Dieta keto: los seis alimentos que te impiden entrar en cetosis
Restrictiva en un gran número de alimentos, la cetosis que promueve la dieta keto excluye de la lista de la compra a buena parte de nuestras tiendas y mercados
Convertida en paradigma de una nueva nutrición, la dieta keto y entrar en cetosis se han erigido en banderas que persiguen los que buscan perder peso, pero también los que quieren ganar músculo. La base es sencilla: prescindir de los hidratos de carbono al máximo para consumir solo proteínas y grasas, tanto saturadas como insaturadas.
El resumen, tal y como te contamos en su día, era que entrásemos en cetosis, que no es otra cosa que activar en nuestro organismo los cuerpos cetónicos para utilizarse como fuente de energía. Al restringir estos carbohidratos, que son un combustible rápido, el organismo se ve obligado a quemar otras fuentes de energía, cuya obtención es más compleja.
De esta manera, por así sintetizarlo, dejamos de tener un combustible rápido y fácil de adquirir para buscar otro igual de válido pero que exige a nuestro organismo un esfuerzo extra. Al producirse este esfuerzo, el cuerpo exige más para la conversión energética y metabólica, facilitándose la pérdida de peso durante la dieta cetogénica.
Aunque, como toda dieta, incluida la Atkins o la Dukan, la dieta keto debe llevarse bajo un estricto control médico y nutricional, su iniciación es relativamente amable. No significa esto que simplemente pretendamos adelgazar por el simple hecho de consumir grasas y proteínas, pues hay que seguir contando calorías y macronutrientes para alcanzar el déficit calórico.
Partiendo de la base de que tampoco se trata de una dieta que podamos seguir por nuestra cuenta y que no todas las personas deberían seguirla, además de no deber extenderla en un período muy largo de tiempo, la dieta keto sí puede tener ciertas ventajas para, posteriormente, ir reintegrando los carbohidratos en la dieta.
Con estas premisas claras y sin creer en los milagros, vemos ahora quiénes son los grandes enemigos de la dieta keto y qué alimentos no deben formar parte de la cesta de la compra de esta corriente nutricional.
Dieta keto: qué alimentos no debes comer en cetosis
Ya sabemos que para esta dieta, el auténtico demonio viene con los hidratos de carbono, así que hay muchos elementos que hay que sacar de la ecuación. En cualquier caso, muchos de ellos están cargados de minerales, vitaminas y otros micronutrientes fundamentales, por lo que una dieta keto es muy habitual que necesite suplementos alimenticios.
Hay alimentos que son especialmente obvios a la hora de prescindir de ellos como pueden ser los cereales —todos, desde el trigo y el maíz hasta el arroz o la avena— y cualquier derivado de ellos. Pastas, galletas, bollería, panes, masas, pizzas… Allá donde haya un cereal no habrá cetosis.
Sin embargo, no todos los productos bajos en hidratos de carbono están igual de recomendados. Sucede lo mismo con los productos ricos en grasas, pues no todas son bien recibidas en una dieta keto, principalmente por ser de por sí grasas poco saludables.
Patatas y otros tubérculos
Los reyes del almidón, incluyendo el almidón resistente del que te hemos hablado en otras ocasiones, no son bien recibidos en una dieta keto. Ricos en hidratos de carbono complejos, su presencia arruinaría la cetosis y los nombres son muy fáciles de reconocer.
Cualquier formato de patata (hervida, frita, de aperitivo, asada…) y otros tubérculos ricos en almidón como la yuca, el ñame, el boniato, la remolacha, las batatas o las chufas deberían estar fuera de tu alcance.
Frutas y hortalizas ricas en carbohidratos
Con la excepción del aguacate y de la mayoría de frutos del bosque como arándanos o grosellas, la mayor parte de las frutas deben pasar a mejor vida en esta ocasión. También deberías hacer lo mismo con las hortalizas con muchos carbohidratos que son prácticamente todas (zanahorias, cebollas, ajo, pepino, calabaza, puerro…).
Las excepciones en el caso del huerto llegan a través de las verduras de hoja verde como pueden ser las espinacas, las acelgas, el apio, los espárragos o el brócoli, además del tomate. En cualquier caso, excepciones muy puntuales, pues siempre tienen una pequeña parte de hidratos de carbono.
Azúcar y otros edulcorantes
Hay que mencionarlo, por si acaso, pero mencionarlo. Todo lo que sea la forma tradicional de endulzar nuestra vida como azúcar refinado, miel, sirope de ágave, sirope de arce, miel de palma… Cualquier producto rico en hidratos de carbono debe salir de una dieta keto, sobre todo cuando son tan calóricos como estos.
Las alternativas para edulcorar una dieta keto pueden ser la estevia o el erititrol. Además, resulta evidente explicar que tampoco se pueden incluir bebidas azucaradas o productos tradicionales de repostería, así como chocolates, bombones, chocolatinas, gominolas o caramelos. En un renglón parecido, ciertas salsas también rectificadas de azúcar como el kétchup, muchos tomates fritos, salsas para pasta o la salsa barbacoa también deben ser apartadas de la dieta.
Alcohol
En cualquier de sus versiones, por mucho o poco grado alcohólico que tenga, cualquiera de estas bebidas debe salir de la dieta cetogénica o dieta keto porque solo añade calorías vacías y, en algunos casos, bastante cantidad de hidratos de carbono.
Fuera cerveza, vino y sidra, a pesar de ser fermentados con relativamente bajo grado alcohólico, y por descontado deben desaparecer los licores y los destilados, incluyendo vinos de licor o cualquier tipo de producto elaborado a través de una destilación.
Margarina y otras grasas
Las margarinas, las grasas trans, las grasas hidrogenadas y ciertos aceites vegetales, modificados para incluir una mayor cantidad de ácido omega-6, tampoco son bien recibidos en una dieta keto. No por no tener carbohidratos —no los tienen—, sino por ser grasas de poca calidad y saturadas.
En este caso, las grasas que se pueden incorporar a dieta deben ser grasas insaturadas que pueden proceder de los frutos secos, tales como las avellanas o las nueces, además de los pescados azules y, por supuesto, de aceites vegetales como el aceite de oliva o el aceite de aguacate.
Lácteos
Cualquier producto lácteo es una fuente enorme de proteínas y de grasas, pero no todos los lácteos valen para una dieta keto. En este caso hay que priorizar aquellos bajos en carbohidratos como son las mantequillas o los quesos más añejos, con cantidades irrisorias de azúcares —no olvidemos que la lactosa no deja de ser un disacárido, y por tanto, un carbohidrato—.
Además, cualquier lácteo con azúcar añadido debe ser evitado, como también ciertas leches (las sin lactosa, por ejemplo, estarían permitidas), ya que son los productos que, por su fermentación, menos han acabado con esa lactosa y por tanto los que más hidratos de carbono tengan.