¿Cómo ser constante de una vez por todas? Las cinco claves para conseguirlo
Los objetivos requieren constancia y trabajo duro, y a veces nos desanimamos antes de siquiera empezar
Un hombre realizando una ruta | Canva
Seguramente has empezado un proyecto con gran entusiasmo y ambición, pero no lo has completado. Esto puede resultar frustrante y hacerte dudar de tu fuerza de voluntad.
Terminar lo que empezamos no siempre es sencillo. Antes de comenzar, prepárate para tener paciencia, ya que formar hábitos es un proceso a largo plazo. Y es que la motivación no es el único factor que te mantendrá en el camino.
¿Por qué no somos constantes?
En la sociedad en la que vivimos no hay lugar para la paciencia, la espera, el aburrimiento o la planificación a largo plazo, ya que el consumo excesivo ha dado como resultado a exigencias inmediatas.
Estamos constantemente bombardeados con mensajes breves y de fácil comprensión que prometen obtener cualquier cosa al instante, simplemente con desearlo. Aquí, ahora, ya: lo quiero y lo tengo. Solo necesitamos pedirlo y recibirlo, idealmente con un solo clic.
Podemos perder peso, aprender nuevos idiomas, avanzar en nuestras carreras o adquirir habilidades rápidamente con métodos sencillos.
Sin embargo, cuando realmente queremos alcanzar algo que sabemos que lleva tiempo y esfuerzo, a menudo no lo intentamos porque estamos acostumbrados a resultados inmediatos. Y es que estos objetivos requieren constancia y trabajo duro, y a veces nos desanimamos antes de siquiera empezar.
¿Cómo ser más constante?
Si somos honestos, la única manera de conseguir las cosas es siendo constantes y practicando la fuerza de voluntad. No existen trucos de magia, sino perseverancia y esfuerzo diario.
- Elige: escoge algo importante y significativo para ti que aún no has incorporado a tu rutina. Esta elección debe ser consciente y refleja un compromiso interior.
- Descubre el poder de lo pequeño: no se trata de grandes esfuerzos, sino de hacer pequeñas acciones de forma constante. Comienza con algo tan sencillo que sea imposible fallar y aumenta gradualmente.
- Huye de la trampa del para siempre: enfócate en el presente en lugar de en un futuro lejano. Trabaja en pequeñas acciones diarias.
- Usa la flexibilidad: sé adaptable tanto con los horarios como con los errores. Si fallas un día, no te frustres; simplemente regresa al plan al día siguiente.
- No mires los resultados: no te obsesiones con los resultados inmediatos. Enfócate en el proceso y la constancia, como cuando plantas una semilla y esperas pacientemente a que crezca.
Crea un hábito desde cero
Todos tenemos sueños que esperamos alcanzar algún día, como emprender ese gran proyecto, ponernos en forma, o terminar simplemente con lo que hemos empezado. Sin embargo, estos sueños no se harán realidad sin establecer buenos hábitos.
Los hábitos son comportamientos que hacemos diariamente de manera automática y sin pensar. Si formamos hábitos que estén alineados con nuestros objetivos y sumamos la constancia necesaria, el camino hacia esos sueños se vuelve cada vez más sencillo y natural.
- Establece metas claras: comienza con un hábito específico y alcanzable, como caminar 30 minutos al día, y concédele tiempo para establecerlo. Una vez que se haya integrado, puedes incrementar la complejidad.
- Crea un plan y elimina excusas: prepárate para evitar obstáculos y excusas. Organiza tu tiempo y recursos para que nada te impida seguir el nuevo hábito.
- Programa recordatorio: utiliza alarmas en tu teléfono o notas en lugares visibles para recordarte tu nuevo hábito. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y evitar olvidos.
- Evalúa tu progreso: lleva un registro de los días que sigues el hábito y anota cualquier dificultad que enfrentes. Esto te ayudará a ver tu avance y a identificar problemas.
- Celebra los logros: reconoce y celebra tus avances, incluso si no has sido perfecto. Permítete recompensas que sean coherentes con tus objetivos y evita celebraciones que contraríen tus logros.
