Los hombres heterosexuales y el sexo anal: ¿de verdad 'recibir' es tan placentero para ellos?
Muchos varones sienten curiosidad a la hora de abrir o no su puerta de atrás al placer, así que hoy resolvemos dudas
Los hombres heterosexuales, por lo general, suelen ser bastante reacios a probar el sexo anal cuando son ellos los que reciben. Hablamos de la introducción de un juguete sexual por el recto o simplemente de masajear la zona perianal (la parte que se encuentra alrededor del ano) con la mano, ya sea la del varón o la de su pareja.
Por lo que sea, el sexo anal cuando es él quien recibe sigue siendo tabú en muchos dormitorios, aunque cada vez lo es menos. «Algunas prácticas sexuales siguen generando un impacto confuso en la psiquis de ciertas personas. Pero estas prácticas son también una gran oportunidad para aprender y desarrollar nuestros conocimientos generales en sexualidad, placeres y cuidados. Tal es el caso del sexo anal», explica Federico Rinaldi, psicólogo y sexólogo, a Clarín.
¿Por qué los hombres heterosexuales son tan reacios a probar el sexo anal (en sus carnes)?
Los especialistas en sexualidad suelen coincidir en que es común que, cuando de sexo anal se trata, los hombres heterosexuales se vean solo en el papel de dar y se sientan inseguros o avergonzados a la hora de poder recibir. Así, muchos varones ni se plantean esta práctica sexual por estereotipos y creencias erróneas, como dudar de su propia sexualidad.
«No, el sexo anal o la estimulación de la próstata no te convierte en gay —ni que eso fuese algo malo, además—. De hecho, ni siquiera deberíamos tener que escribir sobre esto en pleno 2022. Y sí, los excrementos salen por ahí, ¡hay que aceptar que estamos jugando con esa zona!, pero con una higiene externa básica en la ducha debería ser suficiente», afirma Ana Lombardía, experta en bienestar sexual.
Al respecto, un estudio realizado entre 10.851 hombres de 15 países por We-Vibe, abordó la estimulación de la próstata con el fin de ayudar a romper los tabúes sociales en torno al sexo anal, y concluyó que:
- El 29% de los hombres españoles aseguró que nunca experimentó esta práctica ni tiene deseos de hacerlo.
- El 43% de los varones de nuestro país escucharon hablar de la próstata como una zona erógena, pero nunca intentaron estimularla.
- El 50% de los hombres probó el sexo anal y le gustó. Sin embargo, de todos ellos, el 67% dijo que sí al sexo anal pero cuando es él el emisor.
- Además, el 26% de los hombres dijo que, en general, el sexo anal les parecía sucio.
¿De verdad es placentero el sexo anal cuando es él quien recibe?
Pues esto es como todo: para gustos, colores. Pero lo cierto es que, científicamente hablando, sí que es placentero para ellos, ya que el sexo anal está vinculado a la estimulación de la próstata o punto P, una zona erógena muy placentera para los hombres.
De hecho, los varones pueden tener orgasmos intensos mediante la estimulación de la próstata, una glándula del tamaño de una castaña, formada por tejido muscular y situada debajo de la vejiga, cerca del tejido eréctil de la uretra.
La próstata es accesible a través del ano y puede proporcionar un placer del otro mundo, tanto si se experimenta solo como en pareja, ya que hay una serie de nervios conectados a ella, lo que se conoce como plexo prostático. Sin embargo, tal y como aseguran los expertos, también hay un fuerte componente psicológico en ese placer, por lo que la predisposición a la hora de estimularla va a determinar el resultado.
Es decir, que si uno no está abierto o decidido a probar el sexo anal, mejor que no lo haga, ya que no le va a gustar.
Cómo probar el sexo anal por primera vez
Obviamente, cuando probamos algo por primera vez, suele haber miedos o dudas, y el sexo anal son más. Por ello, unos consejos básicos, tanto si lo vas a probar solo como con tu pareja:
- Usar lubricante sí o sí. Lo primero que hemos de saber es que, aunque la zona del ano es muy resistente, tiene unos capilares sanguíneos muy finos que pueden romperse con facilidad, por lo que es muy importante usar siempre lubricante, ya que esta zona, como bien sabes, no lubrica por sí sola (como la vagina, en la mayoría de los casos).
- Puedes empezar por fuera. Si hay dudas y lo de introducir no lo ves claro, puedes empezar presionando el ano desde el exterior. Así, con un dedo o dos, juntos, masajearemos en círculos y ejerceremos cierta presión sobre el ano pero sin llegar a introducirnos en él.
- Si ves que gusta, para adentro. Si lo de fuera nos ha gustado, podemos pasar al siguiente nivel. Lo mejor será hacerlos con un dildo (finito) o usar los dedos. ¿Y después? Pues dado que la próstata se encuentra a unos cinco centímetros del ano, más o menos, lo mejor es entrar poco a poco, e ir introduciendo lubricante si así es necesario.