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Ventura del Charco, psicólogo: «La seguridad nace al ser auténtico, no con frases bonitas»

La verdadera confianza en uno mismo va mucho más allá de escuchar un podcast lleno de motivación

Ventura del Charco, psicólogo: «La seguridad nace al ser auténtico, no con frases bonitas»

Seguridad en uno mismo | Canva pro

Vivimos en una sociedad donde la seguridad personal se vende como un producto de consumo. Basta con entrar en redes sociales para encontrarse con frases motivacionales, mantras de superación y técnicas rápidas para “creer en ti”. Sin embargo, tras esa apariencia de confianza suele esconderse una fragilidad que se tambalea en cuanto la vida aprieta. Así lo explica Buenaventura del Charco, Psicólogo Sanitario, escritor de libros de autoayuda y docente universitario, quien advierte que solemos tener un enfoque taimado sobre la seguridad en uno mismo: «intentamos fabricarla de forma artificial, engañándonos con una sensación falsa que puede parecer efectiva, pero que en realidad es de cartón piedra» afirma.

Seguridad en uno mismo: el valor de mostrarse tal como eres

El problema es que muchas personas buscan seguridad en fórmulas rápidas: frases frente al espejo, técnicas de visualización, trucos para aparentar confianza. Del Charco asegura que esto no funciona a largo plazo. «Solemos querer crear una seguridad de cartón piedra, que parece sólida, pero se desmorona ante cualquier desafío real», señala. La verdadera seguridad no se puede falsificar, porque no depende de la apariencia, sino de la conexión con lo que somos.

La seguridad genuina no surge de inventar una versión idealizada de uno mismo, sino de habitarse con autenticidad. Esto significa mostrarse tal como se es, con vulnerabilidades incluidas, y sostener la incomodidad que eso implica. La inseguridad crece cuando intentamos encajar en expectativas externas y nos disfrazamos de lo que creemos que deberíamos ser. La base de la confianza personal no está en construir una máscara más pulida, sino en derribar las máscaras y aceptar la incomodidad de ser vistos tal como somos.

La raíz de la verdadera seguridad

Cuando alguien se reconoce en su fragilidad y aun así decide mostrarse, transmite no perfección, sino presencia real. Esa presencia, aunque tiemble, genera una fuerza mucho más sólida que cualquier pose de autosuficiencia. La autenticidad se manifiesta en actos cotidianos: decir “no” cuando no quieres, sostener un silencio cuando no tienes nada que decir, reconocer un error sin justificarte. Son gestos que parecen simples, pero exigen valentía porque rompen con el guion aprendido de agradar o aparentar. Es en este cruce entre lo que sentimos y lo que expresamos donde se teje la congruencia, la cual sostiene la seguridad.

Confianza

En cambio, el verdadero enemigo más poderoso de la confianza no es el juicio ajeno, sino la sensación íntima de traicionarnos para ser aceptados. Cuando actuamos de acuerdo con nuestros valores, honestidad, libertad, amor, justicia o creatividad, la seguridad surge de manera natural. No se trata de volverse invulnerable, sino de estar disponibles para la vida con todo lo que trae, incluso miedo y rechazo. La seguridad auténtica permite doblarse sin quebrarse, sostenerse sin endurecerse y crecer desde lo real, no desde lo impostado.

Un compromiso diario contigo mismo

La seguridad no es un estado fijo ni un logro que se alcanza de repente. Es una práctica diaria de fidelidad a uno mismo. Cada decisión tomada desde la coherencia, cada gesto pequeño de autenticidad, refuerza la confianza. «Se trata menos de inventar un yo más fuerte y más de atreverte a ser, con todo lo que eso implica», subraya Del Charco. Lo más importante que recalca el experto es entender que la seguridad personal no se fabrica con técnicas ni se compra con frases motivacionales. Es la consecuencia de vivir de manera auténtica, de atreverse a mostrarse con vulnerabilidad y de mantenerse fiel a los propios valores. Solo desde ahí se puede sostener una fuerza sólida y duradera, capaz de resistir los desafíos reales de la vida.

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