«Pedro Sánchez, la vergüenza»: así califica una televisión francesa la investidura del socialista
Los tertulianos no entienden que pacte con un «ultranacionalista» para parar a la extrema derecha
El programa de televisión francés de debate 24H Pujadas, que disparó su audiencia por su cobertura masiva de la guerra entre Ucrania y Rusia -más de 300.000 espectadores por noche-, ha criticado con dureza la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España. El conocido presentador nacido en Barcelona, David Pujadas, preguntó a la tertuliana experta en asuntos internacionales Abnousse Shalmani por los acuerdos del socialista y su respuesta fue clara: «Su sed de poder le lleva a ser una vergüenza».
«Ha salido reelegido gracias a la pequeña vocecita del independentismo por a una negociación que tarde o temprano se volverá contra él», ha asegurado la periodista. Y ha recordado que en 2019 no fue necesario el apoyo de todas las formaciones nacionalistas porque Podemos había logrado más escaños que Sumar ahora: «Viendo el descalabro de Podemos, se ha abrazado al independentismo».
La tertuliana ha comparado la negociación de Pedro Sánchez y Carles Puigdemont con la reciente dimisión de Kevin McCarthy como presidente del Congreso de EEUU: «Da igual que seas moderado; si necesitas negociar con radicales, te comerán vivo. Mira lo que pasó hace mes y medio en Estados Unidos por la influencia de Donald Trump en el Partido Republicano».
Las promesas incumplidas de Pedro Sánchez
Según Shalmani, una regla básica de la política es que si te sientas con extremistas -sean de izquierdas o de derechas-, «terminarán comiéndote vivo»: «Lo que me molesta es que en agosto Pedro Sánchez explicó que había dos reivindicaciones del secesionismo que estaban fuera de discusión y eran imposibles; la amnistía y la organización de un referéndum de autodeterminación», añade mencionando que el socialista lo hizo en nombre de la Constitución española.
«El artículo segundo se basa en la unidad indisoluble de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. Es cierto que agrega y reconoce las autonomías, pero autonomía no significa independencia», zanja la tertuliana definiendo a Carles Puigdemont como un «personaje ‘ultranacionalista’ de derechas»: «Alega que pacta con el separatismo para parar a la extrema derecha y amnistía a un ‘ultranacionalista’ de extrema derecha para aliarse a él».
Además, ha hecho un repaso de los delitos que ha perdonado el presidente al prófugo de la justicia para ganarse su sí en la investidura. Y es que la amnistía beneficiará a más 300 independentistas, borrará penalmente la malversación agravada de casi 60 imputados, obviará la desobediencia de al menos 64 independentistas y obligará a perdonar multas de millones de euros, aunque no se podrá reclamar la devolución de las ya pagadas.
Se suman al ‘Wall Street Journal’
No es el primer medio de comunicación extranjero que se posiciona contra los acuerdos de Pedro Sánchez para mantenerse en el poder. El medio The Wall Street Journal se pronunció a través de un editorial sobre los peligros del acuerdo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con Junts per Catalunya para poder ser investido cuatro años más. Esta prestigiosa cabecera comparó los acuerdos del secretario general de los socialistas con los pactos con la ultraderecha de Vox, asegurando que el remedio para evitar un posible Gobierno del PP «comienza a parecer» que es peor por su deseo de negociar «el Estado de Derecho» con la amnistía.
La pieza central es una amnistía para todos los implicados en el referéndum independentista catalán ilegal de 2017. La amnistía también podría incluir a los acusados de actividades separatistas ilegales antes y después, una lista que podría superar con creces las 1.000 personas», alertaron.
Se nos están viendo las vergüenzas carlistas y el caciquismo decimonónico que nos está comiendo la moral a la ciudadanía española. Más de lo mismo y a peor vamos. La cabra y el carbón siempre se tiran al monte. España es demasiado sólida para implosionar en nacioncillas de chichinabo con derecho a su estadito propio, llave en mano, para que las manejen a su antojo nuestros señoritos propios de los principios fundamentales sanchistas del movimiento (pluri)nacional se demuestra andando con mucha prisa hacia el progreso de los coros y danzas de las facciones feministas wokes…y las pomporrutas imperiales dels Països Catalans. Que nadie sorprenda si viendo como nos vamos pala Barranquilla como nación europea más antigua, no nos lo devuelven maniatado para zafarse de la estulticia nacionalista y del peligro que representa en Europa, y puede que en el mundo, la alianza antinatura entre el Largo Caballerete del siglo XXI, y el Karolus Cocomocho que es la vergüenza torera de su pueblo natal, y que ha arrasado Barcelona con sus idioteces de vendedor de crecepelo de la pradera, también Cataluña y después España entera, y si le dan tiempo tiempo al gachó del arpa nos manda al carajo el mundo.
Como si los vecinos no tuviesen en su tendedero gallumbos con quemaduras de plancha. Y se ponen a mirar el balcón de enfrente escandalizados.
Cómo está el patio… Me tengo que enterar, pero me está dando que hay un torneo para llevarse el premio al más lisiado de entendimiento.
Esos ‘gallumbos’ (sic) con quemaduras de plancha lo delatan como miembro jeroglifico y apócrifo de la RAE. Por lo visto tiene muchas posibilidades de llevarse algun primer premio allá donde se presente, campeón, qué digo campeón, campeonisimo superlativo y me quedo más corto que la manga un chaleco. Si se entera de algunos torneos paralelos en los que podamos participar todos los negros tomamos café, por favor, comparta con los vecinos del balcón de enfrente.
Uno siempre puede confiar en que en el WSJ queden cabezas bien amuebladas.
Lo de Francia es una agradable sorpresa…
A VER SI EMPIEZAN A ENTERARSE… PORQUE EL FENÓMENO ES CONTAGIOSO… Y ACABA DE PONER PIE EN EUROPA y no se le está prestando la debida atención por la preponderancia progre-woke de los medios que tiende a cubrir con el piadoso velo de la ideología todo lo que hacen los autodenominados progresistas