La ruptura total de Beatriz Montañez con la tele: vida en el campo y a punto de ganar un Goya
La periodista que formó parte de ‘El intermedio’ y ‘Hable con ellas’ vive en una cabaña en el bosque sin luz ni agua caliente
Hubo un tiempo en el que Beatriz Montañez vivió de primera mano el significado del éxito. Esto fue, muy probablemente, lo que hizo que, en un momento dado, decidiera romper con todo e irse a vivir al campo, dejando su vida en la televisión atrás y comenzando una nueva etapa en la que estaba segura que iba a ser muy feliz. Beatriz Montañez fue la mano derecha de El Gran Wyoming durante cinco años, en los que recogió, en directo, cada una de las bromas del presentador, comentando la actualidad y con un tono siempre reivindicativo. En 2011 dejó La Sexta y un tiempo más tarde se fue a vivir al campo, a una cabaña. A partir de ese momento, la hemos visto en ocasiones muy muy contadas, porque su vida, ahora, está muy alejada de los focos.
Beatriz Montañez comenzó con su experiencia en los medios de comunicación en la radio de su localidad, Almadán, en la provincia de Ciudad Real. Luego, decidió mudarse hasta California donde estudió Medios de Comunicación, una licenciatura en la universidad del estado y, más tarde, cursó un máster en Innovation in Journalism en Stanford. Mientras tanto, fue haciendo sus primeros pinitos en algunos medios hispanohablantes americanos como la cadena Telemundo o Radio KLVE. Una vez que volvió a España siguió formándose e hizo un curso online de la Universidad de Harvard.
La trayectoria de Beatriz Montañez en televisión
Además, en todo ese tiempo también pasó por los micrófonos de la Cadena SER, presentando varios programas, tanto de información local como de provincial. Al mismo tiempo, también comenzó una carrera como modelo que hizo que se trasladara hasta Nueva York, Tokio, Milán y Los Ángeles. Fue en el año 2006 cuando se incorporó al programa del access del prime time de La Sexta, El intermedio. Así, comenzó a llevar una vida de exposición pública, a la que no estaba muy acostumbrada. Su dedicación le valió, además, para hacerse con un Premio Ondas.
En el año 2009 compaginó su presentación del programa diario con El gran Wyoming con el pograma-documental Donde estabas cuando…, donde recogía los testimonios más importantes de diferentes personas que habían participado en acontecimientos históricos y que tenía un gran valor sentimental. Luego, colaboró en La semana más larga, un formato de Canal Sur. Tras terminar su etapa en La Sexta, algo que ella misma decidió, estuvo alejada de los focos durante un año y medio. Su reincorporación a la pequeña pantalla se produjo de la mano de Mediaset y presentando El gran debate junto a Jordi González. En marzo de 2014 se anunció que sería una de las presentadoras de Hable con ellas junto a Sandra Barneda, Natalia Millán, Yolanda Ramos y Alyson Eckmann en Telecinco.
Su vida en una cabaña en el bosque y sus nuevos proyectos
En julio de 2014, un año después de anunciar el proyecto, decide marcharse del programa. Las últimas noticias que hemos conocido de ella han sido muy concretas. Así, en el año 2018, estuvo a punto de ganar un premio Goya después de trabajar como guionista en la producción Muchos hijos, un mono y un castillo. Además, en marzo de 2021 publicó su primer libro, Niadela, en el que habla de su estilo de vida, alejada del ruido de la ciudad y viviendo en una casa de pastores en la montaña. Ella misma confesó que se ha hecho vegana y que vive de sus ahorros, gastando muy poco dinero al mes, unos 100 o 150 euros. En una entrevista, Montañez quiso hablar de este paso que había tomado y de su estilo de vida.
«Llegué a un punto donde me saturé de mí misma», confesó. Además, también contó que, a pesar de tenerlo todo, tenía una sensación de insatisfacción que hacía que no estuviera contenta consigo misma, por lo que decidió cambiar su rutina de forma radical. Es por eso que decidió mudarse a una cabaña muy pequeña en la que no tenía ni luz ni agua caliente. Allí ha aprendido a valorar la paz de la naturaleza y las pequeñas cosas. Esto ha hecho que, en cierta manera, se sienta mejor consigo misma: «Ahora me caigo mejor que antes». Aunque eso sí, la fama le sigue persiguiendo de vez en cuando: «He tenido intrusos, personas que se acercaban a mi cabaña y me espiaban con prismáticos, dejándome notas…».