me enamoré y ya está»

La relación amorosa entre María Nelo y Pablo Echenique es especialmente interesante y llamativa porque él está en silla de ruedas, una condición que a la venezolana, que no ha perdido su acento, nunca le echó para atrás, aunque reconoce que su marido sí que requiere de unos cuidados especiales, evidentemente, los cuales, durante muchos años, se los brindó ella misma.

P.- Cuándo conociste a Pablo Echenique, ¿no te dio reparo o miedo que él estuviera en silla de ruedas?

R.- A mí no, pero en mi entorno cercano —en el laboratorio donde trabajaba, por ejemplo— había muchos comentarios al respecto. Mucha gente era muy prejuiciosa. A muchas personas no les entraba en la cabeza por qué estábamos juntos y hablaban a las espaldas… Una vez, incluso, tuve que confrontar a uno, y decirle directamente a la cara que sabía que estaba hablando mal de mi relación.

P.- ¿Y tu familia te dijo algo al respecto?

R.- A ellos no les chocó para nada. Mi mamá adora a Pablo. Nunca tuve ningún impedimento por parte de la familia ni nada.

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ofrece una rueda de prensa tras la reunión de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, a 26 de julio de 2023

P.- ¿Y cómo es vivir con una persona con discapacidad? Te lo pregunto porque existe un gran prejuicio en la sociedad, como has apuntado. Es decir, creo que hay muchas personas que ni intentan salir con alguien en silla de ruedas por temores infundados.

R.- Yo no lo pensé… Es algo que se debería normalizar más.

P.- Sí, por eso te lo pregunto, para que animes a todas esas personas que por prejuicios no se meten en este tipo de relaciones.

R.- Yo es que ya te digo: no lo pensé, me enamoré, y poco a poco fuimos viendo cómo hacer las cosas. Sobre todo le ayudé cuando tuvimos a la prensa encima; en ese tiempo yo le asistía, pues no queríamos que nadie entrara en casa.

P.- Te refieres a que tú le asistías y no queríais que entrara en casa ningún profesional que le asistiera, ¿no?

R.- Sí, cuando estábamos saliendo le asistían dos personas, pero para cosas muy puntuales porque es muy costoso, ya que eran de empresas privadas. Luego, cuando entramos en Podemos y teníamos a la prensa encima todo el tiempo, le asistí yo durante siete años.

P.- ¿Y cómo definirías ser asistente o cuidadora de alguien con discapacidad?

R.- Pues es un trabajo al que le tengo mucho respeto, así como a las personas que se dedican a ello, porque, como cualquier otra profesión, tienes que tener vocación. Mis dos hermanas (que son mayores que yo y viven también en España) han tenido que hacer cuidados también, en empresas y en fundaciones, y me dicen que hay compañeras que maltratan a las personas mayores… Por eso digo que para hacer este trabajo hay que tener vocación.

María Nelo y Pablo Echenique.
María Nelo y Pablo Echenique. Cedida

«A Errejón lo conozco y me cae mal; no es una persona honesta y vende humo»

María Nelo conoce Podemos como la palma de su mano e incluso ha formado parte del partido, aunque sin cargo, ya que estuvo de asistente de su marido, Pablo Echenique, cuando este trabajaba en el Parlamento Europeo. Ella entraba con él y le ayudaba incluso con las votaciones. Allí convivió con Pablo Iglesias y más exintegrantes del partido morado, sobre quienes calla más que cuenta.

P.- Pablo Echenique es muy gamberro y combativo, sobre todo en sus redes sociales, ¿es así en casa también o no?

R.- No, porque yo no soy el adversario. Esa faceta la reserva para el adversario político, con quien tiene que ser fuerte y contundente.

P.- Pero es muy guerrillero.

R.- Sí, pero a la gente le gusta.

P.- ¿Y qué te parece esta faceta de Pablo Echenique? ¿Alguna vez le has dicho: «Oye, frena un poco…» o no?

R.- Yo le he apoyado hasta el final. Porque él tiene la ilusión, la motivación de ayudar a las personas, y es su manera de hacerlo.

P.- ¿Qué opinaste cuando tu marido te dijo que se iba a meter en política? Porque cuando os conocisteis trabajabais los dos en la universidad.

R.- Sí, nosotros estábamos trabajando como científicos, y todo fue muy natural, una cosa llevó a la otra. Pablo conoce a Iglesias, luego a Miguel Urbán, este le da el correo, empiezan a hablar, Pablo participa en un acto aquí en Madrid… Y luego no sé cómo fue pero le dijeron que se presentara a las primarias de Podemos.

El poPablo Echenique. ContactoPhoto

P.- ¿Y no te dio vértigo?

R.- No tuve tiempo de pensarlo, yo me emocioné porque pensé: «Esta gente está fichando a gente corriente».

P.- ¿Y tú has pensado en meterte en política?

R.- No, aunque sí que llevé las redes sociales de Podemos Zaragoza y Aragón. Me lo pidió una compañera del partido, que hoy es amiga, y dije que sí, aunque no tenía formación —pero sí cuenta de Twitter—. Pero en general fue una etapa muy emocionante, porque se fue sumando gente.

P.- ¿Actualmente hay algo que te una a Podemos, aparte de tu marido?

R.- Tengo amistades en el partido. La videalcaldesa de aquí del pueblo [Nuevo Baztán], por ejemplo, es de Podemos y es mi amiga. Sí que soy afiliada a Podemos, aún no me he dado de baja, y sigo participando en las votaciones.

P.¿Qué opinas de Podemos? ¿Tiene futuro?

R.- Veremos en las próximas elecciones europeas si remontamos. Cuando Podemos llegó al Parlamento Europeo nunca se me olvidará, porque parecíamos extraterrestres: uno con el pelo largo, otro con silla de ruedas… Yo entraba como asistente de Pablo, que para entonces estaba con Errejón, que me cae fatal, como Yolanda [Díaz].

P.- ¿Por qué te caen mal?

R.- A ella no la conozco personalmente, pero a él sí. Íñigo Errejón no es una persona honesta, es como insensible, calculador. Creo que vende humo. Estaba leyendo que llevaba como bandera la salud mental y luego, nada.

P.- ¿Os lleváis bien con Pablo Iglesias e Irene Montero?

R.- Pues al principio, con lo de Venezuela, les tenía cierta reticencia, pero como nos tocó convivir mucho en el Parlamento Europeo, pues al final él se ha ganado mi confianza. Con Irene no he hablado mucho, pero una vez fuimos a cenar a su casa, al chalet, y me parece una persona inteligente, cercana y buena.

P.- ¿Y qué te pareció la casa? ¿Grande?

R.- No sé qué polémica hay en torno a su casa, parece que la gente de izquierdas no pueda tener chalets. Han cambiado mucho, como todos, Echenique también. La gente evoluciona.

P.- ¿Qué es lo peor que has llevado de ser la mujer de un político?

R.- Te cuento una anécdota. Un día iba con mi perrito por el campo, y hay ciertas horas en los que los canes pueden ir sueltos, sin correa. Pues de pronto un perro se acerca al mío y su dueño se molesta muchísimo. Y me dice: «Es que yo sí que cumplo la ley, ustedes no lo hacen». Es decir, a veces me siento juzgada por ser ‘la esposa de’. Eso es lo más feo.

P.-¿Compartes ideología con tu esposo? ¿Eres de Podemos?

R.- Sí, me identifico con la ideología de Podemos porque he podido estar cerca del partido, verlo crecer, ser testigo de todos los pasos que han ido dando desde 2013, cuando Pablo Echenique empieza a seguir a Pablo Iglesias en sus redes sociales, y ve que va a ir a Zaragoza a dar un mitin, que es donde vivíamos nosotros. Entonces mi marido decide ir y ahí se conocieron y empezó todo.

María Nelo y Pablo Echenique
María Nelo y Pablo Echenique. RRSS

La cara más desconocida de María Nelo, una mujer en formación constante

Habla bajo y pausadamente. De hecho, reconoce que los españoles solemos alzar demasiado el tono de voz. Ella no, quizá por su carácter templado. Sus ojos parecen sinceros y cálidos, pero encierran cierta tristeza. ¿Las razones? Quizá no las conoce ni ella, pero no por ello ha dejado de luchar ni un solo instante en salir adelante.

Nadie le ha regalado nada nunca. Salió de Venezuela con carrera y amplió en España sus estudios. Aún lo sigue haciendo. Admite devorar los libros de texto y es una apasionada del aprendizaje, sobre todo si hay números y fórmulas de por medio. La literatura le queda lejos, pero disfruta viendo series con su marido y compartiendo tiempo con gente e intercambiando opiniones, a pesar de su fobia social, la cual, poco a poco, va superando o, al menos, va conviviendo pacíficamente con ella. Un hándicap que no la ha frenado y que, quizá, la ha convertido en quien es en la actualidad: una mujer consciente de sus orígenes y de sus puntos débiles y fuertes.

P.- Si pudieras definir a Pablo en tres palabras, ¿cuáles serían?

R.- Muy cariñoso, muy inteligente y muy pragmático.

P.- ¿Y a ti misma?

R.- Sencilla, alegre y divertida (o eso me han dicho).

P.- Sí, eres muy risueña. Y estudiosa, por lo que veo. Tu formación es impresionante. Licenciada en Bioanálisis por la Universidad de los Andes, Doctora por la Universidad de Zaragoza en Biología Molecular, auxiliar técnico de veterinario, especialista en ciberseguridad…

R.- Siempre me ha encantado estudiar. En 2009 me vine a España, con una beca, y estuve haciendo un doctorado en Biología Molecular. En el último año, conocí a Pablo en la universidad. Luego dejé mi carrera por el tema de la enfermedad (empecé a sufrir problemas de salud mental y tuve que parar un poco…). En esos años estuve con Pablo, apoyándole en todo. Nos fuimos al Parlamento Europeo, a Zaragoza, luego nos vinimos a Madrid…

P.- ¿Y ahora estás mejor?

R.- Bueno, empecé a sufrir de fobia social, entonces hice otra formación a distancia para aprender a programar. Lo terminé y ahora también soy programadora. Siempre he sido muy buena estudiante. Luego empecé a buscar empleo, pero a la vez me apunté a un programa de una fundación que lo que hace es formar a personas en diferentes áreas para potenciar su empleabilidad en función de lo que más están demandando las empresas. Entonces me formé en ciberseguridad, ya que hay mucha demanda y muy poca oferta.

P.- Sí, es un sector en auge. Begoña Villacís ahora también se dedica a eso.

R.- ¿Ah, sí?

P.- Sí, la entrevistamos en THE OBJECTIVE hace poco y lo contó. ¿Y cómo va la búsqueda de empleo?

R.- Pues hace poco tuve mi primera entrevista, y me puse muy nerviosa. [Ríe].

María Nelo y Pablo Echenique
María Nelo y Pablo Echenique. Cedida

P.- ¿Fuiste demasiado impulsiva?

R.- No exactamente. La persona que me entrevistaba me inspiró mucha confianza y pude parecer muy informal, me pasé de honesta. Entonces, bueno… Creo que me falta práctica.

P.- Y ahora, además de buscar empleo, ¿qué haces normalmente? ¿Cómo es un día normal en tu vida?

R.- Pues me levanto a las 8 de la mañana, desayuno, saco a mis perritos y luego me pongo con el ordenador, en el que paso muchas horas, formándome.

P.- ¿Y lees prensa o literatura?

R.- Prensa, de vez en cuando. Y libros, no; no soy muy culta en ese aspecto, exceptuando los de texto, que me encantan. Aunque sí me han regalado alguno de ciencia ficción y me ha gustado. Pablo, en cambio, sí que es muy lector.

P.- ¿Y qué más hobbies tienes?

R.- Es algo contradictorio, pero, a pesar de la fobia social que me ha venido a raíz de mi enfermedad, lo que me gusta es compartir tiempo con la gente.

P.- ¿Y qué aficiones tienes en común con Pablo Echenique?

R.- Ver series, por ejemplo, aunque en el ordenador, porque no tenemos televisión. Ahora estoy viendo Berlín y, bueno, no me ha enganchado del todo.

P.- Antes has mencionado a tus dos hermanas mayores, ¿estás unida a ellas?

R.- Sí, mucho. Tengo la suerte de que, a pesar de la situación en Venezuela, que es terrible, las tengo aquí, en España, a las dos; estamos muy unidas. Además, con el tema de mi enfermedad me han ayudado muchísimo. Y mis padres sí que están allí. Hablo normalmente con ellos, sobre todo con mi padre.

P.- ¿Por qué no vienen?

R.- Cuesta dinero traerles. Les ayudé en el 2012 a venir y desde entonces no los veo.

P.- ¿Y no vas de vacaciones a verles?

R.- Honestamente, me da miedo, por la situación del país.

P.- ¿Cómo eras de niña y adolescente?

R.- De niña, muy tímida. Y de adolescente, más desinhibida y parrandera. Me acuerdo que tenía una amiga y solíamos ir las dos de discotecas, y a todo el mundo le parecía muy raro, porque no era habitual, en esa sociedad machista, ver a dos mujeres salir juntas de fiesta y solas. Y luego crecí y todo bien, era una chica normal.

P.- Y tienes tatuajes, por lo que veo.

R.- Sí, uno de anime; otro de la molécula de dopamina, que tiene que ver con la salud mental; otro de «yo decido sobre mi cuerpo»; y este, que es como de recarga. Me quiero hacer dos nuevos: uno de Java (la taza de café, que es el primer lenguaje que aprendí de programación) y la serotonina (que también tiene que ver con la salud mental), y he pensado otros…

P.- ¿Y Pablo tiene tatuajes?

R.- No, no.

P.- ¿Eres animalista?

R.- Yo creo que para lo avanzados que estamos no deberíamos comer carne. Yo aspiro a dejarla.

P.- ¿Qué opinas de las corridas de toros?

R.- Somos una civilización muy avanzada; lo veo muy primitivo, nunca me ha llamado la atención.

P.- ¿Y de la Iglesia como institución?

R.- No me gusta, pero ahora, con el nuevo papa… fíjate que está en contra de la gestación subrrogada, como yo, porque creo que son mujeres que están en situación de vulnerabilidad y se ven obligadas a hacerlo.

P.- ¿Y en caso de una pareja de homosexuales?

R.- Eh… que adopten.

P.- Alguna vez hemos hablado del suicidio, ¿qué piensas al respecto?

R.- Cuando llegué a España, me llamaron mucho la atención los desahucios. Me decían que este o aquel se habían suicidado por haber sido desahuciados. En un país como este, que haya casos de suicidio, me parece un atraso total. Yo tenía una amiga que se suicidó, como sabes, y es un tema muy complejo, no llegas a entenderlo bien del todo.

P.- Pregunta de Miss: ¿qué crees que se debería cambiar en el mundo para que fuese mejor y más justo?

R.- Escucharnos, escucha activa, más respeto…

P.- ¿Por qué quieres que la gente te conozca ahora?

R.- Por normalizar la relaciones, por lo que decía, hacen falta entrevistas de sociedad en la izquierda, para acercarte a las personas. Además, si uno no cuenta las cosas al final se las inventan.

P.- Son las 12 de la mañana y ya hemos acabado. ¿Qué vas hacer ahora? ¿Y por qué no nos dejas hacerte una foto para ilustrar la entrevista?

R.- Tomarme otro café e irme a casa, que tengo mi planificación de cursos, voy a hacer uno de hacking. Luego comeré con Pablo, que está enfermo en casa, con gripe. ¡Y no! Es que me da vergüenza, luego os mando algunas.

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