Francia aprueba la ley que impide el acceso de los no vacunados a algunos sitios públicos
El pase de vacunación impedirá el acceso de los no vacunados a varios espacios como los trenes, restaurantes o cines
Protestas contra el pasaporte de vacunación en París | Thomas COEX (AFP)
Tras semanas de debate, el Parlamento francés ha aprobado definitivamente el domingo el polémico proyecto de ley que sustituye el actual pasaporte sanitario y que solo permitirá el acceso a lugares públicos cerrados como bares, restaurantes, museos, cines o transportes interregionales a las personas que hayan completado su pauta de vacunas
El texto fue aprobado por 215 votos a favor, 58 en contra y siete abstenciones. Los diputados socialistas (oposición) tienen previsto remitir el asunto al Consejo Constitucional para que se respeten las «libertades fundamentales», lo que retrasará unos días la promulgación del proyecto de ley.
Con una media de 300.000 contagios diarios en la última semana, el Ejecutivo espera poner en marcha el pase de vacunación en torno al 20 de enero ante el aumento de casos por la variante ómicron.
El pase de vacunación impedirá el acceso de los no vacunados a varios espacios como los trenes, restaurantes o cines. Es decir: solo funcionará con un esquema de inmunización completo, salvo para acceder a los servicios de salud.
El actual pase, en cambio, incluía la posibilidad de presentar un test negativo al covid-19 o haber superado recientemente la enfermedad.
El nuevo documento sólo se exigirá a partir de los 16 años, mientras que a los menores de 12 a 15 años se les seguirá pidiendo el actual pase sanitario.
La implementación del pase de vacunación estaba prevista para el 15 de enero, pero se retrasó debido a los desacuerdos de los diputados sobre las versiones de la norma.
También contribuyó a ello las declaraciones del presidente Emmanuel Macron (liberal) a inicios de enero, de que deseaba «fastidiar hasta el final» a los no vacunados. Sus palabras desataron una tormenta en la clase política y contribuyeron a suspender el debate parlamentario sobre el proyecto de ley.
