El primer síntoma que puedes sufrir por la noche si tienes cáncer
Aunque la mayoría de los casos no están relacionados con esta enfermedad, es mejor prevenir a tiempo
Es común despertarse sudado en verano debido al calor, pero si la sudoración nocturna persiste durante el otoño, cuando las temperaturas no justifican este fenómeno, es un signo que no debe ser ignorado.
Según el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido, si te despiertas habitualmente con las sábanas mojadas, es recomendable acudir a un médico para descartar posibles causas más graves.
El sudor nocturno extremo puede ser uno de los primeros síntomas de ciertas enfermedades. Y es que, según Cancer Research UK, los sudores nocturnos muy intensos pueden estar relacionados con diversos tipos de cáncer.
Sin embargo, no siempre este síntoma significa que la persona tiene cáncer, ya que las causas pueden ser múltiples y de origen diverso.
Sudoración nocturna: ¿cuándo preocuparse?
El sudor nocturno no es un síntoma exclusivo del cáncer, y en muchos casos, puede estar vinculado a otras condiciones menos graves, como infecciones o cambios hormonales.
Las mujeres, por ejemplo, experimentan sudores nocturnos durante la menopausia debido a fluctuaciones hormonales. Además, ciertos medicamentos pueden provocar sudoración excesiva como efecto secundario.
Sin embargo, si la sudoración nocturna es intensa, recurrente y no tiene una explicación clara, como fiebre, infecciones o medicamentos, es crucial consultar con un médico.
Cancer Research UK advierte que sudar tanto por la noche que las sábanas acaban empapadas, especialmente si ocurre de manera habitual, puede ser motivo de preocupación.
¿Qué tipos de cáncer están relacionados?
Varios tipos de cáncer pueden estar asociados a la sudoración nocturna. Entre ellos, los más comunes incluyen:
- Linfoma: uno de los cánceres más relacionados con los sudores nocturnos es el linfoma. Según la American Cancer Society, los linfomas (Hodgkin y no Hodgkin) pueden causar este síntoma debido a cambios en la regulación de la temperatura corporal a medida que el cuerpo lucha contra la enfermedad.
- Leucemia: este tipo de cáncer, que afecta a la sangre y la médula ósea, también puede provocar sudores nocturnos. Los pacientes con leucemia a menudo experimentan fiebre y sudoración excesiva sin causa aparente.
- Cáncer de próstata: aunque es más conocido por otros síntomas, el cáncer de próstata avanzado también puede producir sudoración nocturna, a menudo relacionada con tratamientos hormonales.
- Tumores neuroendocrinos: estos tumores, que afectan a las células que producen hormonas, pueden causar sudoración excesiva. Esto se debe a que pueden alterar el equilibrio hormonal del cuerpo, provocando fiebre y sudores nocturnos.
Es importante destacar que estos tipos de cáncer a menudo vienen acompañados de otros síntomas, como pérdida de peso inexplicada, fiebre o fatiga extrema.
El sudor nocturno por sí solo no es suficiente para llegar a un diagnóstico, pero es un signo que debe motivar la consulta médica.
Otras causas posibles de sudores nocturnos
Además del cáncer, existen otras causas que pueden explicar los sudores nocturnos. Algunas de las más comunes incluyen:
- Infecciones: algunas infecciones, como la tuberculosis, VIH o infecciones bacterianas graves, pueden provocar fiebre y sudoración nocturna. El cuerpo intenta regular la temperatura a través del sudor cuando combate una infección.
- Menopausia: los sofocos nocturnos son un síntoma típico en mujeres que atraviesan la menopausia, debido a los cambios hormonales que afectan la regulación de la temperatura corporal.
- Hipertiroidismo: el exceso de hormonas tiroideas puede aumentar el metabolismo, causando un aumento de la temperatura corporal y sudoración excesiva, especialmente por la noche.
- Medicamentos: algunos medicamentos, como los antidepresivos, tratamientos hormonales o antidiabéticos, pueden tener como efecto secundario la sudoración nocturna.
¿Cuándo debes ver a un médico?
Los expertos de Cancer Research UK recomiendan consultar a un médico si los sudores nocturnos son intensos y persistentes, especialmente si están acompañados de otros síntomas como pérdida de peso inexplicada, fatiga extrema, fiebre o dolor sin causa aparente.
El doctor Juan Carlos García, especialista en oncología, señala que “la sudoración nocturna recurrente es un síntoma que no debe tomarse a la ligera, sobre todo si no tiene explicación. Aunque muchas veces está relacionada con causas benignas, como infecciones o efectos secundarios de medicamentos, en otros casos puede ser un signo temprano de cáncer o enfermedades graves”.
La evaluación médica permitirá descartar condiciones serias y, si es necesario, iniciar un tratamiento precoz. En muchos casos, la detección temprana de enfermedades como el cáncer puede marcar una gran diferencia en la efectividad del tratamiento y el pronóstico.