Una exabogada de Trump se declara culpable de intentar interferir en las elecciones de EEUU
Ha aceptado entre lágrimas testificar contra el expresidente para lograr un acuerdo y evitar ir a juicio
Jenna Ellis, antigua abogada del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, se ha declarado culpable de tratar de revertir los resultados electorales del estado de Georgia en lo que supone un claro caso de injerencia que la convierte ya en la tercera persona del antiguo equipo legal del exmandatario en admitir su culpabilidad para lograr un acuerdo y evitar ir a juicio.
Ellis, que formaba parte del equipo legal de Trump que intentó anular su derrota electoral de 2020 y revocar los resultados en el condado de Fulton, Georgia, ha admitido que participó en la redacción de declaraciones y escritos falsos, según informaciones de la cadena NBC.
Las condiciones del acuerdo establecen para la letrada cinco años de libertad condicional y la imposición de una multa de 5.000 dólares (unos 4.700 euros) en el plazo de un mes, además del compromiso de ejercer de testigo en las vistas judiciales relacionadas con el caso.
Asimismo, tendrá que realizar 100 horas de servicio comunitario y presentar una disculpa pública a los ciudadanos del estado de Georgia. Ellis ha aceptado a su vez entregar cualquier documento requerido como prueba y no publicar información al respecto en sus redes sociales mientras el caso siga abierto.
Ellis, junto a Sidney Powell y Kenneth Chesebro, que también se han declarado culpables, trabajó para Trump desde principios de 2019 hasta poco después de que este abandonara la Casa Blanca en 2021.
La semana pasada, Powell se declaró culpable para evitar así ser acusada de delitos más graves, como el de extorsión o formar parte de una organización criminal. Este jueves, frente al juez Scott McAfee, del Tribunal Superior del condado de Fulton, se ha declarado culpable de seis cargos menores para interferir en los resultados electorales.
Su declaración se centró en el papel que desempeñó junto a otros acusados para poder acceder ilegalmente a los equipos electorales en el condado de Coffee, Georgia, e interferir en las funciones de la que era entonces jefa electoral del condado, Misty Hampton, que también está imputada.
Trump, por su parte, se enfrenta a más de una decena de cargos, algunos relacionados con la presentación de electores falsos para afirmar que habría ganado en Georgia, cuando la victoria, si bien por muy poco, cayó del lado del ahora presidente, Joe Biden.