Cómo aumentar tu productividad laboral a costa de los sueños que tienes cada noche
También se abrirían las puertas a una mayor resiliencia
Podemos ponernos en modo calderoniano para comprobar cómo la productividad laboral tiene más que ver con los sueños de lo que pensábamos. Quizá el buen Segismundo, protagonista de la célebre dramaturgia La vida es sueño, jamás habría pensado que aquel «que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son» podría, en cierto modo, tener una adaptación laboral.
Pero parece que sí lo tiene, o eso se desprende de una reciente investigación que vincula nuestros sueños a la productividad laboral. No hablamos, como aclara este estudio, de que durante la noche tengamos grandes ideas que nos permitan convertirnos en el próximo Elon Musk o Bill Gates. Sin embargo, sí parece que hay una correlación que podría vincular el hecho de soñar —y recordar los sueños— con la eficacia laboral.
Es lo que considera este trabajo de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, realizado con unos 5.000 participantes a los que se monitorizó el recuerdo del sueño a través de tres tipos de estudios, para establecer la correlación. En este sentido, se hicieron estudios de campo por la mañana, también un estudio de un día entero de la mañana a la tarde y por último un estudio que muestreó las experiencias durante dos semanas.
Con las conclusiones publicadas en el Journal of Academy of Management, la investigación parece apuntar que estos recuerdos se podían mantener independientemente de cuánto o cómo dormían los sujetos de la investigación. De esta manera, el hecho de recordar —y los efectos psicológicos generados— al descubrir el significado del sueño podrían equilibrar el efecto fisiológico de dormir mal. Una teoría que, como vemos, puede ser aplicada a una mayor productividad laboral. De hecho, dormir bien es fundamental para mantener buenos ritmos fisiológicos, como ya te hemos explicado en THE OBJECTIVE en otras ocasiones.
Cómo aumentar la productividad laboral a costa de los sueños
Parte de la premisa del estudio no está solo en el hecho de soñar y producir, sino en soñar y recordar esos sueños. Se estima que un 40% de las personas son capaces de recordar a la mañana siguiente lo que han soñado. Sería esta capacidad la que estaría vinculada con aumentar la productividad laboral.
Además, como insistimos —y como también insiste el estudio—, el resultado no depende de tener sueños felices o buenas ideas. De hecho, entre las conclusiones se apunta que incluso el recuerdo de sueños negativos podría contribuir a esa mayor productividad. El trabajo, tal y como mencionan, avalaría que estas conexiones nocturnas cambian nuestra forma de pensar y actuar en la vida consciente.
Por eso, lo que explica el investigador Casher Belinda, autor principal del estudio, es que se produce una sensación casi epifánica. De esta manera, alegaba en declaraciones que recoge Cordis Europa, «conectar los puntos entre los sueños y la realidad da lugar al asombro». Una relación que iría vinculada, prosigue, a «una emoción que desencadena una tendencia a pensar en nosotros mismos y en nuestras experiencias».
El autoconocimiento como base para una mayor productividad laboral
De este modo, se trataría de hacer una especie de autoterapia en la cual comprendiéramos mejor lo que nos pasa en el terreno del subsconsciente. Tras este análisis de lo onírico, alcanzar un mayor nivel de autoconocimiento podría vincularse a esa mejora sustancial general y de la productividad en particular.
Aparentemente incomprensible, la persecución de cómo soñamos y por qué soñamos iría vinculada a ese registro que aconsejan tener desde el estudio. Con esos datos se trataría de elaborar una especie de diario de sueños. Con esos datos, podríamos aprovechar para aumentar la resiliencia de la persona y la consabida productividad.
Todo esto, insiste el estudio, aunque se trate de sueños dolorosos o negativos, los cuales también pueden acontecer. Razonamiento que apuntaría en ese sentido de identificar estos trastornos nocturnos, poniéndolos en un papel y comprobando por qué nos pueden estar pasando.