Por qué te gusta ver porno 'raro' y otras dudas sexuales que nunca te atreverías a preguntar
En materia sexual solemos ser muy reservados con nuestro entorno, por eso tenemos dudas al respecto
Solemos hablar de muchos asuntos con nuestros amigos, conocidos y familiares pero casi nunca de temas sexuales. Aunque, evidentemente, hay de todo, la mayoría de nosotros se calla ciertos temas, bien sea por pudor, privacidad, intimidad, vergüenza, desconocimiento… o una mezcla de todo ello.
Por eso, en lo que se refiere al tema sexual, hemos de echar mano a lo que dicen los expertos en la materia, para así salir de dudas y dilucidar finalmente si lo que creemos es cierto o no. Hoy en THE OBJECTIVE vamos a responder a cuestiones frecuentes relacionadas con el mundo íntimo, las cuales no solemos preguntar abiertamente, de la mano de la experta en sexualidad Tracey Cox.
¿Por qué veo pornografía rara y me atraen cosas que no tengo interés en hacer en la vida real?
Los fetiches y las fantasías sexuales siempre han sido más comunes de lo que en principio pudiera parecer. Y con el porno sucede lo mismo. Sin embargo, que nos atraigan ciertos vídeos o ideas no significa que queramos llevarlas a cabo en la vida real. De hecho, lo más probable es que materializar esas inclinaciones sexuales en algo carnal no nos guste en absoluto. Así que si te atraen vídeos porno que consideras ‘raros’, por lo que sea, no eres extraño ni especial.
«El sexo en la vida real y la ver de pornografía existen en planos diferentes. En un nivel básico, nos sintonizamos con ‘cosas raras’ simplemente porque existen. La pornografía ofrece una diversidad infinita y los humanos se insensibilizan muy fácilmente. Anhelamos novedad y variedad, y, dado que la mayoría de nosotros vemos porno a solas, no nos sentimos juzgados cuando hacemos clic en categorías tabú. La excitación también proviene del hecho de que lo que estamos viendo es ‘incorrecto’ o ‘prohibido’», asegura Cox en su columna de Daily Mail.
Y, como decíamos, lo mismo sucede con las fantasías sexuales más extrañas que podamos tener: «La creencia de que éstas son parte de nuestra personalidad ‘real’ es común pero errónea. El porno, por ejemplo, entre padrastros e hijastros es muy popular, pero muy pocas personas querrían hacer algo así en la vida real. A menudo nos excita algo que va en contra de todo lo que creemos (tener fantasías de violación, por ejemplo). Ver algo que es diametralmente opuesto a lo que somos es exactamente la razón por la que nos motiva».
A menudo nos excita algo que va en contra de todo lo que creemos (tener fantasías de violación, por ejemplo). Ver algo que es diametralmente opuesto a lo que somos es exactamente la razón por la que nos motiva
Asimismo, «la ciencia ha demostrado que cuando estamos excitados sexualmente, las cosas que normalmente encontraríamos desagradables mágicamente dejan de serlo. Los evolucionistas creen que es la forma que tiene el cuerpo de hacer que las relaciones sexuales parezcan más atractivas, lo que también podría percibirse como ‘raro’ cuando no estamos excitados».
Además, Cox hace una diferencia clara entre lo que buscamos en el porno y lo que buscamos como pareja, ya que puede no tener nada que ver y, de hecho, suele ser «bastante diferente»: «El chico que disfruta con las rubias atrevidas y de grandes pechos en vídeos xxx podría sentirse atraído por las morenas delgadas y menudas en la vida real».
¿Por qué me gusta que me ahoguen durante las relaciones sexuales?
El BDSM o sadomasoquismo nada tiene que ver con que a uno le guste que le ahoguen durante las relaciones sexuales. De hecho, una encuesta realizada a 1.500 mujeres determinó que mientras el 57% estaba muy en contra de la práctica de la asfixia durante el sexo, el 32% la había probado y la mayoría era fanática.
«Tener las manos de un hombre alrededor de tu garganta juega con la fantasía de ser secuestrado. Se trata de arrebato: la persona te desea tanto que hará cualquier cosa para tenerte. Sientes poder erótico sobre ellos, y no al revés. También es un juego de poder: la persona a cargo puede estrangular o asfixiar a su pareja, la persona que está siendo estrangulada está siendo controlada. Esta dinámica proporciona mucha excitación sexual para algunas personas», afirma la experta.
¿Parir un bebé hará que mi vagina se agrande?
Muchas mujeres tienen esta duda, y la experta es clara: para la mayoría, no hay diferencia entre antes o después de parir en lo que a su vagina se refiere, ya que esta «está diseñada para soportar el parto y no solo tiene la elasticidad para expandirse, sino que también tiene la capacidad de retraerse».
«Inmediatamente después del parto, puede verse más espaciosa, hinchada o más abierta que antes. Pero al cabo de unos días, la hinchazón desaparecerá y al cabo de unas semanas tu vagina se contraerá y recuperará gran parte de su tono muscular. Cuantos más bebés hayas tenido y cuanto más grandes hayan sido, más diferencia notarás. Pero, para la mayoría de las mujeres, con tiempo y ejercicios del suelo pélvico se puede ayudar a que la vagina vuelva a parecerse a la de antes del embarazo».
¿Es verdad que el semen tiene proteínas?
Si te lo tragas, debes saber que el valor nutricional de este fluido es casi inexistente: se compone de proteínas, nutrientes, minerales y azúcares que consumes a diario como ácido cítrico, creatina, magnesio, zinc, fructosa, potasio, sodio y vitaminas B12 y C.
Ademásm también aporta calorías (pero no engorda). En concreto, el líquido seminal, de media, contiene entre 20 y 25 calorías. En concreto, una cucharada de semen tiene tantas calorías como la clara de un huevo, una lata de espárragos, 100 gramos de espinacas congeladas o 200 gramos de frambuesas. También vale decir que la misma cucharada contiene unos 150 mg de proteínas, 11 mg de carbohidratos y 6 mg de grasas. Muchas personas que están a dieta se preocupan por si se lo pueden tragar o no, y la respuesta es ‘sí’.
Una cucharada de semen tiene tantas calorías como la clara de un huevo, una lata de espárragos, 100 gramos de espinacas congeladas o 200 gramos de frambuesas
¿Por qué me gusta más el sexo a cuatro patas o por detrás?
Tracey Cox considera que esto es un instinto animal, primitivo. De hecho, la mayoría de animales copula así: el varón detrás de la hembra. Asimismo, «también es la mejor posición para estimular la pared vaginal frontal, donde se encuentra el Punto G, ya que el pene impacta directamente en esta pequeña zona que es muy sensible y produce orgasmos intensos, casi violentos».
Además, «eliminar el contacto visual implica que ambos puedan disfrutar de la fantasía sin sentirse culpables».