Triglicéridos: qué son, por qué suben y qué hacer para tenerlos controlados
Más habituales de lo que pensamos, la presencia abundante de estas grasas debe mantenernos sobre alerta
Es una de las palabrejas más habituales en determinadas consultas médicas a partir de cierta edad. Es oír las palabras ‘triglicéridos altos’ y echarnos a temblar. Con razón, evidentemente. Sin embargo, no muchas veces sabemos a qué se refieren los médicos con el concepto de triglicéridos, pero lo identificamos necesariamente con algo malo.
Y sí, no faltan motivos para temer a los triglicéridos altos, pero también para comprender que los triglicéridos son algo más que unas aterradoras grasas. Lo cierto es que también hay que tener claro que los triglicéridos altos, sumado a los niveles de colesterol, pueden suponer riesgos de enfermedad cardíaca.
Por este motivo, conviene saber qué son los triglicéridos y por qué suben. También, una vez que han subido, comprobar que hay formas de hacer que bajen. No obstante, también es conveniente saber que hay ciertas causas genéticas o hereditarias que afectarían.
Qué son los triglicéridos
Por triglicéridos entendemos a un determinado tipo de grasa –lípidos– que están presentes de forma natural en nuestra sangre. Para entender su función, debemos comprender nuestro organismo como una especie de almacén de calorías y energía. Cuando comemos, el cuerpo utiliza las calorías no consumidas en triglicéridos.
De esta manera, los triglicéridos se almacenan en las células grasas, sirviendo como ese depósito de energía. Cuando no comemos, nuestro organismo recurre a esta especie de despensa para utilizarlo como energía. Sin embargo, si nos pasamos de frenada continuamente, acumulamos más triglicéridos de los que deberían y aquí es donde ya aparecen los riesgos potenciales.
Lo curioso con los triglicéridos no está solo en su acumulación, sino en el origen de esta. Nos referimos a que pueden ser distintos macronutrientes, de los que ya te hablamos en THE OBJECTIVE, los que pueden suponer el aumento de los triglicéridos. Aunque hayamos dicho que los triglicéridos son un tipo de grasa, lo cierto es que una dieta muy calórica repleta de hidratos de carbono puede inducir a que aumenten, que es lo que se denomina hipertrigliceridemia.
Cuándo están altos los triglicéridos
Esta es parte de la pregunta del millón. Lo normal es que un análisis de sangre saludable muestre menos de 150 miligramos por decilitro, como explican desde Mayo Clinic. Si superamos esa cantidad, entre los 150 y los 199 miligramos por decilitro, ya podríamos catalogarlo como límite y hablaríamos de triglicéridos altos si superamos los 200 miligramos por decilitro. Ahora bien: ¿por qué más razones suben cuáles son los riesgos de que estén altos?
Los riesgos de los triglicéridos altos
Mantener altos niveles de este tipo de lípidos está muy vinculado a determinadas patologías cardiovasculares. Entre las más citadas están los ataques cardíacos, diferentes episodios cerebrovasculares y otras cardiopatías. El motivo por el que esto sucede es porque contribuyen a endurecer las arterias, impidiendo que la sangre fluya con normalidad.
Sin embargo, los triglicéridos suelen venir acompañados del colesterol alto, que no es lo mismo, pero a veces son parte de una misma y peligrosa ecuación. El colesterol también es un tipo de lípido y su función primordial es construir las células y para generar distintas hormonas. Sin embargo, cuando el colesterol está alto y los triglicéridos también, pueden contribuir a perjudicarnos en ese sentido arterial antes citado.
Cuando hay un exceso de colesterol, éste se acumula en las paredes arteriales y, si sigue aumentando, va generando la denominada placa de ateroma. Si esto sucede, la placa estrecha los vasos sanguíneos, haciéndolos también menos flexibles. Exactamente la misma tormenta perfecta que se desencadenaría con los triglicéridos altos.
Qué enfermedades pueden provocar
Aunque siempre debemos hablar de una concatenación de factores, lo cierto es que los triglicéridos altos se vinculan a muy distintas patologías. Entre los ejemplos que se suelen citar están los antes mencionados accidentes cerebrovasculares y cardiovasculares. También la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial o la aparición del síndrome metabólico.
Cómo se bajan
De nuevo los círculos, según sean viciosos o virtuosos, pueden perjudicarnos o beneficiarnos. Es evidente que se debe llevar, sobre todo a partir de la madurez, un control paulatino de los triglicéridos y de determinados parámetros clave en las analíticas es relevante. Más aún si se tienen episodios vinculados a la salud cardiovascular previos o hereditarios.
No obstante, lo lógico en estos casos es comenzar a hacer ejercicio físico con regularidad de manera moderada. También conviene limitar la ingesta de hidratos de carbono refinados, así como los azúcares añadidos. Del mismo modo, convendría bajar de peso y también buscar grasas más saludables como las insaturadas en detrimento de las saturadas. Otro factor trascendental, tal y como menciona este estudio, es la supresión del consumo de alcohol, pues está fuertemente vinculado a su aumento.