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Las mujeres maduras y el sexo: cómo disfrutar más de las relaciones a partir de los 45 años

Las mujeres maduras, esto es, de más de 45 años, en ocasiones tienen problemas con el sexo debido a la llegada de la menopausia

Las mujeres maduras y el sexo: cómo disfrutar más de las relaciones a partir de los 45 años

Una mujer mirando por la ventana en lencería. | Gtres

Las mujeres maduras, esto es, de más de 45 años, en ocasiones tienen problemas con el sexo debido a la llegada de la menopausia, pues es uno de los momentos vitales más temidos por las féminas, pese a suponer en parte una liberación por dejar de recibir la visita de la menstruación mensualmente. 

Los cambios en el plano físico y emocional, sumado al cambio significativo en la vida sexual de quien la atraviesa, hacen que la mayoría de las mujeres maduras esperen este momento con incertidumbre y, sobre todo, con temor, como consecuencia de una clara desinformación.

Los cambios físicos, hormonales y emocionales que experimentan las mujeres con la llegada de la menopausia

En cuanto a los cambios físicos que experimentan las mujeres con la menopausia, que suele aparecer entre los 45 y los 55 años de edad, las paredes vaginales pueden perder flexibilidad y nuestra lubricación natural disminuir, produciéndose la famosa sequedad vaginal. Dicha sequedad puede causar dolor y/o molestia durante la penetración, así como picazón y ardor en algunas mujeres.

«Estos cambios negativos para la mayoría de nosotras hacen que nuestra autoestima sexual, y nuestra sexualidad en sí, se vea alterada, sufriendo dificultades. Recordemos que el dolor y/o molestia (no buscado ni deseado) no es compatible con el placer. Cuando algo no nos resulta agradable e incluso nos es doloroso, genera en nosotras un rechazo, una evitación», asegura Ana Blázquez, sexóloga y terapeuta de pareja.

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Una pareja en la cama teniendo sexo. | Gtres

Además, entran en juego un sinfín de cambios hormonales que también influyen en el cuerpo de la mujer, como una bajada notable en los niveles de estrógenos.

«Para que nos entendamos, los estrógenos son para nuestro cuerpo la ‘gasolina’ que se necesita para mantener en forma nuestro deseo sexual. En esta etapa, debido a la disminución de esta hormona, veremos cómo decrece de forma considerable el apetito sexual de las mujeres, haciendo que, en muchas ocasiones, esta falta de deseo se convierta en una dificultad incipiente», añade la sexóloga, colaboradora de Control.

Con la menopausia entran en juego un sinfín de cambios hormonales que también influyen en el cuerpo de la mujer, como una bajada notable en los niveles de estrógenos, lo que hace descender el deseo sexual

Por último, intervienen los cambios emocionales, los cuales suponen una de las causas más determinantes, pues «un alto porcentaje de mujeres acuden a consulta en búsqueda de apoyo cuando se encuentran atravesando la menopausia». 

«En sus inicios, es cuando surgen los mitos e inseguridades que están asociados a esta nueva etapa que se vincula al paso de la juventud a la vejez: ‘Con la menopausia, dejo de ser o funcionar como una mujer’, ‘Estamos fuera del mercado’, o ‘Ya no es importante nuestra sexualidad. Eso ya no es para mí’. Además, muchas se sienten acomplejadas o no se reconocen por los cambios físicos que se producen en su cuerpo. Surgen los miedos a sentirse menos deseadas, y a ello le añadimos que, con la bajada de estrógenos, también son menos deseantes», apunta la experta.  

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Una pareja teniendo sexo en el suelo. | Gtres

«Por eso, cada vez más mujeres acuden a mi consulta, ya que quieren vivir y disfrutar de una manera más sana y positiva esta nueva etapa vital. Quieren un cambio en su vida sexual no vinculado al dolor, ni a las molestias. Están preocupadas por su bajo deseo sexual y quieren recuperarlo. Reconciliarse con su nuevo cuerpo y, sobre todo, saber qué las pasa y cómo poder acompañarse de una manera amorosa y respetuosa», concluye Blázquez.

Cómo disfrutar de una vida sexual plena tras la llegada de la menopausia

Tener una vida sexual satisfactoria tras la llegada de la menopausia resulta fundamental, ya que «si regamos y cuidamos nuestra vida sexual, obtendremos beneficios importantes en otras áreas de nuestra vida», como, por ejemplo, la liberación de sustancias neuroquímicas muy beneficiosas para las mujeres, como la serotonina, oxitocina y dopamina.

Cuando en nuestro cuerpo aumentan los niveles de dichas sustancias, nuestra autoestima sube, ya que se genera unas sensaciones de bienestar, relajación y satisfacción. «Y cuanto mejor nos encontremos a nivel emocional, mejor estaremos en el resto de las áreas de nuestra vida: laboral, social, de pareja, física», añade la sexóloga, que da unas valiosas claves:

  • Más autoestima y más amor hacia nosotras mismas. «En este periodo de nuestra vida, en el que tenemos un camino ya recorrido, ¿qué tenemos que demostrar? Nada. Tal vez es el momento de mirarnos con más respeto y amor».
  • Redescubrámonos. Es una realidad que se produce un cambio en el cuerpo de la mujer, por ello «veamos la menopausia como una oportunidad para volvernos a encontrar, descubrirnos, sorprendernos… Lo mejor del ser humano es nuestra capacidad de transformación… pues saquémosle partido».
  • Nuestra sexualidad está tan viva como nosotras. «No somos, ni pensamos, ni sentimos, ni nos gustan las mismas cosas con 15, que con 20 o con 50 años. ¿Por qué pensamos que en nuestra sexualidad las cosas no cambian o sólo pueden ir a peor?. Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos: no nos neguemos nuestro derecho al placer».
  • Eliminemos problemas, veamos soluciones. Muchos de los cambios físicos que experimentan las mujeres con la llegada de la menopausia —tales como dolores o molestias con la penetración, así como la sequedad vaginal— tienen fácil solución con la integración de productos en nuestro día a día y nuestras prácticas sexuales.
Una pareja en un banco. Gtres
Una pareja en un banco. | Gtres

Por qué es importante seguir teniendo sexo tras la llegada de la menopausia

Además de lo mencionado por la sexóloga, es importante seguir teniendo sexo satisfactorio tras la llegada de la menopausia, ya que proporciona muchos beneficios:

  • Más autoestima : el sexo puede aumentar la autoestima y reducir los sentimientos de inseguridad, lo que lleva a percepciones más positivas de nosotros mismos.
  • Tasas más altas de felicidad: según un estudio de 2015 realizado en China, tener más sexo y de mejor calidad aumenta la felicidad.
  • Más vínculos: durante las relaciones sexuales se liberan sustancias químicas del cerebro, incluidas las endorfinas, que disminuyen la irritabilidad y los sentimientos de depresión. También aumenta la oxitocina, que ayuda a fomentar una sensación de calma y satisfacción.
  • Alivio del estrés: el estrés crónico puede contribuir a una menor frecuencia sexual. Sin embargo, intimar puede ser una técnica efectiva de manejo del estrés, ya que reduce hormonas como el cortisol y la adrenalina (epinefrina), con efectos que duran hasta bien entrado el día siguiente.
  • Mejora de la calidad del sueño: los orgasmos desencadenan la liberación de la hormona prolactina, que ayuda a conciliar el sueño.
  • Mejor condición física. Según la American Heart Association, la actividad sexual es equivalente a realizar actividades físicas moderadas, como caminar a paso ligero o subir dos tramos de escaleras. Asimismo, intimar suele tensar y tonificar los músculos abdominales y pélvicos. 
  • Pérdida de peso: relacionado con lo anterior, tener relaciones sexuales durante 30 minutos quema un promedio de 200 calorías, y las sustancias químicas cerebrales que se liberan pueden calmar los antojos de alimentos y calóricos.
  • Mejor sistema inmunológico: el sexo regular puede incluso reducir la probabilidad de contraer un resfriado o gripe.
  • Una mejor función cerebral: los estudios preliminares en ratas hallaron que mantener relaciones sexuales frecuentes se asocian con una mejor función cognitiva y con el crecimiento de nuevas células cerebrales. Desde entonces, se han observado beneficios similares en estudios con humanos. De hecho, un estudio de 2018 vinculó el sexo frecuente con un mejor rendimiento de la memoria en adultos mayores de 50 años.
  • Mejor relación de pareja: las investigaciones realizadas hasta la fecha sugieren que mantener relaciones sexuales frecuentes puede desempeñar un papel importante en el bienestar general de la pareja, ya que está relacionado con sentir más afecto. Y cuando las parejas experimentan más afecto, también es más probable que tengan relaciones sexuales con más frecuencia. Es decir, me siento querido y tengo sexo, y porque tengo sexo me siento más querido. Pero si no hay sexo, esa dinámica se rompe.

Entre muchos otros…

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Dos personas en la cama. | Gtres
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