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Ver pornografía, uno de los secretos de las relaciones sanas y sexualmente satisfactorias

El consumo de porno es cada vez más polémico, pero estudios y expertos lo recomiendan dentro de una relación sana

Ver pornografía, uno de los secretos de las relaciones sanas y sexualmente satisfactorias

Una pareja en la cama | Gtres

El tema de la pornografía es polarizador y genera un debate constante, sobre todo últimamente, pues existe un fuerte debate sobre si es buena o mala para los individuos y la sociedad en general. Lo que sabemos con certeza es que, por mucho que se critique, el porno no va a desaparecer a corto plazo, y quizá no sea una pésima noticia, pues numerosos expertos están alzando la voz a su favor cuando se consume en el marco de una relación de pareja.

Evidentemente, todo consumido hasta el exceso, sin límites y con adicción es perjudicial, pero ¿qué hay de los que simplemente consumen porno en sus ratos libres? ¿Y de los que lo hacen con su pareja? ¿Realmente es dañino para ellos y para el conjunto de la población, como se está afirmando? Lo vemos.

«Se culpa a la pornografía de muchas cosas, pero no es un problema en absoluto»

El debate acerca de la idoneidad de la pornografía no solo está sucediendo en España. De hecho, portales británicos como el DailyMail ya han ahondado en el asunto: «Se culpa a la pornografía por muchas cosas. ¿Por qué tantos hombres tienen problemas de erección? ‘Demasiada pornografía, poco sexo en la vida real‘. ¿Por qué tantos jóvenes no se molestan en absoluto en tener relaciones sexuales? ‘¿Por qué lo harían cuando tienen acceso al porno?’», comienza escribiendo la famosa terapeuta sexual Tracey Cox en el mencionado medio.

La pornografía no es un problema en absoluto. La mayoría de nosotros la usamos simplemente para agregar variedad a nuestra relación monógama, y no tiene ningún impacto negativo en nuestra pareja

«Si bien nadie descarta que la pornografía pueda ser dañina para algunas personas, las últimas investigaciones sugieren que, para el usuario promedio, la pornografía no es un problema en absoluto. La mayoría de nosotros la usamos simplemente para agregar variedad a nuestra relación monógama, y no tiene ningún impacto negativo en nuestra pareja», añade.

¿Y a qué investigaciones se refiere la experta? Lo vemos.

Una pareja se mira a los ojos en la cama durante el sexo

«La pornografía podría ser el ingrediente secreto para tener una relación sana»

Los estudios más recientes muestran una correlación positiva entre el consumo de pornografía en pareja y la calidad de la relación. Es decir, cuanto más a menudo las parejas consumen porno juntas, más funcionales parecen ser sus relaciones.

«Ver pornografía con la pareja puede fomentar la comunicación y la experimentación sexual, lo que puede ayudar a las personas a conocer los gustos y aversiones sexuales de los demás y puede acercar a las personas», explica el psicólogo Taylor Kohut a Forbes.

Los estudios más recientes muestran una correlación positiva entre el consumo de pornografía en pareja y la calidad de la relación

Podría haber muchas razones posibles para esta correlación positiva, como que:

  1. Es posible que el simple hecho de participar en actividad excitante con el cónyuge, como ver pornografía juntos, pueda aliviar el aburrimiento de la relación y reavivar el interés sexual (y no sexual) del uno por el otro.
  2. También es posible que las personas que tienen relaciones de mayor calidad simplemente estén más abiertas a experimentar juntas con la pornografía.

«Existe el mito de que la pornografía es un peligro para la salud pública… pero no es así en realidad»

La pornografía, como vemos, es un tema complejo, pero cada vez hay más expertos que están desmitificando que sea tan perjudicial como se afirma. Otra de ellas es Jessica’ O’Reilly, experta en relaciones, de Toronto, y presentadora del podcast Sex with Dr. Jess. 

O’Reilly afirma incluso que el consumo de porno «puede ser beneficioso, dependiendo de la situación y de cómo se use»: «Existe el mito de que la pornografía es un peligro para la salud pública… pero la realidad es que sus efectos, cuando realmente se estudian, no son tan perjudiciales como nos gustaría creer», dijo. 

«Los mitos que rodean al consumo de pornografía, incluido el de que afecta nuestras relaciones y altera la vida sexual monógama, no son ciertos», aseguró.

Los mitos que rodean al consumo de pornografía, incluido el de que afecta nuestras relaciones y altera la vida sexual monógama, no son ciertos

Si bien investigaciones anteriores han señalado que la pornografía puede llevar a rupturas de pareja, los estudios actuales afirman que esos investigadores tenían suposiciones inexactas sobre por qué la gente consume porno. Así, las investigaciones de los últimos años han descubierto que la pornografía se asocia con una mayor satisfacción sexual en parejas heterosexuales. Pero realmente todo depende de qué razón o anhelo hay tras el consumo pornografía, explican los investigadores de la Universidad Estatal de Michigan

pornografía

Al respecto, y como apuntábamos antes, la pornografía se convierte en un problema si uno de los miembros de la pareja se preocupa por ella y/o ignora su «vida romántica, familiar y laboral», añaden los investigadores. 

«No emulamos todo lo que vemos»

Una de las críticas más feroces que existen actualmente contra la pornografía es que su consumo podría incitar a las personas a imitar lo que ven cuando tengan relaciones íntimas en la vida real. Igualmente, hay quienes opinan que ver vídeos XXX incita a las personas a ser infieles. Unas afirmaciones que O’Reilly no comparte en absoluto.

«Esto es una cuestión de chivos expiatorios. Decimos ‘la pornografía me obligó a hacerlo’ cuando en realidad es narcisismo, déficits en las relaciones, problemas relacionados con la personalidad sexual y la compatibilidad. (…) No necesariamente emulamos todo lo que vemos», aseguró, rotunda.

¿Cuándo es un problema?

La pornografía es más consumida por ellos que por ellas: así, el 46% de los varones y el 31% de las mujeres la ven semanalmente. Los investigadores sugieren que el porcentaje es más bajo en las féminas porque es posible que no estén tan interesadas en el contenido, ya que generalmente se comercializa para varones heterosexuales. 

Y el uso que se le da a esta actividad, como hemos podido ver, puede ser beneficioso o perjudicial. En exceso, evidentemente, no es recomedable, ya que puede causar adicción, sobre todo cuando va aparejado a la masturbación en el caso de los hombres.

«La masturbación, como cualquier otra fuente de relajación y placer, puede ser adictiva. Sin embargo, este comportamiento ocurre solo en hombres que experimentan períodos de infelicidad o ansiedad intensa e internalizan este acto como una forma de calmarse. La masturbación en tales casos no es la causa directa de la adicción sino más bien resultado de la infelicidad», asegura el sexólogo Gilbert Bou Jaoudé.

Para concluir, destacar que la pornografía es una fuente de placer para muchas personas, y que incluso puede ser beneficioso para ellos y para su relación de pareja, pero su consumo excesivo puede desencadenar un comportamiento adictivo, ya que «todos nuestros cerebros están programados para recompensar la gratificación instantánea», detalla el psicólogo Stephen Sammut. Una gratificación que se obtiene al ver vídeos porno y al disfrutar, en la mayoría de los casos, de un orgasmo rápido y sin complicaciones.

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