Dormir desnudo: ventajas para la salud de irse a la cama sin pijama (y algún inconveniente)

Los estadounidenses definen ir sin ropa interior como ‘ir en modo comando’. La realidad es que dormir desnudo, incluyendo prescindir de ropa interior, puede tener ciertos beneficios para nuestra salud. No abundantes, pero sí interesantes. Sobre todo cuando los llevamos a la cama.

No, no hay ninguna connotación sexual en esta intención y sí ciertos motivos por los que aparcar el pijama. Camisón, camiseta, pantalón corto, calzoncillos, braguitas… El concepto es extrapolable a cualquier prenda con la que durmamos. Aunque, evidentemente, cuanta más tela y más sólido sea el tejido, más engorroso será en la cama.

Por eso, ciertas tendencias avalan las bondades de dormir sin ropa. Puede sonar chocante de entrada y, curiosamente, por motivos antagónicos. Solemos pensar que un pijama grueso será nuestro mejor compañero de noche para conciliar el sueño. Lamentablemente no es siempre así. A veces, un pijama demasiado cálido nos complica el sueño y dificulta el descanso.

Hablamos de un término medio térmico que implica a la habitación, al pijama, a la ropa de cama y, evidentemente, a nuestra propia temperatura. Si mantenemos ciertos principios, nuestra piel, la facilidad de conciliar de caer en brazos de Morfeo e, incluso, nuestra vida conyugal, se fortalecerán.

La termorregulación, el principio para entender el porqué de dormir desnudo

No se trata de que en cualquier circunstancia nos metamos desnudos en la cama. Todo lleva una adaptación progresiva que empieza por la propia temperatura de nuestra habitación. Quizá en invierno además se nos ‘haga bola’, pero la realidad es que una temperatura exterior elevada dificulta el sueño de la misma manera que la temperatura corporal elevada.

Para ello hay que entender un simple principio de termorregulación, el mecanismo por el cual nuestro cuerpo fluctúa de temperatura para adaptarse al entorno. Bajo este principio, se estima que la temperatura de una habitación para un correcto sueño debe estar entre los 19º y los 22º centígrados. La curiosidad es que nuestro cuerpo prefiere temperaturas más bajas para dormir que temperaturas demasiado elevadas. Como muestra, podemos coger los ejemplos de lo difícil que resulta dormir en verano.

La realidad es que el enfriamiento del cuerpo y el sueño están muy conectados, se potencia así una búsqueda del calor que potencia el ciclo circadiano y vinculan el inicio de la fase NREM —el primer ciclo del sueño— con el enfriamiento corporal. En román paladino: el inicio del sueño es más probable cuando la temperatura corporal está en su tasa de descenso.

Cómo empezar a dormir desnudo

Huelga decir que dormir juega un papel fundamental en nuestra vida. Es algo que hacemos un tercio del tiempo total que pasamos vivos, así que habrá que hacerlo bien y prestarle atención. Entre seis y ocho horas, en función de nuestra edad, se estima como el tiempo óptimo para dormir cada noche. Como es lógico, no hay que confundir calidad con cantidad.

Las patologías asociadas a dormir mal, sea vestido o desnudo, son amplias. Hablamos de diabetes, de mayores riesgos de accidentes cardiovasculares, de ansiedad, de insomnio y de depresión, entre otros problemas que se pueden agravar con una mala higiene del sueño.

No es que dormir desnudo vaya a ser la panacea y combata todo lo anterior, pero sí ofrece ciertas ventajas. De esta manera, podemos encontrar beneficios a la hora de conciliar el sueño y de mejorar nuestra salud dermatológica. Además, nuestra vida sexual también podría mejorar e incluso nos podría echar una mano para evitar ciertas infecciones.

Amén de esto, dormir desnudo —y vestido— es un arte que cobra más importancia en cómo nos vamos a la cama. Habrá que invertir en mejor ropa de cama, especialmente de algodón, lino o seda, ya que son más transpirables. Y, lógicamente, prestando atención a edredones, sábanas y nórdicos que permitan no destemplarse por la noche.

Junto a ello resulta fundamental ser consciente de que la desnudez implica ciertos riesgos higiénicos, por lo que el cambio de sábanas deberá ser más habitual. En el mismo sentido, conviene también prestar atención a las duchas nocturnas para irnos a dormir lo más relajados y limpios posibles.

Los beneficios de dormir desnudo

Sea acompañado o solos, dormir desnudo implica ciertas ventajas. Hay teorías que avalan un incremento de la oxitocina. Otras que reivindican una mayor calidad espermática y otras que refrendan el dormir desnudo para mejorar nuestra salud dermatológica.

Huelga decir que los resultados no se ven a simple vista y que, como es lógico, dependen de muchos otros factores. Pretender que por dormir desnudo dejemos de ser hipertensos o que nuestra piel se convierta en la de un bebé es pedirle mucho a este hecho.

Mejor calidad espermática en el hombre

El equilibrio es una de las claves para entender la calidad del semen y la motilidad espermática en los hombres. Por este motivo, nuestro diseño orgánico implica que el escroto esté ligeramente separado del cuerpo, manteniendo así una menor temperatura que permite la espermatogénesis.

Prescindir de los calzoncillos, especialmente si son muy ajustados, será la mejor forma de que esa caída natural se mantenga durante la noche y aumente el frescor. Si rebajamos la temperatura escrotal durante la noche al dormir desnudos —o con calzoncillos más amplios—, le echaremos una mano a nuestros ‘soldaditos’, según este estudio.

Un descanso para la piel

Es imposible pensar en una cama totalmente libre de ropa, ya que las sábanas están presentes, pero si sumamos sábanas y pijamas, ampliamos el rango de rozaduras de nuestro cuerpo. Esto es especialmente relevante para personas que tienen ciertas enfermedades inflamatorias de la piel. Pueden ser simples eczemas o puede ser psoriasis, cuyas manchas o escamas pueden agravarse durante la noche con las rozaduras de la ropa.

De esta manera, explican desde SELF que «dormir desnudo puede dar un respiro a tu piel, aumentando su transpiración y ofreciendo más descanso a los tejidos». Una realidad que también implica aumentar la higiene doméstica con detergentes hipoalergénicos para nuestras sábanas. También, aunque no suframos estas patologías, las personas con piel atópica o piel especialmente sensible pueden beneficiarse de dormir desnudos.

Conciliar mejor el sueño

La antes mencionada termorregulación vuelve a escena. Prescindir de un exceso de ropa en la cama permite que nuestro cuerpo baje de forma natural su temperatura. Con esto, estamos llamando directamente al sueño NREM y a nuestros ritmos circadianos para que nos durmamos antes, como explica este estudio.

Resulta lógico pensar que, cuanto antes durmamos, más reparador será nuestro sueño. La clave vuelve a ser la precaución, sobre todo si tenemos cierta tendencia a desarroparnos durante la noche. Darle patadas a sábanas y nórdicos y quedarnos sobre la cama como Dios nos trajo al mundo puede conseguir el efecto contrario, destemplarnos y que, además de despertarnos, también pudiéramos resfriarnos.

Evitar infecciones vaginales

Aunque no hay estudios que avalen directamente la relación entre dormir sin ropa interior con evitar infecciones vaginales, la literatura médica avala la correlación entre no utilizar ropa interior y estas infecciones. El uso de ropa interior ajustada, elevadora de la temperatura, sumada a la humedad de la zona, supone un campo abonado para ciertas infecciones. Además, el uso de ropa interior ajustada supone aumentar la fricción genital de manera involuntaria durante la noche.

En este caso, a pesar de la falta de evidencias con el tema en concreto, huelga decir que las ventajas de dormir sin ropa interior serían las mismas que en el resto del día, permitiendo una mayor ventilación de la zona y, por tanto, reduciendo el riesgo de infección.

Las precauciones antes de dormir desnudo

Si compartimos cama será conveniente comunicar la decisión antes de proceder. Es cierto que dormir desnudo puede, gracias al contacto piel con piel, aumentar la secreción de oxitocinas. Sin embargo, antes de llegar a este punto, es relevante hacer partícipe a la otra persona de la decisión. En el mismo caso, también conviene que el cambio sea paulatino, prescindiendo poco a poco de la ropa o, sobre todo, dejando hueco a la ropa interior por dos sencillos motivos.

La importancia del sujetador

Si una mujer está preocupada por la caída o flacidez del pecho, dormir sin ningún tipo de ropa no va a mejorar la situación. De hecho, la mejor forma de prevenir la ptosis mamaria o descolgamiento del busto es no prescindir del sujetador. En este caso, la noche es un terreno abonado a utilizar sujetadores deportivos, más cómodos y flexibles que los tradicionales. Además, también puede ser una cuestión de comodidad.

Una higiene más exhaustiva

Dormir desnudos nos expone y expone a nuestras sábanas. Por eso la importancia de cambiarlas más a menudo o de ducharnos antes de dormir si decidimos avanzar en este terreno. Además, no debemos olvidar a ciertos enemigos inesperados. Hablamos de las ventosidades, muchas de ellas involuntarias, que durante la noche propelen restos de materia fecal.

Si lo sumamos a dormir desnudos, podríamos arriesgarnos a expulsar estas micropartículas en las sábanas. A todo ello hay que sumarle un mayor contacto de sudor, piel y otros restos orgánicos que, por razones de higiene, exigen que lavemos nuestra ropa de cama con más frecuencia.