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Ni correr, ni hacer dieta: los trucos para perder peso fácilmente

Querer adelgazar de forma adecuada, coherente y sobre todo sana es un deseo que a muchos les cuesta horrores

Ni correr, ni hacer dieta: los trucos para perder peso fácilmente

Perder peso | Cnava

Perder peso es de esos objetivos que uno escucha de continuo, y si bien es cierto que hay épocas del año que parecen estar más presentes, siempre está ahí.

En parte por la presión social hacia unos cánones de belleza donde prima la delgadez, pero también la que ejercen (o ejercemos) los sanitarios recordando constantemente la importancia del autocuidado, los buenos hábitos de vida y el impacto de la alimentación y el sobrepeso en una buena salud.

Considero que, muchas veces también culpabilizamos aunque sea con buena intención, haciendo que la persona que padece de mala salud o mal aspecto, encima, se sienta culpable y que “debería quererse más”.

¿Cómo conseguirlo? Coge papel y boli

Creo que es un enfoque que si bien tiene algo de cierto, hemos de tener cuidado, y sobre todo, creo que los sanitarios cometemos el enorme error de hablar mucho de la importancia de cuidarnos pero explicar muy mal cómo hacerlo.

Porque sobre “cómo perder peso” están las librerías, medios y redes sociales llenos, pero si nos buscamos métodos deportivos y nutricionales y miramos el lado humano, es decir, los aspectos que nos pueden ayudar a realizar ese cambio y hacerlo de una forma respetuosa, comprensiva, realista y hasta amable, no encontramos más bien nada.

Adelgazar metabolismo
Perder peso de forma adecuada

Por eso, he escrito estas ideas que suelo implementar en consulta con mis pacientes. Aspectos poco tenidos en cuenta, pero que creo que son vitales y que marcan la diferencia.

  • Que la comida no sea el único rato agradable del día: si no te gusta tu vida, si todo es sacrificio, doloroso o amoldarte a cosas que no quieres, la comida coge mucha fuerza al ser lo único que aporta placer en un desierto de malestar y es natural que te refugies en ello.
  • No gastar tu fuerza de voluntad en otras áreas: recuerda que nuestras ganas y energías son limitadas, si las gastas en otros aspectos de tu vida (la crianza, los objetivos, el trabajo…) no quedarán para tus esfuerzos en cuidarte.
  • Encuentra tu propia forma de cuidarte: en lugar de seguir métodos y modas, o de buscar la manera de hacerlo perfecto, encuentra tu forma, recuerda que lo ideal es aquello que somos capaces de mantener en el tiempo y para eso, debemos sentirnos relativamente cómodos, capaces y que sea compatible con lo que pasa en nuestra vida (horarios, obligaciones, recursos…)
  • Hazte cargo de tu ansiedad: la comida es uno de los mejores ansiolíticos que existen. Comemos más por angustia y estrés que por deseo o necesidad. Entender qué te tiene inquieto y resolverlo, así como hacer cosas que ayudan a que estés más tranquilo, disparará las opciones de que no te autosabotees.
  • Habla de lo que te preocupa y cómo te sientes: muchas veces comemos como forma de no pensar, sentir o tapar lo que nos duele. Eso le da fuerza a las ganas de comer, ya que están cumpliendo esa función psicológica. Si eres capaz de compartir esto con otras personas, tu mente no necesita taparlo, además de que sentirás alivio y compañía y al no doler tanto, no huirás con la comida.
  • No te machaques en exceso: la autocrítica, la autoexigencia y la culpabilidad fomentan planes inalcanzables, lo que nos lleva a la frustración y a renunciar. Además, nos generan malestar que nos empuja al alivio de la comida o, al decirnos tanto que no valemos nada, ¿por qué íbamos a esforzarnos por nosotros mismos? ¿Quién pelea por algo sin valor?
  • Encuentra una razón íntima: nuestro lado emocional influye más en nuestra conducta que el racional. Es por eso que saber que algo nos viene bien no suele aumentar las probabilidades de que lo hagamos (sino nadie fumaría o todos estudiaríamos más). Es por eso por lo que es vital pasar de todo lo que nos cuentan y ya sabemos y mirar qué razón profunda, subjetiva, tenemos realmente para hacerlo. Eso que solo de pensarlo te emociona y conmueve. Ahí hay una fuerza que te ayuda.
  • Que realmente lo elijas y no te lo impongan: nadie hace algo que siente que no podido decidir libremente. Nos causa rechazo de forma natural. Es por eso que una parte de ti siempre se rebelará contra tus objetivos si estos vienen por el miedo a no cubrir ciertos estándares sociales, por lo que te dicen que debes ser o cualquier tipo de imposición. Así que para ver si realmente quieres perder peso o es por protegerte de estas cosas. Reafirmarte en tus motivos y sentir que lo eliges honestamente te ayudará.

Con todo, recuerda que, por mucho psicólogo que sea, yo no se nada de ti, ni de tu vida, ni de tus circunstancias, tú eres el mayor experto en ti mismo, así que valora si le ves sentido a estas propuestas, qué te puede servir y qué no, qué cambiarías y encuentra tu propia forma de hacerlo, y ten presente, que la forma eficaz nunca sale a la primera, sino que viene del ensayo y error, así que no te tortures si no funciona a la primera.

Ten presente también, que si algo lo intentas tres veces y no sale, lo que está mal no eres tú, sino la fórmula que has elegido, sigue probando, cambiando cosas e intentándolo. Suerte y ánimo con la lucha.

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