La familia de Amini denuncia que aún no tiene acceso a los registros de la muerte de la joven
La mujer fue asesinada por las autoridades de Irán por no llevar el velo bien colocado, lo que ha provocado una oleada de protestas
La familia de Mahsa Amini, la joven de 22 años que falleció el 16 de septiembre en Irán mientras estaba bajo custodia policial por llevar mal puesto el velo, ha denunciado que todavía no ha tenido acceso a los expedientes oficiales del caso. El padre, Amjad Amini, ha declarado que el presidente iraní, Ebrahim Raisi, no les «consoló en absoluto»: «Solo llamó y dijo que harían un seguimiento».
«Nadie nos está dando una respuesta sobre la causa de la muerte de mi hija», ha asegurado Amini a los medios locales este domingo.
Además, ha explicado que ha asistido varias veces para recibir explicaciones del médico forense y las autoridades correspondientes. «Pero no me dieron ninguna respuesta, simplemente me dicen que espere dos o tres semanas más», ha indicado.
La familia pide respuestas
La defensa de la familia informó el miércoles pasado de que habían solicitado a las autoridades competentes una investigación detallada sobre cómo se llevó a cabo la detención, así como del proceso de trasladado de la joven al hospital, facilitando todas las pruebas documentales necesarias para esclarecer lo ocurrido, según la agencia iraní de noticias ISNA.
«La Policía de la moral debe estar disponible y debemos tener derecho a tener acceso permanente a sus archivos», remarcó la defensa de la familia de Amini, a quienes las autoridades judiciales le prometieron que el caso «se manejará con cuidado», así como la posibilidad de que los forenses y el equipo médico designado por la familia estén al tanto de la investigación y de posibles problemas.
La muerte de la joven kurda de 22 años tras ser detenida por llevar mal puesto el velo islámico ha provocado una ola de indignación tanto en una parte de la sociedad iraní, como de forma más unánime a nivel internacional.
Se han registrado numerosas manifestaciones en varias ciudades de Irán, incluida Teherán, en las que numerosas mujeres han arrojado sus velos y se han cortado el pelo en forma de protesta. Por su parte, las autoridades han reprimido con virulencia estas concentraciones, dejando varias decenas de muertos.