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Cómo ventilar una casa adecuadamente: los beneficios y motivos para hacerlo a diario

Un simple detalle cotidiano que, aunque no lo parezca, puede tener muchas más ventajas para el día a día

Cómo ventilar una casa adecuadamente: los beneficios y motivos para hacerlo a diario

Una mujer abriendo una ventana | ©Freepik.

Puede que ventilar una casa parezca un juego de niños. La evidencia del gesto es de una simpleza abismal. Sin embargo, ventilar una casa correctamente puede ser una tarea que, en cierto modo, entrañe cierta complejidad. Heredada como gesto de sabiduría de popular intrafamiliar e intergeneracional, el ventilado diario de una casa es un acto tan cotidiano como necesario.

Sin embargo, no es la misma tesitura la de ventilar una casa en invierno que hacerlo en verano. Por supuesto, tampoco es lo mismo hacerlo en primavera que tener que hacerlo en otoño. Lo cierto es que, independientemente de la fecha del año, ventilar una casa es fundamental, pero siempre hay que tener ciertas precauciones.

No hablamos de evidencias como poder tener mascotas o niños en casa y arriesgarnos a un descuido. También es evidente que hay otros gestos, propios de la limpieza diaria, que deben hacerse a un tiempo más o menos similar. Pequeños detalles cualitativos y diarios que, aunque no lo parezcan, pueden entrañar más beneficios de los que parecen.

Con una población cada vez más reactiva ante determinadas alergias, una correcta –o incorrecta– ventilación podrían ser determinantes en ciertos hogares. Motivos por los que tener claro que ventilar una casa adecuadamente es mucho más importante –y complejo– de lo que parece.

Razones para ventilar la casa

Una mujer abre la ventana para ventilar la casa
Se trata de un detalle cotidiano cargado de beneficios. ©Freepik.

Son trivialidades necesarias, pero trivialidades. Hay beneficios en este sencillísimo acto. Lo primordial es también liberar ambientes que denominaríamos cargados o cerrados. Por tanto, ventilar la casa parte de la necesidad de renovar y, en cierto modo, purificar el aire de un hogar.

Esto es relevante por varias razones. La primera porque el aire de las estancias se oxigena, haciéndolo más saludable. También conseguimos corregir o equilibrar los niveles de humedad, algo especialmente relevante durante determinadas estaciones especialmente secas o húmedas. Aunque esto dependerá de la parte del país en el que nos encontremos, lo cierto es que renovar el aire de las habitaciones útil para llegar a este balance.

Del mismo modo, esta ventilación nos procura un auxilio contra los malos olores. Cuartos de la ropa sucia, basuras, el clásico olor de los zapatos (o el olor de pies, del que ya te hablamos en THE OBJECTIVE), la presencia de mascotas… Motivos por los que puede haber mal olor en una casa son muchos y con la ventilación se minimizan.

Además, no se debe perder de vista la posible proliferación de humedades –dependerá de la zona– y desarrollo de mohos y hongos. También la presencia de ácaros, un componente alergénico que va asociado al polvo, y que con una correcta ventilación se puede reducir.

Cómo ventilar una casa correctamente

Hay tres puntos clave para saber cómo se ha de ventilar correctamente una casa: corrientes, tiempo y momento del día. No son cuestiones menores, lógicamente. Elegir bien cuándo ventilar es relevante. También el tipo de corriente o flujo de aire que vamos a producir, además de saber cuánto tiempo hemos de hacerlo.

El momento del día consiste en buscar la hora más adecuada. Lo más razonable en verano es que se haga a primera hora de la mañana, evitando las horas de más calor. Circunstancia contraria a lo que podría suceder en invierno, donde el sentido común indica que hagamos la ventilación doméstica más cerca del mediodía. Respecto a la primavera y el otoño la situación es más paradigmática.

Los momentos de más presencia de polen ambiental durante la primavera se producen a primera y última hora del día. Evidentemente, el polen de plantas, árboles y arbustos es alergénico a más no poder. De hecho, es la primera causa de alergia en nuestro país. Por este motivo, conviene evitar esos momentos del día para ventilar. En cuanto al otoño no hay una pauta perfectamente establecida, pero tengamos también en cuenta que ventilar puede suponer enfriar la casa más de la cuenta.

Por eso también es conveniente saber cuánto tiempo hemos de ventilar la casa. Veinte minutos son, por regla general, suficientes dentro del ventilado de una casa a diario. Si esto no fuera posible, tocará reducir ese tiempo. De hecho, si pudiéramos, sería conveniente dedicarle a este gesto unos minutos más. Además, en la medida de lo posible conviene hacer coexistir el ventilado con una limpieza más o menos general de la casa. Curiosamente, podemos aprovechar la noche para que las estancias no habitadas durante ese momento para que se ventilen, como el salón o el comedor.

La necesidad de crear una corriente de aire

Sin embargo, un detalle aparentemente menor pero fundamental está en el juego de las corrientes. Lo conveniente al ventilar una casa es poder abrir de par en par todas las ventanas, generando un flujo de aire que ayude a esta purificación. Sin corrientes es literalmente imposible generar esa circulación renovadora. Motivo por el que también las ventanas han de estar lo más abiertas posibles y, además, razón por la que evitar que dejemos algunas ventanas abiertas sueltas a lo largo del día. Con este gesto, en especial en las estaciones frías, solo vamos a conseguir perder la climatización del hogar.

Qué estancias necesitan más ventilación

Hay tres factores clave de nuevo para entender qué partes de una casa necesitan más ventilación. De hecho, pueden ser factores diferenciales como razón de compra en muchos hogares. Un punto clave es tener en cuenta los olores que en ella se pueden producir. Otro fundamental es la acumulación de humedad y un tercero, también lógico, es la presencia humana que la estancia soporte. De hecho, hay estudios que insisten en la importancia de los sistemas de ventilación en los edificios.

Motivos por los que cocina, cuarto de baño y dormitorios han de ser las estancias de una casa que más se deban ventilar, pues coligen las tres situaciones anteriores. Del mismo modo, conviene también que armarios, ya sean roperos o no, se puedan abrir en determinados momentos del día para favorecer esa ventilación doméstica.

La ropa puede adquirir olores, así como humedad en los tejidos y deteriorarse. Por esta razón, recomendamos que también aproveches los momentos de ventilación en el hogar para que tus armarios también tomen partido de este gesto cotidiano y saludable.

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