El motivo por el que nos mareamos cuando viajamos en coche
Afortundamente, hay algunas medidas que podemos tomar para reducir al máximo la sensación de mareo
El malestar conocido como ‘mareo por movimiento’ o ‘cinetosis’ al viajar en vehículos es un fenómeno muy común, que se agrava en medios de transporte menos estables como autobuses o barcos.
Para mantener la estabilidad y el equilibrio, el cerebro recopila información de diversas fuentes, incluido el órgano del equilibrio en el oído medio y los sentidos que detectan la posición del cuerpo. Cuando viajamos, la información visual, no coincide con las sensaciones del cuerpo. Este desajuste provoca una sensación que desencadena desequilibrio, malestar y, en última instancia, mareo.
El mareo es más propenso que aparezca en carreteras irregulares y con curvas y también influye la velocidad, cuanto más rápido nos movemos más fácil es que aparezca el mareo.
¿Por qué aparece con mayor facilidad si estamos sentados en el asiento trasero?
El mareo es menos frecuente si viajamos en el asiento delantero, porque nos resulta más fácil ir observando la carretera y los lugares por los que nos movemos. El cerebro recibe una información del movimiento a través de la vista, congruente con el movimiento que siente nuestro cuerpo.
Sin embargo, cuando vamos sentados en los asientos posteriores, en lugar de fijar la vista sobre el paisaje en movimiento, lo hacemos con mucha frecuencia sobre puntos ‘quietos’ dentro del coche. Nuestro cerebro recibe informaciones incongruentes y se desencadena la inestabilidad, el malestar y el mareo.
Asimismo, el mareo es más frecuente si vamos sentados en el sentido contrario al de la marcha, como ocurre a veces en los autobuses urbanos y en los trenes de alta velocidad.
¿Por qué los niños son más propensos a experimentar mareo en el coche?
La mayor propensión de los niños menores de 12 años a experimentar mareo durante los viajes en coche se atribuye a la inmadurez de sus cerebros en el control del equilibrio. Para los niños, los desplazamientos en coche, autobús, atracciones giratorias o de alta velocidad, y especialmente en barcos, representan experiencias relativamente nuevas o casi inéditas.
La primera vez que subimos a un barco, por ejemplo, constituye una situación completamente nueva para nuestro cerebro, generando mareos en la mayoría de las personas, especialmente si el movimiento es notable, como ocurre cuando el mar está agitado. Sin embargo, los marineros, quienes han experimentado la situación en numerosas ocasiones, no suelen experimentar mareos, ya que sus cerebros se han adaptado a ese estímulo.
Además, la probabilidad de mareo aumenta en aquellos que presentan trastornos que debilitan el organismo o el equilibrio. Este riesgo se extiende no solo a los niños, sino también a ancianos, enfermos, embarazadas y personas que enfrentan cuadros de ansiedad.
Consejos para prevenir el mareo en viajes
Conducir es la mejor forma de evitar el mareo. La atención necesaria para conducir hace que el cerebro esté muy pendiente e integre y coordine perfectamente la vista con la información de los otros sentidos. Sin embargo, hay otras cosas que puedes hacer en caso de que la conducción no sea una opción válida para ti.
- Elección de asiento: optar por el asiento del copiloto o el central trasero para una mejor visión del movimiento.
- Sentido de la marcha: evitar sentarse en el sentido contrario al de la marcha en trenes o autobuses.
- Mirar hacia adelante: fijar la vista hacia adelante en lugar de observar el paisaje lateral.
- Comunicación con el conductor: pide al conductor que evite movimientos bruscos y curvas rápidas.
- Buena ventilación: mantener una ventilación adecuada para reducir la sudoración y mejorar la respiración.
- Paradas frecuentes: realizar paradas para estirarse, moverse y beber agua fresca.
- Alimentación ligera: evitar viajar justo después de comer, optando por comidas ligeras si es necesario.
- Evitar actividades visuales: no leer, usar el móvil o manipular objetos para no fijar la vista en un punto estático.
- Viajar dormido: dormir durante el viaje ayuda a percibir menos el movimiento y reduce la posibilidad de mareo.
- Relajación y conversación: cerrar los ojos, relajarse y hablar con otros pasajeros para disminuir la atención a los movimientos.
- Consumir algo frío: tomar algo frío al aparecer los primeros síntomas para frenar la sensación de náusea.