Las seis consecuencias reales que experimentarás al dejar de comer queso
Si últimamente te notas hinchado, candado, inflamado o con dolor de cabeza, quizá se deba al queso o a los productos lácteos que consumes
A la mayoría les encanta el queso, un alimento que aunque contiene proteínas de alto valor biológico, sales minerales como el calcio, vitaminas y alto contenido potasio, magnesio y hierro, también es rico en grasas y en calorías, lo que nos puede hacer engordar.
Sin embargo, si nuestras preocupaciones van más allá de la figura y lo que nos inquieta es si realmente el queso nos está haciendo bien o no, es importante que tengamos claro que no es un alimento imprescindible para un adulto, y que podemos eliminarlo de nuestra dieta. Si lo hacemos, según los expertos, podríamos tener numerosos beneficios.
Seis efectos reales de dejar de comer queso
Debido al alto contenido de sodio y grasa del queso, el Dr. Akua Woolbright, director del programa nacional de nutrición de la Whole Cities Foundation, recomienda que el máximo consumo diario de este alimento debería estar en 28 gramos de queso duro o media taza de quesos blandos.
- El tono y textura de tu piel pueden mejorar, ya que los productos lácteos se han relacionado con la producción excesiva de sebo, que puede obstruir los poros.
- Menos hinchazón y problemas digestivos. Si sueles tener problemas digestivos y experimentas hinchazón frecuente, entonces debes eliminar o limitar este alimento y los productos lácteos.
- Puedes experimentar menos dolores de cabeza y migrañas. «Reducir el consumo de queso puede reducir los dolores de cabeza y las migrañas causados por los efectos de la tiramina que se encuentra en el queso», explica la Dra. Mya Bellinge a EatThis. La tiramina es un compuesto natural que se encuentra plantas y productos animales y, según las investigaciones, altas cantidades de tiramina en el cuerpo pueden desencadenar dolores de cabeza y migrañas en las personas.
- Puedes perder peso. Obviamente, dejar de comer este alimento puede ayudarte a adelgazar, sobre todo por el azúcar, la grasa y las calorías que a menudo contiene este alimento.
- Puedes reducir la inflamación, ya que los productos lácteos contienen muchos aditivos, conservantes y hormonas que pueden causarla.
- Puedes disminuir el riesgo de sufrir cáncer, ya que al comer menos queso se ingiere menos caseína, una proteína que se encuentra en la leche y que puede estar relacionada con enfermedades, tal y como detallan las investigaciones.
Los que menos engordan
Si no te planteas dejar de comer este alimento pero sí quieres consumir los más sanos del mercado, son estos:
- El mascarpone, que se encuentra en todas las recetas de tiramisú, también se puede utilizar para untar en lugar de mantequilla.
- El requesón es una excelente fuente de proteínas para cualquier dieta. Puedes agregarlo a batidos o usarlo como salsa en algunos platos.
- El feta está repleto de vitaminas y minerales. Se elabora con leche de cabra o de oveja. Puede tener un alto contenido de sodio, por lo que debemos tener cuidado de no comer demasiado. Es perfecto para ensaladas.
- El mozzarella puede tener un alto contenido de grasa, por lo que hemos de comerlo con moderación.
Al otro lado de la balanza, tenemos los más calóricos y grasos:
- Manchego: se elabora con leche de oveja prensada y curada. Es rico en calorías y en grasa (un 50% es grasa).
- De cabra: el alto porcentaje graso de su leche hacen que sea uno de los más calóricos.
- Parmesano: el típico rallado no tiene tanta grasa como otros (27,8%) pero eso no quita que sea poco recomendable para pérdidas de peso.
- Gruyère: este queso clásico suizo tiene un porcentaje graso de 32,4%. Y más grasa, más calorías.
- Cheddar: un 33,8% de materia grasa.
- Roquefort: 30% de materia grasa.
- Edam: el holandés más vendido tiene un 28% de materia grasa.
- Gouda: otro holandés, con 27% de materia grasa.
- Queso azul: fermentado por hongos, es el que engorda menos que la mayoría de curados, pues tiene un 28% de materia grasa.
- Camembert y Brie: estos quesos aportan un 24% de materia grasa.
Como siempre te decimos, ante cualquier duda relacionada con tu salud, no dudes en consultar a tu médico.