Bajada de azúcar: cómo combatirla en verano con seis sencillos consejos
El calor, una mala dieta, ciertos fármacos… Los enemigos acechan y conviene saber cómo controlarlos
Un hombre ante una bajada de azúcar | ©Freepik.
La bajada de azúcar está a la orden del día en verano, incluyendo personas que no tienen patologías previas. Controlar el azúcar en sangre —la llamada glucemia— es más complejo durante las vacaciones y los meses de más calor. Un ritmo de vida más alto, una mayor deshidratación, la rigurosidad del tiempo o la desgana a la hora de comer pueden hacer que estemos bajos de azúcar y que lo acabemos pagando.
Lo cierto es que no hay una edad que podamos colocar como frontera. Tampoco encontramos variables demasiado acusadas en torno al sexo, pues las bajadas de azúcar afectan tanto a hombres como mujeres. Aunque haya estudios que vinculen la menopausia con el desarrollo de la diabetes tipo 2, lo cierto es que en ningún caso es un malestar exclusivista.
En lo que sí hay consenso en que una bajada de azúcar, más allá de un hecho puntual, puede acabar ocultando otras patologías como esa incipiente diabetes o una prediabetes. Los síntomas al sentir esta bajada de azúcar no suelen engañarnos, aunque a veces los confundimos con el simple cansancio, que es una de sus manifestaciones.
Taquicardias, ritmos cardíacos desacompasados —incluido la arritmia y la bradicardia—, dolor de cabeza, mareos, fatiga o desmayos son habituales cuando la bajada de azúcar hace acto de aparición. Como es evidente, no se trata de criminalizar al verano, pero sí de comprobar que hay ciertos factores que van a contribuir a que aparezca. O, más bien, a que el azúcar desaparezca.
La deshidratación, la inapetencia, ese ritmo de vida algo más elevado, el propio calor —y la humedad ambiental—… Estos factores pueden ser desencadenantes de una situación latente aún por manifestar. Por este motivo, también conviene tener claro que una bajada de azúcar es un toque de atención más serio de lo que parece. Tal y como explican desde MSD Manuals, la hipoglucemia puede también venir generada por determinados medicamentos, aunque no son los únicos responsables.
Cómo prevenir una bajada de azúcar
Estamos hablando, principalmente, de contrarrestar su aparición, es decir, prevención. En el caso de estar dentro de un episodio de hipoglucemia, las recomendaciones pasan por consumir azúcar que eleve el nivel de glucosa en sangre y, seguramente, cambiar dosis de ciertos fármacos. En cualquier caso, es conveniente que se modifique el estilo de comidas, aumentando en número, pero reduciendo su abundancia. De esta manera podremos mantener el pico glucémico controlado.
Por este motivo, una de las pautas más habituales es la que invita a no saltarse comidas para que no se produzca la bajada de azúcar. Especialmente cuando se prescinde del desayuno. En verano, sobre todo si las cenas no son nutritivas, un desayuno con cierta potencia permite reponer energías. Se recomienda que incluya frutas, algún lácteo y productos con cereales integrales, además de alguna proteína magra y poco calórica. Además, no deben saltarse sistemáticamente. Por este motivo, también se suele apuntar a las dietas demasiado restrictivas como culpables.
No hay milagros, pero es habitual que pensemos que eliminando los hidratos de carbono vamos a adelgazar más. El riesgo pasa entonces por no comer o dejar de hacerlo a costa de dietas hipocalóricas. No obstante, no debería ser el camino, sino orientarnos a comer de forma correcta y a un estilo de vida más activo y adecuado a nuestra complexión y forma.
De alcoholes, azúcares simples y desayunos
Lo que no significa es que abramos la veda a los alimentos ricos en hidratos de carbono, especialmente los simples y los azúcares añadidos. Otro cantar será el momento en que se produzca la bajada de azúcar, pero eso lo estudiaremos más adelante. Muchos de ellos, habituales en verano, como los que llegan en los dulces, los refrescos o en las calorías vacías del alcohol. Por eso, igualmente, debemos hacer prevalecer a los carbohidratos complejos antes que a los monosacáridos.
También debemos prescindir del alcohol, pues cuando se consume pasa casi directamente al torrente sanguíneo y allí altera el efecto de la insulina, aumentando el riesgo de la hipoglucemia. Además, como hemos recordado en THE OBJECTIVE en otras ocasiones, el alcohol también deshidrata. Por último y no menos importante deberíamos hacer deporte con el ‘depósito’ lleno, procurando no ejercitarnos en ayunas. No hace falta un desayuno poderosísimo, pero sí alguna fruta como un plátano para poder tener algo de azúcar en el cuerpo.
Qué hacer cuando aparece la hipoglucemia o bajada de azúcar
Si la hipoglucemia aparece, las soluciones pasan por recuperar lo más rápidamente posible los niveles de azúcar en sangre. Disolver un sobre de azúcar en agua y bebernos esa agua o apostar por otros elementos cargados de azúcar nos vendrá bien. Por ejemplo, una cucharadita de miel o de mermelada colocadas bajo la lengua, para ir absorbiendo su glucosa poco a poco.
También determinadas bebidas. Un zumo de frutas, como un zumo de naranja, pero también ciertos refrescos azucarados serían aptos en esta circunstancia. Igual que un café, un té o incluso un vaso de leche siempre que se haya añadido algún azúcar simple que permita sobrellevar la bajada de azúcar. Además, si estas bajadas de azúcar son recurrentes —lo cual debe hacernos ir al médico—, tener a mano las típicas barras de cereales, unas galletas o bizcochos, e incluso algún caramelo pueden servirnos para sobrellevar la situación.
