¿Cómo calmarte en 2 minutos cuando tienes picos de estrés?
El ejercicio de relajación rápido, fácil y que puedes hacerlo en cualquier sitio para mantener la serenidad
Durante la rutina diaria, se está constantemente ocupado, yendo de un lado a otro sin reflexionar sobre los sentimientos o estados emocionales. Luego, al caer la noche, se experimenta una sensación de vacío o inquietud, ya que no se ha conectado con las necesidades más profundas.
Estos desafíos, combinados con los momentos de estrés a lo largo del día, son experiencias comunes para la mayoría de las personas. Sin embargo, la solución a ambos problemas es tan simple como dedicar tiempo a respirar. Tomarse breves descansos durante el día para prestar atención a la respiración puede ayudar a comprender cómo uno se sientes.
Además, aprovechar esos momentos de autoobservación para practicar un ejercicio de relajación de no más de 2 minutos puede marcar la diferencia, proporcionando un alivio inmediato al estrés y contribuyendo a mejorar tu bienestar emocional y mental a lo largo del día.
Señales de un pico de estrés
Tal y como detalla el experto Marc Rodríguez en la sección lifestyle de HOLA, Psicólogo Especialista en Inteligencia Emocional, algunas señales comunes que pueden indicar que se está sufriendo un pico de estrés son:
- Sentirnos muy nerviosos o ansiosos. Esto se puede expresar como una constante sensación de nerviosismo, tensión o preocupación persistente.
- Dificultad para concentrarnos. Puede influir en nuestra habilidad para concentrarnos y recordar información, lo que dificulta la atención y la memoria. Aunque esta situación suele generar preocupación, es completamente común durante momentos estresantes.
- Problemas para dormir o dormir demasiado. El estrés puede alterar nuestra rutina de sueño, causando problemas para conciliar el sueño, despertares tempranos o períodos de sueño excesivo. Incluso después de dormir las horas necesarias, es posible que no nos sintamos completamente descansados, ya que el estrés afecta la calidad del descanso.
- Dolores de cabeza o dolores musculares. El estrés puede tener repercusiones físicas, manifestándose a través de dolores de cabeza, molestias musculares e incluso trastornos digestivos. El sistema digestivo, considerado como el segundo cerebro del cuerpo, es uno de los primeros en ser afectados por el estrés prolongado.
- Fatiga o cansancio. El estrés puede drenar nuestra energía, resultando en una sensación de cansancio o fatiga, incluso si hemos tenido un adecuado período de descanso.
- Cambios en el apetito. En este caso, el estrés puede llevar a un aumento o disminución del apetito, variando de una persona a otra.
- Cambios en el estado de ánimo. Es común experimentar fases de irritabilidad junto con episodios de estados depresivos.
Ejercicios de relajación rápido para el día a día
Según informa el medio CUERPOMENTE este es el ejercicio para relajarte de una forma rápida para el día a día. Es discreto y se puede realizar en cualquier lugar. Si hay gente cerca, no es necesario poner las manos en el pecho y en el vientre. Simplemente, concéntrate en tu respiración.
- Ponte una mano en el pecho y la otra mano en el vientre.
- Ves inhalando y exhalando suavemente por la nariz llevando el aire hacia el vientre.
- Ayúdate de las manos para conectar con la respiración y con el cuerpo. La mano que tienes en el vientre es la que debería moverse al inhalar y exhalar el aire.
- Al exhalar, imagina que sacas todos los pensamientos relacionados con el futuro, el estrés y las prisas.
- Al inhalar, imagina que te llenas del momento presente. En el momento presente todo está bien. Tú estás bien.
- Cuando ya hayas hecho unas 3 o 4 respiraciones así, relajaremos el sistema nervioso.
- Inhala por la nariz llevando el aire hacia el vientre contando hasta 4: 1-2-3-4.
- Después, exhala el aire por la nariz contando hasta 4 del revés: 4-3-2-1.
- Repite esta respiración 10 veces.
¿Qué relajación tienen la respiración y el estrés?
El sistema nervioso autónomo opera de manera automática, encargándose de funciones corporales como el latido del corazón, la digestión y la sudoración, ajustándose al entorno sin que tengamos que pensar en ello.
La forma en que respiramos está vinculada al estrés. Y es que respirar consciente y profundamente puede disminuir el estrés al influir en el sistema nervioso autónomo, fomentando la relajación y equilibrando las respuestas al estrés.
Estos sistemas alternan su funcionamiento según la situación. El sistema nervioso simpático se activa cuando tenemos hambre, estamos alerta, nerviosos o ansiosos. Es más activo en términos de estimulación. En cambio, el sistema nervioso parasimpático se activa después de comer, durante la relajación, la conexión emocional, la meditación o momentos de paz.
Consejos prácticos para el día a día
Aprovecha cualquier breve instante durante el día para centrarte en tu respiración, ya sea mientras estás en el ascensor, lavándote las manos o esperando que la máquina de café prepare tu bebida. Si dispones de unos treinta segundos adicionales, después de conectarte con tu respiración, realiza algunas respiraciones profundas.