El truco para levantarte de la cama nada más sonar el despertador
Un 57 % de las personas aplazan la alarma para disfrutar de unos minutos más en la cama
Mujer posponiendo la alarma | Pixabay
Da igual lo que te propongas cada noche. En cuanto suena el despertador, el primer impulso es apretar el botón de retrasar la alarma para dormir cinco minutos más, que se acaban convirtiendo fácilmente en treinta o cuarenta.
Y es que en la temporada invernal, levantarse de la cama puede resultar difícil para muchos, ya que la comodidad de las sábanas y el hecho de pensar en todas las responsabilidades que quedan por delante se hace aún más cuesta arriba.
Algunas personas optan por posponer la alarma, arriesgándose a llegar tarde al trabajo o a compromisos importantes. Afortunadamente, el especialista en sueño Martin Seeley ha dado la solución en The Mirror : la «regla de los 10 segundos», una técnica que facilita levantarse de la cama de inmediato.
Pasos para empezar a levantarte en 10 segundos
La clave está en levantarse de la cama en menos de diez segundos desde que suena la alarma mostrando iniciativa, y convertirlo en hábito. Una vez fuera de la cama, Seeley aconseja abandonar la habitación rápidamente para evitar la tentación de volver a acostarse.
Tener en cuenta el clima
Si el cuerpo tiene dificultades para ajustarse a la temperatura de la casa, según Seeley, es recomendable programar los calefactores para que se enciendan unos minutos antes de que suene la alarma.
No posponer la alarma
Principalmente, el experto en sueño desaconseja posponer la alarma. A pesar de ello, un estudio de la Universidad de Notre Dame revela que el 57 % de la población opta por esta práctica con el fin de disfrutar de unos minutos adicionales en la cama. Este comportamiento se debe a que muchas personas experimentan fatiga crónica, lo que las lleva a considerar que cualquier momento es propicio para descansar un poco más.
Tomar una ducha
Después de abandonar la habitación, es recomendable dirigirse al baño o comenzar a preparar el desayuno en lugar de quedarse en la cama. Por esta razón, el experto en sueño sugiere levantarse lo más pronto posible, envolverse en algo cálido como una bata para conservar el calor corporal y salir.
Una ducha caliente es una excelente opción una vez que se ha salido de la cama, ya que ayuda a regular la temperatura corporal y facilita el proceso de vestirse.
Y ¿qué es un hábito?
Cada persona alberga aspiraciones y sueños que anhela convertir en realidad, como aprender un nuevo idioma, mantenerse en forma o completar una carrera. Y todas estas metas no se materializarán sin la adopción de buenos hábitos como el del levantarse de la cama.
Los hábitos son acciones que se realizan de manera automática todos los días. Cuando una actividad se convierte en algo rutinario que se repite diariamente, se transforma en un hábito y se realiza casi sin pensar. Estos patrones, una vez establecidos, requieren un menor gasto de energía, tanto física como mental.
A pesar de ello, la formación de hábitos no ocurre de la noche a la mañana. Requiere de enfoque, esfuerzo físico y mental constante para lograrlo.
¿Cómo crearlo y llevarlo acabo?
Sin embargo, los hábitos solo se vuelven parte integral de la vida diaria después de pasar por un proceso de integración. Lograr que algo nuevo se convierta en una rutina implica una mayor atención, siendo consciente de lo que se hace y cómo se hace, y no perder de vista el objetivo. En Psicología y Mente dan los pasos a seguir para la creación de un hábito.
- Establecer metas específicas. Es recomendable establecer metas realistas y centrarse en la introducción de uno o dos hábitos al principio. Una vez que estos hábitos estén arraigados, se puede considerar aumentar la complejidad, como pasar de caminar media hora al día a correr o extender el tiempo de ejercicio. La clave está en avanzar de manera gradual para lograr el éxito a largo plazo.
- Definir un plan y dejarse de excusas. La lucha contra la pereza y la resistencia a la rutina anterior son constantes. Pero, el mayor obstáculo para alcanzar los sueños es uno mismo. Para superar estas excusas, es crucial identificarlas y prepararse para contrarrestarlas. Priorizar tareas, asegurarse de tener los recursos necesarios y enfrentar las obligaciones son pasos clave para lograr metas.
- Programar recordatorios. Es esencial recordar los nuevos hábitos que se han propuesto. Utilizar alarmas personalizadas en los teléfonos móviles o dejar notas estratégicas en lugares clave de la casa, como el espejo del baño o la nevera, puede ser de gran ayuda.
- Controlar el progreso. Llevar un registro en una libreta o en el móvil, anotando los días en que se ha cumplido o no con el hábito, es crucial. Si hay días en los que no se logra, es esencial anotar las razones detrás de ello. Este seguimiento no solo proporciona información sobre la frecuencia y el éxito en la formación del hábito, sino que también ayuda a identificar posibles obstáculos en el proceso.
- Celebrar lo conseguido. Puede ser beneficioso concederse pequeñas recompensas al final de la semana o el mes para celebrar los avances. Aunque, las recompensas deben ser proporcionadas y no contradecir los esfuerzos realizados, evitando comportamientos contraproducentes, como premiarse con excesos después de cumplir una meta de salud.
