El papa Francisco reclama una "tregua pascual" en la "locura de la guerra" de Ucrania
Francisco defendió que «Cristo es clavado en la cruz una vez más en las madres que lloran la muerte injusta de los maridos y de los hijos»
Francisco defendió que «Cristo es clavado en la cruz una vez más en las madres que lloran la muerte injusta de los maridos y de los hijos»
El papa Francisco reclamó este domingo una «tregua pascual» para la paz en Ucrania que termine «la locura de la guerra», en su homilía del Domingo de Ramos. «Nada es imposible para Dios, incluso hacer cesar una guerra de la que no se ve el final», dijo al término de la misa que abre la Semana Santa.
Francisco pidió que se depongan las armas y se llegue a «una tregua pascual» pero no para rearmarse, sino para «lograr la paz con una verdadera negociación, dispuestos también a algún sacrificio por el bien de la gente». «¿Qué victoria sería plantar una bandera sobre un montón de ruinas?», inquirió.
Previamente, había presidido el Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro ante miles de fieles, algo que no ocurría desde el inicio de la pandemia, y al final incluso volvió a subirse al «papamóvil».
Desvelo por Ucrania
Durante la misa, Francisco no aludió en su homilía explícitamente a Ucrania, como viene haciendo de forma insistente desde que se desatara la invasión rusa, pero sí demostró de nuevo su preocupación por un mundo «herido» por conflictos como ese.
Lo hizo al recordar el martirio de Jesús de Nazaret: «Se nos olvida porqué estamos en el mundo y llegamos a cometer crueldades absurdas. Lo vemos en la locura de la guerra, donde se vuelve a crucificar a Cristo. Sí, Cristo es clavado en la cruz una vez más en las madres que lloran la muerte injusta de los maridos y de los hijos», denunció.
Y continuó: «Es crucificado en los refugiados que huyen de las bombas con los niños en brazos. Es crucificado en los ancianos que son abandonados a la muerte, en los jóvenes privados de futuro, en los soldados enviados a matar a sus hermanos».
La guerra en Ucrania es uno de los mayores desvelos actuales del papa Francisco, que ha ofrecido hasta la mediación de la Santa Sede. También ha enviado ayuda a Ucrania -este mismo domingo su limosnero, el cardenal polaco Konrad Krajewski, viaja con una segunda ambulancia- y hasta reivindicado que «todas las guerras son injustas» en una conversación con el patriarca ortodoxo ruso Cirilo l, defensor de la invasión.
Fuente: Gonzalo Sánchez (EFE).