La revolución de los succionadores llega al punto G: así se estimula el clítoris desde dentro
El primer vibrador con tecnología de aire para este punto cambia la forma de estimular una zona que se suele dejar de lado en las relaciones sexuales
Hace unos años, la llegada del succionador de clítoris supuso una revolución en la sexualidad femenina. Su popularidad fue creciendo por momentos y cada vez eran más las mujeres que se lanzaban a explorar una masturbación diferente.
Ahora que los tabúes en torno a la masturbación femenina se van derribando poco a poco, el abanico de juguetes sexuales es cada vez mayor, tanto para hombres como para mujeres, y las novedades no dejan de llegar.
La última, el primer vibrador para estimular el punto G con tecnología Pleasure Air, es decir, una especie de succionador del punto G. Así, si hasta ahora hemos descubierto que se puede estimular el clítoris de una manera antes inimaginable, ahora podremos hacerlo también desde su parte interna.
Y es que el punto G, a pesar de su nombre, no es un punto concreto, sino una zona con muchas terminaciones nerviosas que se encuentra en el interior de la vagina. Cuando la tocamos o masajeamos, realmente lo que estamos estimulando es la parte interna del clítoris, según ha explicado la ginecóloga Miriam Al Adib, que incide en que el resto de la vagina no tiene muchas terminaciones nerviosas, sino que es esta zona la que realmente impulsa el orgasmo.
Así, el Womanizer OG busca estimular esta zona, a veces algo más difícil de alcanzar con los dedos que la parte externa del clítoris, a través de unas ondas pulsantes y una suave succión.
El punto G sigue siendo un gran desconocido
El famoso punto G recibe su nombre del ginecólogo Ernst Gräfenberg, que supuestamente descubrió esta zona de placer en los años 40. Sin embargo, ni descubrió algo nuevo de la anatomía femenina ni realmente es un punto en concreto, insiste la ginecóloga Miriam Al Adib.
En realidad, es una zona con poca sensibilidad por fuera, explica la ginecóloga, pero al masajearla, apretarla o jugar con ella, lo que se está estimulando es la parte interna del clítoris. Es por eso, explica, que la sola penetración, cuando la fricción no llega a esa zona en concreto, no es placentera más allá del morbo o la excitación que genera la situación, sino que, si hablamos del plano físico, el orgasmo llega cuando el clítoris se ve involucrado, ya sea por fuera o desde dentro de la vagina.
Los estudios sobre el tema ni siquiera se ponen de acuerdo en una definición concreta de este punto que tanto ha dado de qué hablar, pero lo que sí ha quedado claro es que incluirlo como zona erógena en nuestros juegos sexuales añade una forma de sumar placer al momento.
Este vibrador permite probar una nueva forma de estimulación de una zona de la que habitualmente nos olvidamos, tanto durante las relaciones sexuales como en la masturbación.
Con el succionador, además, se pueden explorar sensaciones distintas, explica la sexóloga Ana Lombardía, más allá del tacto y la presión que podemos hacer con los dedos, el pene o un juguete sexual más tradicional que solo cuente con vibración.
El punto P también gana protagonismo
Se ha hablado muchísimo sobre el punto G, pero es menos común oír hablar del punto P, el equivalente si hablamos del cuerpo masculino. El tabú que rodea al sexo anal en las relaciones heterosexuales ha llevado a dejar de lado una zona erógena que puede dar un gran placer a los hombres y que no es otra que la próstata.
Según explica la sexóloga Ana Lombardía, aumentar las zonas erógenas que se estimulan durante el sexo puede llegar a potenciar la multiorgasmia, que aunque se suele asociar a las mujeres, no es exclusiva de estas.
A pesar del placer que puede llegar a provocar, el 29% de los hombres españoles asegura que no ha probado nunca el sexo anal y no tiene ningún deseo de hacerlo, según una encuesta realizada por We-Vibe. El tabú ha llevado incluso a que casi la mitad de los hombres, el 43%, hayan oído hablar de la próstata como zona erógena, pero no se hayan lanzado a probar su estimulación.
Por fortuna, cada vez se habla más del tema y los hombres tienen también opciones de juguetes sexuales diseñados especialmente para el punto P, que tiene numerosas terminaciones nerviosas que pueden llevar a orgasmos realmente intensos.
Así, señala Lombardía, vibradores, plugs anales e incluso estimuladores de la zona perianal son cada vez más comunes y más vendidos, muchas veces comprados incluso por las parejas con la intención de darle un toque nuevo a sus relaciones sexuales.