¿Por qué siento la necesidad de estirar todo el rato las piernas?
Esta condición neurológica provoca sensaciones incómodas en las piernas y un impulso casi irresistible de moverlas
¿Te has preguntado alguna vez por qué sientes una necesidad constante de estirar o mover tus piernas? Esta inquietud puede ser más que un simple hábito; podría ser un síntoma del síndrome de las piernas inquietas (SPI).
Esta condición neurológica provoca sensaciones incómodas en las piernas y un impulso casi irresistible de moverlas para obtener alivio.
Entender sus síntomas y cómo puede afectar a tu bienestar general, te ayudará a entender mejor por qué sientes esa necesidad constante de estirar tus piernas todo el rato.
¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?
El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico que provoca una sensación incómoda, pero no dolorosa en las piernas, lo que impulsa a la persona a moverlas constantemente.
Los síntomas suelen aparecer o empeorar durante el reposo o por la noche, especialmente cuando se está en la cama.
En algunos casos, el síndrome puede ser causado por daño a los nervios periféricos, deficiencia de hierro o niveles elevados de ácido úrico en la sangre.
No obstante, en la mayoría de los pacientes, no se identifica una causa específica, y se clasifica como idiopático. Para estos casos, puede haber un componente genético, ya que al menos un tercio de los afectados tiene antecedentes familiares.
Además, se piensa que el síndrome podría estar relacionado con una disminución de la dopamina, un neurotransmisor crucial para la coordinación y el control de los movimientos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Este síndrome suele aparecer al acostarse o durante el reposo y mejora temporalmente al mover las piernas, lo que alivia la incomodidad y permite un momento de descanso.
Estos síntomas, que principalmente ocurren por la noche mientras estás en la cama, pueden interrumpir el descanso adecuado.
Hasta un 80% de los pacientes también experimentan movimientos involuntarios de las piernas durante el sueño, y un porcentaje menor los nota también mientras están sentados o acostados durante el día.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Sensación incómoda en las piernas.
- Movimientos involuntarios de las piernas.
- Dificultad para conciliar el sueño.
Causas
La causa exacta del síndrome de piernas inquietas no está clara, pero puede estar relacionada con un problema en cómo el cerebro utiliza la dopamina, un neurotransmisor esencial para el control del movimiento muscular.
También puede asociarse con otras condiciones médicas, y es más frecuente en personas que tienen:
- Enfermedad renal crónica
- Diabetes
- Deficiencia de hierro, magnesio o ácido fólico
- Anemia, a menudo causada por falta de hierro
- Enfermedad de Parkinson
- Neuropatía periférica
- Embarazo
- Esclerosis múltiple
- Usan ciertos medicamentos como bloqueadores de canales de calcio, litio o antipsicóticos
- Están reduciendo o dejando el uso de sedantes
- Consumen cafeína, alcohol o nicotina
¿Cómo tratarlo?
Según Cinfasalud aunque no hay un tratamiento específico para el síndrome de piernas inquietas, los medicamentos que aumentan la actividad de la dopamina han demostrado ser efectivos para manejar los síntomas.
Estos incluyen fármacos comúnmente utilizados en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, como el ropinirol y el pramipexol.
En algunos casos, los antiepilépticos, como la gabapentina, y ciertas benzodiacepinas, como el clonazepam, también pueden ser útiles para aliviar los síntomas del SPI.
Es crucial identificar si el síndrome puede estar relacionado con algún medicamento que la persona esté tomando. Si este es el caso, reducir la dosis o cambiar el medicamento podría mejorar los síntomas, añaden los expertos.
Además, si se detecta una deficiencia de hierro, la administración de suplementos de hierro puede ser una solución efectiva, ya que el bajo nivel de este mineral puede contribuir al desarrollo del SPI.
Consejos para aliviar los síntomas
- Revisa el origen de los medicamentos. Consulta con profesionales para determinar si los medicamentos que tomas pueden estar causando los síntomas y considera ajustar o cambiar el tratamiento si es necesario.
- Considera tu historial familiar. Averigua si hay antecedentes de síndrome de piernas inquietas en tu familia, ya que puede haber un componente hereditario.
- Mantén un horario de sueño regular. Acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, para mejorar la calidad del sueño.
- Consume alimentos ricos en hierro. Sigue una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en hierro, especialmente si tienes necesidades aumentadas, como durante el embarazo o menstruaciones abundantes.
- Limita la cafeína. Reduce tu consumo de cafeína a menos de tres tazas diarias para evitar que afecte tu sueño y agrave los síntomas.
- Evita el alcohol y el tabaco. Elimina el consumo de estas sustancias, ya que pueden empeorar los síntomas del síndrome de piernas inquietas.
- Haz ejercicio regularmente. La actividad física puede mejorar el sueño y la circulación, ayudando a aliviar los síntomas.
- Prueba remedios caseros. Los baños de agua caliente o fría, masajes y técnicas de relajación pueden ser útiles para casos leves.
- Verifica tus niveles de hierro. Realízate análisis de sangre para comprobar tus niveles de hierro y ferritina, ya que la deficiencia puede estar presente en el 20% de los casos.
- Consulta a tu médico. Si experimentas molestias nocturnas, incluso si parecen menores, habla con tu médico para determinar si tienes síndrome de piernas inquietas y para recibir el tratamiento adecuado.