¿Qué es el jarabe de arce y por qué es un buen sustituto del azúcar?
Un estudio evidencia que este alimento puede tener un impacto positivo en factores clave como la glucosa en sangre
En un estudio reciente publicado en The Journal of Nutrition, se descubrió que reemplazar el azúcar refinado por jarabe de arce puro podría tener beneficios significativos para la salud cardiometabólica.
Este ensayo clínico controlado con placebo es el primero de su tipo en explorar los posibles efectos positivos del jarabe de arce en la salud humana, y los resultados han sido sorprendentes.
El Dr. André Marette, científico principal del estudio, destaca que el jarabe de arce es mucho más que un simple edulcorante.
“Contiene más de 100 compuestos naturales, incluidos los polifenoles, que se sabe previenen enfermedades, en parte a través de sus efectos antiinflamatorios”, comentan.
La investigación ha puesto en evidencia que este jarabe puede tener un impacto positivo en factores clave como la glucosa en sangre, la presión arterial, la grasa abdominal y la microbiota intestinal, lo que lo convierte en una alternativa más saludable al azúcar refinado.
¿En qué se diferencia el jarabe de arce del azúcar?
El jarabe de arce es un edulcorante natural que se obtiene de la savia de los árboles de arce, especialmente del arce azucarero, que se recolecta durante la temporada de primavera.
Para convertir la savia en jarabe, se hierve hasta que se espesa, concentrando sus azúcares naturales. A diferencia del azúcar refinado, que pasa por un proceso de refinado extenso y pierde la mayoría de sus nutrientes, el jarabe de arce conserva una serie de compuestos beneficiosos, como polifenoles, antioxidantes y minerales como manganeso, zinc y calcio, que pueden aportar beneficios adicionales para la salud.
A nivel nutricional, el jarabe de arce contiene menos calorías que el azúcar refinado y es una fuente de nutrientes importantes que el azúcar procesado no ofrece.
Además, contiene un 12% menos de calorías que el jarabe de maíz, lo que lo convierte en una opción más saludable para aquellos que buscan reducir su ingesta calórica sin renunciar al sabor dulce.
Por su contenido de antioxidantes y su capacidad para mejorar la salud cardiovascular y digestiva, el jarabe de arce se presenta como una alternativa más beneficiosa para endulzar los alimentos y bebidas en comparación con el azúcar refinado.
¿Qué dictó el estudio?
Cuarenta y dos voluntarios de la zona metropolitana de Québec participaron en el estudio. Con edades comprendidas entre los 18 y 75 años, todos tenían un índice de masa corporal (IMC) de entre 23 y 40 y gozaban de buena salud general.
Los participantes sustituyeron el 5% de su ingesta calórica diaria (equivalente a 2 cucharadas) de azúcares refinados por jarabe de arce canadiense puro o un jarabe de sacarosa con sabor artificial.
Cada fase duró 8 semanas, y los participantes cambiaron entre los grupos de jarabe de arce y jarabe de sacarosa después de un período de lavado de cuatro semanas.
Los resultados primarios del estudio se centraron en la prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO), mientras que los resultados secundarios analizaron cambios en el perfil de lípidos en sangre, presión arterial, composición de grasa corporal y la microbiota intestinal.
¿Qué beneficios obtuvieron?
Los resultados de este estudio fueron sorprendentes. Los participantes que consumieron jarabe de arce puro mostraron una respuesta significativamente mejor en la prueba de tolerancia a la glucosa, comparado con aquellos que consumieron jarabe de sacarosa.
Los niveles de azúcar en sangre se regularon de manera más eficiente en el grupo que consumió jarabe de arce, lo que podría ser crucial en la prevención de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
Además, el jarabe de arce contribuyó a una reducción en la presión arterial. Los participantes que consumieron este edulcorante natural experimentaron una disminución significativa en la presión sistólica, mientras que aquellos que consumieron el jarabe de sacarosa no mostraron cambios favorables.
Esta mejora en la presión arterial es relevante, dado que la hipertensión es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares.
Otro hallazgo importante fue la disminución de la grasa abdominal. La grasa visceral, que rodea los órganos internos y está asociada con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes, disminuyó considerablemente en el grupo que consumió jarabe de arce. En contraste, el grupo que consumió el jarabe de sacarosa experimentó un aumento en la masa de grasa abdominal.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes del estudio fue el efecto del jarabe de arce sobre la microbiota intestinal. Se observó que los participantes que consumieron jarabe de arce experimentaron un crecimiento de bacterias beneficiosas, como Lactocaseibacillus casei y Clostridium beijerinckii, mientras que las especies potencialmente dañinas, como Klebsiella y Bacteroides pectinophilus, disminuyeron. Esto sugiere que el jarabe de arce no solo favorece la salud digestiva, sino que también puede contribuir a la prevención de trastornos metabólicos y enfermedades inflamatorias.