La Agencia Europea del Medicamento (EMA) no ha querido este martes «especular sobre lo que podrían ser las conclusiones de la investigación» de los casos de tromboembolismo reportados tras la vacunación con AstraZeneca contra la COVID-19 y ha defendido que, a la espera de «una evaluación científica» completa, «no se ven vínculos» causales de momento.
Lo más importante: la EMA ha asegurado además que analiza si los casos reportados de tromboembolismo «son una coincidencia o un efecto secundario extraño» de la vacuna de AstraZeneca, aunque dice seguir «firmemente convencida» de que sus beneficios contra el coronavirus superan sus riesgos. Alemania, Francia, Italia, España, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Islandia, Bulgaria, Países Bajos y Luxemburgo han suspendido el fármaco de AstraZeneca.
En una rueda de prensa por videoconferencia desde Ámsterdam, la directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, ha reconocido que hay «preocupación sobre que haya un efecto en la confianza en las vacunas» después de la suspensión del uso de AstraZeneca por varios países europeos como precaución a la espera de los resultados de la investigación. En todo caso, Cooke ha asegurado que, si los expertos creen «que hay un problema que no pueda resolverse», no dudarán en «tomar los pasos necesarios». Ha recordado, además, que durante los ensayos clínicos llevados a cabo por la farmacéutica no fueron detectados casos de tromboembolismo posteriores a la vacunación.