Los eurodiputados declararon 112 regalos en 10 años pese a que trabajan con 13.400 lobbies
Cuadros, móviles, joyas, dagas y brandy formaban parte de los obsequios, de los que solo han dado cuenta 30 eurodiputados
La presidenta del Parlamento Europeo. Roberta Metsola ha tenido que afrontar la grave crisis del Qatargate. | Europa Press
La investigación del Qatargate llevada a cabo por las Fuerzas de Seguridad de varios países europeos, que ha logrado destapar una compleja trama de sobornos, regalos y viajes pagados por Qatar y diferentes lobbies del Golfo a eurodiputados, sus familiares, sindicalistas y funcionarios, ha hecho tambalear algunos de los cimientos del Parlamento Europeo y ha puesto en la picota el control y las medidas de trasparencia actuales.
La red de corrupción, que buscaba lavar la cara a un país rico que vulnera los derechos humanos, y en la que fueron protagonistas el fútbol, la exención de visados para los cataríes o el apoyo incondicional al Emirato en sus disputas con Arabia Saudí y sus vecinos, ya se ha saldado con cuatro imputados y, uno de ellos, Francesco Giorgi, pareja de la exvicepresidente del Parlamento Europeo Eva Kaili, ha confesado también la participación de Marruecos en la trama.
Pese a que los eurodiputados cuentan con un detallado y exigente Código de Conducta, vigente desde el 1 de enero de 2012 y que fue actualizado el pasado año, los detenidos han conseguido saltarse los filtros, un asunto que a partir de determinados datos que facilita Transparencia de la Eurocámara y a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, no parece muy complicado.
El Código de Ético de los eurodiputados prohíbe los regalos de más de 150 euros -los parlamentarios no quisieron que se prohibiesen totalmente- y obliga a hacer públicos todos sus ingresos por actividad profesional, acreditando la fuente, que superen los 5.000 euros al año.
‘Qatargate’, ‘lobbies’ y Grupos de Amistad
Los diputados de la Eurocámara pueden reunirse con diferentes grupos de presión en la mayoría de los casos sin tener que dar cuenta de ello. Hay 13.400 inscritos en el Registro de Transparencia y según un reciente informe de Civio, solo la mitad de los europarlamentarios había notificado al menos un encuentro con empresas, ONG o despachos. Un dato que cuesta creer y que evidencia que la mayoría no respeta la norma.
Junto a esto, existen 45 delegaciones permanentes, compuestas por entre ocho y 20 parlamentarios y que se relacionan oficialmente con representantes de países extranjeros, y decenas de Grupos de Amistad con naciones con escasas libertades y derechos.
El volumen de contactos hace muy difícil cuantificar los encuentros y controlar los viajes, obsequios, hoteles y dietas si no existe la voluntad de los parlamentarios. En cualquier caso, el pago de gastos de viaje, alojamiento y estancia por parte de lobbies, gobiernos y grupos de presión no es considerado un obsequio cuando los diputados reciban una invitación oficial.
Según los datos a los que ha accedido THE OBJECTIVE, en el Parlamento Europeo hay 13.366 grupos de presión y lobbies registrados pero los regalos que deben registrar los diputados están en mínimos desde 2013. Durante las tres últimas legislaturas, solo 30 diputados han comunicado sus regalos, que suman 112, la mayoría con un precio superior a 150 euros. La brecha entre regalos y lobbies deja en evidencia la transparencia de los políticos europeos.
Dagas, cuadros, móviles, joyas, perfumes, brandy, whisky, estatuas, juegos de té o pañuelos son algunos de los regalos que aparecen en el registro, acompañados por una foto, la fecha y el lobby, empresa o país responsable del obsequio. Entre los donantes están asociaciones farmacéuticas, gobiernos como el de Kosovo, Qatar, Indonesia o Taiwán o la Inteligencia de Arabia Saudí.
El Código de Conducta también obliga a los parlamentarios a presentar una declaración detallada de sus intereses económicos y a declarar su asistencia a eventos organizados por terceros, cuando el reembolso de sus gastos de viaje, alojamiento o manutención, o el pago directo de dichos gastos, esté cubierto por un tercero. En cuanto los regalos, si superan los 150 euros, deben ser donados a la Cámara, que los puede exhibir.
Los antiguos diputados al Parlamento Europeo que ejerzan actividades profesionales de lobby o representación directamente vinculadas al proceso de toma de decisiones de la Unión Europea deberán informar de ello al Parlamento Europeo y no podrán, durante el período en el que ejerzan dichas actividades, beneficiarse de las facilidades concedidas a los antiguos diputados. El artículo parece pensado para el exparlamentario Pier Antonio Panzeri y su ONG Fight Impunity.
Las actividades de los lobbies y grupos de presión que trabajan con el Parlamento Europeo son vigiladas de forma periódica. Durante 2021, la Secretaría de Registro de Transparencia llevó a cabo 3.360 controles, 2.592 controles de calidad realizados en los tres primeros trimestres del pasado año. Lo que no puede evitar son las puertas giratorias, tanto para eurodiputados como para funcionarios, que en muchos casos acaban trabajado en empresas y ONGs lobistas.
Según reconoce el informe, el 40% de los registros verificados proporcionaron una calidad de datos satisfactoria; el 30% actualizaron sus registros; y el otro 30% restantes fue eliminado del registro después del control, por inelegibilidad o porque no estaban actualizados los datos. Los lobistas internos y asociaciones profesionales comerciales, sindicatos y empresarios son el grupo de presión mas numeroso y suman 7.000 registros.
Otro importante grupo es el que conforman las ONG, con 3.500 inscripciones, pero también se contabilizan casi mil consultoras y despachos de abogados, un número muy similar al que registran los think tanks, instituciones académicas y de investigación. Hace apenas diez años había 5.400 lobbies inscritos, un 151% menos que el último dato proporcionado por el Portal de Transparencia.
