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Diego Jiménez, entrenador personal: «Este es el error común al empezar el gimnasio que debes evitar»

En un mundo que promueve la inmediatez, el entrenamiento nos recuerda que los cambios duraderos requieren tiempo

Diego Jiménez, entrenador personal: «Este es el error común al empezar el gimnasio que debes evitar»

Diego Jiménez | Cedida

Cuando alguien decide comenzar a entrenar, suele tener en mente un objetivo claro: bajar de peso, ganar músculo o mejorar su salud. Sin embargo, el entusiasmo inicial puede llevar a cometer errores que, en lugar de acercarnos a la meta, nos alejan de ella. En THE OBJECTIVE nos hemos puesto en contacto con el personal trainer Diego Jiménez, quien advierte que el fallo más común es pretender tener resultados inmediatos y actuar como si cada persona pudiera ser su propio entrenador. «Mucha gente se enfoca solo en el peso, entrena muy fuerte sin preparación y acaba lesionada o frustrada por no ver cambios rápidos», explica.

La importancia de la progresión

La clave, dice Jiménez, está en la progresión. Empezar con rutinas cortas, dejar que el cuerpo se adapte y aumentar paulatinamente el peso y la intensidad es fundamental para construir una base sólida. También recalca la importancia del descanso, un aspecto que muchas veces se subestima. «El descanso es parte del entrenamiento, sin él no hay recuperación ni avances», asegura. Y, para quienes empiezan desde cero, buscar ayuda profesional resulta esencial para evitar lesiones y aprender la técnica correcta.

Cómo mantener la motivación en las primeras semanas

Más allá de la técnica, la motivación juega un papel crucial durante las primeras semanas. Es en ese periodo cuando muchas personas abandonan. Jiménez recomienda definir un objetivo claro: saber si lo que se busca es bajar de peso, ganar fuerza o simplemente mejorar la salud. «Es necesario que disfrutes la actividad, que te emociones con ella. Si solo la ves como una obligación, será más difícil mantenerte constante», apunta. Actividades en grupo, entrenar con amigos o elegir clases con música pueden ser aliados para hacer de la rutina algo más llevadero.

Una mujer cansada después de hacer deporte

Respecto a la eterna pregunta de si es mejor comenzar con fuerza o con cardio, Jiménez lo tiene claro: la combinación es la respuesta. Recomienda al menos dos días de cardio y tres de fuerza a la semana. «La fuerza es irrenunciable, independientemente de la edad, porque ayuda en la vida cotidiana, mantiene la postura y previene lesiones. El cardio tampoco se negocia, mejora la resistencia y acelera la recuperación», detalla. Esta mezcla equilibra los beneficios y contribuye a un progreso más integral.

¿Cuánto es el mínimo que hay que entrenar?

El argumento de la falta de tiempo suele ser la excusa más común para no entrenar. Frente a esto, Jiménez insiste en que no es necesario pasar horas en el gimnasio. Bastan 20 o 30 minutos al día, que deben ser considerados no como un lujo, sino como una cita ineludible con uno mismo. «Puedes entrenar en casa con mancuernas, ligas o incluso solo con tu peso corporal. Lo importante es mantener la constancia», señala. Adaptar la rutina al estilo de vida de cada persona es posible, siempre que haya disposición.

Señales de que estás progresando

Pero, ¿cómo saber que realmente estamos progresando? Jiménez enumera señales claras: levantarse con más energía, sentir menos estrés, notar mayor fuerza al realizar tareas cotidianas o simplemente experimentar un estado de ánimo más positivo. Estas mejoras, aunque sutiles al inicio, son los indicadores de que el cuerpo está respondiendo de manera segura y efectiva. El consejo de Jiménez se resume en una filosofía sencilla: paciencia, constancia y equilibrio. Empezar poco a poco, evitar comparaciones y priorizar la técnica antes que los resultados inmediatos.

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