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'Fake news': diez preguntas para descubrir si una noticia de belleza es o no es fiable

La cosmética es uno de los ámbitos en los que se dan más noticias falsas que acarrean consecuencias negativas para la imagen y la salud

‘Fake news’: diez preguntas para descubrir si una noticia de belleza es o no es fiable

Mujer informándose a través de un soporte digital | Freepik

Vivimos una época en la que, sobre todo para las generaciones más jóvenes, Internet es la principal fuente de información a nivel mundial. Ante este panorama, estamos más expuestos que nunca a las fake news que son noticias con contenidos falsos que percibimos como si fuesen auténticas.

Esta nueva realidad ha vivido un importante auge en los últimos años y ha creado la aparición de figuras a las que se les denomina periodistas ciudadanos. Son personas totalmente normales que pueden utilizar su teléfono móvil como un medio de comunicación. La llegada de las redes sociales y de los influencers son la confirmación de este nuevo estilo de informar en el que conseguir la exclusiva o crear noticias sesgadas para satisfacer una ideología o intereses comerciales están a la orden del día.

El mundo de la belleza y la cosmética no se escapa de este panorama. Con el fin de conseguir seguidores, clicks o relevancia, muchas veces nos encontramos ante fake news o noticias sesgadas. El gran peligro en este terreno es que, al tratar temas como la piel o el cabello, no estar bien informado puede atentar contra nuestro aspecto y, lo que es más preocupante, contra nuestra salud.

Para despertar la conciencia y el ojo crítico, y así saber detectar cuando nos encontramos ante este tipo de fake news, hoy en THE OBJECTIVE contamos con expertos que nos dan todos los consejos que necesitamos para no caer en las redes de las noticias falsas.

Las cifras de las ‘fake news’

Según datos de Statista, el porcentaje de población que consumió fake news en el mundo en el año 2022 fue del 71%. Además, el porcentaje de personas que se preocuparon sobre el uso de la información falsa como arma en el mundo llegó al 76%. Este estudio refleja también que las redes sociales son calificadas como el medio de comunicación menos confiable a nivel mundial.

Las redes sociales se han convertido en un nuevo medio de comunicación. (Fuente: Freepik)
Las redes sociales se han convertido en un nuevo medio de comunicación. (Fuente: Freepik)

Lo más peligroso es que creemos que estamos preparados para saber detectar cuándo nos encontramos ante una fake news. El 64% de los europeos piensan que tienen la suficiente capacidad para reconocer la desinformación. Pese a ello, tras el confinamiento del 2020, las fake news han aumentado un 50% y esta tendencia no ha hecho más que crecer en los últimos meses.

¿Cuáles son los sectores donde más se suelen dar las fake news? Pues los estudios reflejan que se dan en el ámbito de la salud, la cosmética y el autocuidado. Es un universo en el que existe tanta difusión de noticias y contenidos que hace que detectar las noticias falsas sea cada vez más complicado.

Cómo detectar fake news

Ahora que sabemos el problema en el que vivimos a diario, es importante que desarrollemos un espíritu crítico cada vez que nos encontremos ante una noticia sobre belleza o cosmética. Para ayudarnos, Mar Santamaria, responsable de Atención Farmacéutica de Promofarma by DocMorris, nos aconseja el decálogo perfecto para que no te cuelen ni una noticia falsa que encuentres por internet.

«Ante una noticia o información sobre salud, belleza o alimentación es muy fácil caer en la trampa de los bulos o informaciones erróneas», afirma Mar Santamaria. Aprender a ser más críticos y tener en cuenta las diez precauciones que conoceremos a continuación, nos evitará ser víctimas de las fake news de Internet o de redes sociales como Instagram o Twitter.

1) ¿Debo de dar por bueno todo lo que leo?

Ni mucho menos. Debes de tomarte los contenidos con un cierto escepticismo inicial e intenta entrenar tu visión crítica, pero constructiva. Lee la noticia un par de veces y haz tus propios análisis. Como veremos luego, es recomendable contrastar la información antes de darla por cierta. 

Mujer leyendo un periódico. (Fuente: Freepik)
Mujer leyendo un periódico. (Fuente: Freepik)

2) ¿Es una información relevante para mí?

Como la mejor solución es contrastar la información buscando en otras fuentes, hay que saber no perder tiempo en noticias que no nos interesan. Si algo no va contigo, no pierdas esfuerzos en rebuscar sobre ese contenido. Tu tiempo es oro así que sé selectivo desde el primer instante.

Este punto parece el más sencillo pero, en realidad, es el que más cuesta. El sistema de recompensa de las redes sociales y las apps nos engancha a contenidos dinámicos mediante picos de dopamina difíciles de gestionar. Desengancharse no es fácil y hasta se ha acuñado el término FOMO para identificar ese miedo a perderse algo en el contexto de las redes sociales. Sé crítico y si un contenido no es relevante para ti, no lo dudes y pasa de largo.

3) ¿Puedo identificar la fuente de la información?

Este aspecto es crucial para saber si la información tiene un mínimo de rigor o nos encontramos ante una fake news. El simple hecho de que no se indique quién emite el mensaje, ya nos tiene que transmitir cierta desconfianza. El anonimato no es una buena carta de presentación a la hora de informar o aconsejar sobre belleza o autocuidado.

4) ¿Qué grado de credibilidad tiene la fuente?

Sin embargo, no basta con que la noticia vaya firmada o se nos diga la fuente de donde procede la información. En el caso de que sí se mencione de donde vienen los datos, lo siguiente que deberíamos de hacer es confirmar sus credenciales.

Contrastar la información es un pilar básico para no caer ante fake news. (Fuente: Freepik/lookstudio)
Contrastar la información es un pilar básico para no caer ante fake news. (Fuente: Freepik/lookstudio)

Esta reflexión sobre la persona o empresa que emite el mensaje nos puede dar algunas pistas. Es más sencillo de lo que parece. Basta con que te plantees cuestiones como  las siguientes: ¿Es un profesional con una trayectoria conocida? ¿Tras la noticia se encuentra una empresa con un interés comercial? ¿Qué reputación tiene la firma o persona que aporta la información? ¿La web o red social en la que nos encontramos tiene contenidos supervisados por expertos?

5) ¿En qué canal lo estoy leyendo?

No es lo mismo un meme de Instagram que un artículo en un medio especializado. «En las redes sociales suelen haber muchos contenidos de impacto y consumo rápido, que es directamente proporcional a contenidos poco contrastados», comenta la experta. En redes, por norma general, la información no la emiten profesionales de la comunicación o del campo sanitario o cosmético. Eso sí, también es cierto que este tipo de expertos también cuentan con perfiles en redes sociales de los que ya nos podríamos fiar.

Las redes sociales no suelen ser un buen soporte para encontrar información contrastada. (Fuente: Freepik)
Las redes sociales no suelen ser un buen soporte para encontrar información contrastada. (Fuente: Freepik)

Por el contrario, en medios de comunicación consolidados, las informaciones suelen revisarse y verificarse con mayor rigor. Aunque que una noticia esté publicada en un medio prestigioso tampoco es una garantía al 100%.

6) ¿El titular es alarmante?

Si el título de la noticia es alarmante o demasiado categórico… ¡Alerta! Se nos viene una información poco contrastada. En ciencia, las cosas no son blancas o negras, tienen matices de grises. La ciencia intenta reducir la incertidumbre ante las hipótesis pero no tiene verdades absolutas. Si ves que la información crea una gran sensación de alarma o se presenta como una revelación que no admite debate, lo mejor es que dejes de leer.

7) ¿La información plantea opiniones alternativas?

Lo mejor es huir de posiciones rígidas e inamovibles porque son las más peligrosas y uno de los grandes síntomas de que nos encontramos ante una fake news. Si el mensaje se emite de manera que deja la puerta abierta a otras pruebas, o admite sus propias limitaciones, estamos en el buen camino.

8) ¿Se contrasta la información?

Si la noticia que estamos leyendo nos proporciona enlaces a webs de instituciones o firmas de referencia dentro del ámbito de la belleza o la cosmética, podemos mirar el contenido con buenos ojos porque, a priori, promete ser cierto. Un paso más allá se da si la noticia contiene referencias a artículos o estudios y publicaciones científicas que sean demostrables.

Lo más importante es que las fuentes que se nos ofrecen sean accesibles y podamos visitarlas para contrastar la noticia y obtener información complementaria.

9) ¿Puedo contrastarlo con algún profesional?

Los profesionales siempre van a tener una buena disposición a ayudarnos y confirmarnos todo aquello que nos despierte inquietud. Si crees que una noticia de belleza que has leído en un medio puede ser interesante, pero te asusta incluirla en tu rutina de cuidado, no tienes más que buscar tus propias fuentes para contrastar. Dermatólogos, farmacéuticos, peluqueros… los profesionales están ahí para ayudarnos.

Los profesionales son la mejor herramienta para contrastar la información. (Fuente: Freepik/zinkevych)
Los profesionales son la mejor herramienta para contrastar la información. (Fuente: Freepik/zinkevych)

Muchas veces nos encontramos con muchas noticias de belleza, algunas incluso que se contradicen entre sí, resultando abrumador para el lector. El profesional no solo te lo pondrá más fácil traduciendo la información al lenguaje coloquial sino que, además, te aconsejará de manera personalizada.

10) ¿Puedo usar herramientas caza – bulos?

¿Sabías que existen muchas iniciativas creadas por expertos con la finalidad de cazar fake news? Son enlaces, aplicaciones o recursos que pueden sernos útiles a todos para confirmar si podemos fiarnos del medio en el que hemos leído una noticia.

Por último, un consejo final. Las fake news corren como la espuma y cualquiera de nosotros puede ser responsable de ello. Si una noticia te genera dudas, o no tienes las suficientes garantías de que sea cierta, no compartas su contenido. Cada vez que pienses compartir una información, piénsalo dos veces. Entre todos, podemos contribuir a reducir el impacto de este tipo de noticias falsas.

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